No la toquen ni con el pétalo de una rosa, por Pedro Prado
Espero que MCM tome conciencia del rol trascendente que le ha deparado el destino y que ella misma se forjó. Una épica que será recordada para bien o para mal en la historia de Venezuela, dependiendo de los resultados de las próximas elecciones presidenciales.
El gobierno sabe que para ganar una guerra es indispensable basar su estrategia en dos ideas. 1) Conocer muy bien al enemigo; su idiosincrasia y temperamento. 2) Aprovechar ese conocimiento para desbaratar la embestida del oponente en el campo de batalla.
Con base en estos dos conceptos, aplica una de las reglas más importantes del Arte de la Guerra. Si controlas el campo de batalla, conoces bien a tu adversario, y descubres que tiene mucho ímpetu y fogosidad, entonces debes «animar su arrogancia para aprovecharte de su fuerza y furia».
Lo complementa, utilizando la técnica de lucha japonesa conocida como: «Judo», fundamentada en «la no resistencia». Consiste en empujar o tirarse del oponente para sumar su fuerza, anulado el esfuerzo del contrario y optimizando el gasto de la propia energía.
Ese plan le sirve para aprovecharse de su adversario: María Corina Machado. Una mujer carismática, valiente y aguerrida, con apoyo internacional. Como es lógico, no puede desperdiciar su popularidad. Paradójicamente, al gobierno le conviene la manera como ella entiende la política. Contribuye a los propósitos del gobierno lo que ella hace consistentemente.
Por lo anterior, nunca ha sido objeto de acciones judiciales que pongan en riesgo su libertad como si lo hicieron con otros lideres opositores que han sufrido largos años de cautiverio. Más bien, la dejan actuar para sumar su pujanza y energía. Podríamos decir – exagerando un poco – que la estrategia es «no tocarla ni con el pétalo de una rosa». Más adelante resolverán el escollo que ella representa.
MCM ha sufrido agresiones. Pero, para cuatro de sus coordinadores de campaña y algunos de sus asesores las embestidas han sido más crueles. A ellos los encarcelaron y seguramente los mantendrán en prisión. Al menos, durante toda la campaña electoral, para aumentar la irritación y la rabia opositora.
Aunque estas agresiones parecieran contradecir la idea sugerida en el título de este artículo, no es así. Forman parte del libreto que utiliza el adversario para aprovechar el carisma y la pujanza de la aspirante a candidata. Esa energía acelera el impulso que ella logra infundir en sus seguidores. Beneficiarse de ese vigor es lo que necesita el oponente. Requiere además que esté decorado el ambiente con mucha frustración y enojo. Precisamente, el clima inaguantable que hoy se genera en la mayoría opositora. Haber ganado unas Primarias con amplio margen y no poder inscribir su candidata.
Ella levanta pasiones que transforman a sus seguidores en incondicionales. Hasta el punto de nublar la capacidad de razonar, que los lleva a rechazar cualquier otra opción distinta a la que ella representa. Los conduce – quizás sin proponérselo – a ver la vida solo a través de una útil doctrina aplicada en los pueblos que, como Venezuela, han caído en la miseria y la desdicha. Solo un Mesías es virtuoso y solo él es poseedor de la verdad. Cualquier otro, aunque tenga condiciones y sea el indicado para lograr la transición política, que es vital en nuestro caso, debe apartarse del camino que nos traza el Mesías.
El adversario, que es ducho en las artes de la guerra, aprovecha esa visión mesiánica de la política. La gente que sufre y anhela un cambio en su situación, al no encontrar salidas a su tragedia, necesita volcar su confianza desmedida en un agente bienhechor para que sea su salvador. Ellos mismos aplicaron con éxito esa estrategia con su propio candidato. Lo innovador es que ahora la emplean a la inversa, aprovechando la fuerza de su oponente, porque el «Mesías» está en el otro lado.
El gobierno al conocer el patrón de comportamiento de sus opositores, se da cuenta de que ese nuevo «Mesías» sirve a sus propósitos, y deja que haga campaña libremente para que se convierta en el más popular de todos sus oponentes. AL FINAL, no le permitirá ser candidato, tampoco a la alternativa que designe. Esto hará que la gran mayoría de opositores que siguen al «Mesías» no voten, logrando su objetivo: que solo concurran a las urnas electorales los 3 o 2 millones de votantes .
Se trata de una crueldad del adversario que es propia en situaciones donde se juega la vida. Así es la guerra. El que no lo entienda será presa fácil de su oponente en esta encrucijada electoral, que pretenden transformar en emboscada.
Aunque no creo que la intención de MCM sea convertirse en el factor principal para garantizar el triunfo del gobierno, eso es precisamente lo que este pretende lograr. No tienen otra alternativa, si quieren que su candidato sea reelegido en elecciones que le permitan legitimarse. Le funcionó en el 2018. Por eso recurren a la misma estrategia. Ahora con mayor sutileza e impiedad. No permitamos que eso ocurra. Votar masivamente por quien nos garantice la transición es nuestra única opción.
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Espero que MCM tome conciencia del rol trascendente que le ha deparado el destino y que ella misma se forjó. Una épica que será recordada para bien o para mal en la historia de Venezuela, dependiendo de los resultados de las próximas elecciones presidenciales. A ella principalmente, y a los líderes de la Plataforma Untaría, les corresponde tomar la más sabia decisión para evitar que los planes del adversario se materialicen. ¡Que Dios los ilumine!
Le recuerdo a los lideres de la oposición un consejo de Sun Tzu, que debería ser tomado en cuenta en esta coyuntura:»Ningún general debe poner tropas en el campo sólo para satisfacer su propio temperamento, y menos debe luchar una batalla simplemente por resentimiento».
Les aseguro que, si el Libertador Simón Bolívar estuviera vivo en este momento se dirigiría al pueblo opositor y a sus líderes, volviendo a pronunciar sus propias palabras, las cuales fueron emitidas por él en circunstancias muy similares a las que hoy sufre la patria:
Para alcanzar la victoria, siempre ha sido fundamental seguir el camino del sacrificio.
Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión.
La unidad lo hace todo y, por lo mismo, debemos conservar este precioso principio.
Necesitamos reunir todas nuestras fuerzas para lograr un golpe capaz de variar la suerte del país.
Pedro Prado es periodista
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