No equivocarse con tarjeta electoral, por Marta de la Vega
La fábula del escorpión y la rana, del escritor griego del siglo VI antes de Cristo, Esopo, nos enseña lecciones para hoy en ética, política, relaciones internacionales, finanzas y el comportamiento de ciertos líderes, dirigentes, gobiernos o ciudadanos.
En la fábula, el escorpión pide a la rana que lo lleve al otro lado del río. La rana duda, temerosa de ser picada con el aguijón ponzoñoso que la mataría, pero el escorpión argumenta que eso no tendría lógica pues si la pica, se ahogarían los dos. La rana, finalmente convencida, accede, pero a mitad de la travesía el escorpión la pica, propiciando su propia destrucción y la de la rana. Agonizantes ambos, la rana le pregunta por qué lo hizo; el escorpión responde que no lo pudo evitar, que era su naturaleza.
Podemos interpretar la fábula desde el enfrentamiento entre la autocracia de Maduro y las fuerzas democráticas que buscan nuevo gobierno y cambio de modelo económico, social y político.
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1) El escorpión representa al régimen que, pese a las consecuencias negativas para el país y para sí mismo, sigue adoptando políticas y acciones que perpetúan su control y poder. La naturaleza autocrática y represiva del régimen es comparable a la del escorpión de la fábula. Incluso cuando es autodestructivo, le es imposible modificar su comportamiento indisociable de dominación y represión.
2) La rana representa las fuerzas democráticas y a la población venezolana que aspira a una transición hacia la democracia. A pesar de conocer los riesgos y traiciones pasadas, han intentado negociar o comprometerse con el régimen, esperando una transición pacífica y un cambio positivo.
3) El viaje por el río para pasar a la otra orilla, representa el tránsito de un régimen usurpador a un proceso de rescate de la esperanza y la vuelta a la democracia. Simboliza el intento de mover el país hacia un sistema democrático que no sea ni complaciente ni populista sino exigente y comprometido con los principios básicos que lo han definido y transformarlo en un modo ético de coexistencia pacífica, recomponer las instituciones, afianzar las virtudes cívicas y consolidar los valores que harán de Venezuela un país de oportunidades para todos, de justicia y respeto a los derechos humanos.
El viaje es peligroso y está lleno de incertidumbres, similar al cruce del río en la fábula. La moraleja del relato sugiere que el régimen de Maduro, como el escorpión, no puede evitar actuar conforme a su naturaleza, incluso si esto resulta en su propia ruina y en la del país.
En conclusión, las fuerzas democráticas deben tener cuidado y no confiar ciegamente en el régimen, ya que sus acciones están dictadas por su naturaleza autocrática y represiva, difícil de cambiar. La fábula es una advertencia sobre la necesidad de estrategias cuidadosas y realistas para lidiar con el régimen, entendiendo que sus acciones serán consistentes con su naturaleza, aun si son perjudiciales para el país y para ellos mismos.
La astucia del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, controlado por el régimen chavista, es una de las facetas del escorpión. Al diseñar el tarjetón electoral con nombres de partidos políticos y símbolos o colores que pueden confundir al elector, busca engañar.
De las tres tarjetas de José Brito, “Venezuela Unidad” utiliza un azul pálido en la parte inferior, con letras negras, muy parecido a primera vista con la tarjeta de la manito, de la Unidad democrática. “Primero Venezuela” y “Primero Justicia” con los colores de este partido que le fue despojado a sus legítimos representantes a favor de Brito, fácilmente pueden desorientar a un elector desprevenido e inducirlo a votar por una de ellas.
Este ardid gráfico es una estrategia deliberada para dificultar el voto de la oposición. Hay manipulación electoral; generar intencionalmente confusión en el votante divide y diluye el voto opositor. Al fragmentar el voto de la oposición entre múltiples opciones similares, se reduce la probabilidad de que el candidato de las fuerzas democráticas obtenga una mayoría clara.
El régimen mantiene ventaja al dispersarse el voto opositor entre varios candidatos. Hay manipulación de la percepción, al aparentar una legitimidad que no es tal. Con una supuesta variedad de opciones, el régimen puede argumentar que ofrece elecciones plurales y democráticas, cuando en realidad está manipulando el proceso para asegurar su victoria. Y proyecta una imagen de legitimidad tanto a escala interna como internacional.
Hay desmoralización del electorado. La confusión y manipulación pueden desmoralizar a los votantes opositores, frustrados y desencantados con el proceso electoral. Esto puede disminuir la participación electoral de la oposición, lo cual favorece al régimen.
Hay fortalecimiento del control social y político. Mediante el control del diseño del tarjetón y otros aspectos del proceso electoral, el régimen de Maduro busca impedir cualquier cambio significativo en el poder político. Volviendo a la fábula de Esopo, así como el escorpión actúa conforme a su naturaleza, el régimen de Maduro utiliza estrategias de manipulación electoral inherentes a su naturaleza autocrática. La necesidad de mantener el poder a toda costa impulsa estas tácticas, incluso si socavan la confianza en el proceso electoral.
La rana, que simboliza el electorado opositor, debe navegar cuidadosamente por el proceso electoral, consciente de las trampas y manipulaciones diseñadas por el escorpión (el régimen). Debe estar atenta y educada para evitar ser engañada por las tácticas del escorpión. La trácala del CNE en el diseño del tarjetón electoral es una manifestación de la dictadura madurista, que utiliza todas las herramientas a su disposición para mantener el control y debilitar las fuerzas democráticas. Los votantes debemos estar bien informados y alertas para contrarrestar estas maniobras y trabajar por la transformación estructural de Venezuela.
Marta de la Vega es investigadora en las áreas de filosofía política, estética, historia. Profesora en UCAB y USB.
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