No se tocan, no se abusan, no se matan, por Griselda Reyes
Twitter: @griseldareyesq
Tanto el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) como el Ministerio Público, idearon una campaña para concienciar a los venezolanos acerca de una situación que se ha vuelto terriblemente rutinaria y que ha obligado a todos los cuerpos de seguridad e instituciones judiciales a encender las alarmas.
Los casos de abuso sexual, pornografía infantil, prostitución, infanticidio, filicidio, neonaticidio, pedofilia y pederastia que se han visibilizado a través de las redes sociales, son simplemente espeluznantes. Está saliendo a la luz pública un gravísimo problema de descomposición social que lleva tiempo cocinándose y que, hasta ahora, nadie se había atrevido a abordar con contumacia.
Así, hemos visto como el lazo verde comenzó a visibilizar la campaña #NoSeTocan de Venezuela, pues este es un símbolo internacional de lucha contra todo tipo de violencia sexual de niñas, niños y adolescentes.
Como mujer y madre venezolana he solicitado a todos los que me leen que se sumen a esta campaña, con ejemplo y actitud decidida en defensa de los niños. Pero que no quede solo en el uso del lazo verde en el estado del WhatsApp o en una publicación en redes sociales. ¡No! Tenemos que convertirlo en una cuestión de actitud firme y decidida.
Comencemos por casa
Quizás muchos se preguntarán por qué llegamos a esta situación extrema en la que hombres y mujeres deciden violentar a niños y adolescentes, algunos como autores materiales, otros como autores intelectuales y algunos más como alcahuetes, tan responsables como los primeros, por ser indulgentes ante el mal comportamiento, debiendo o pudiendo evitarlo.
Hay muchos factores que la determinan, pero lo cierto es que en Venezuela se han perdido los valores y principios que son tan necesarios para garantizar la sana convivencia y el respeto al otro, a la vida, a la dignidad.
Cuando se relaja la ley y empieza a reinar la impunidad, comienzan a ocurrir hechos espantosos como el abusar o matar a niños y adolescentes; asesinar a adultos mayores que viven solos para robarles sus pertenencias; secuestrar, extorsionar; o incluso amenazar de muerte a funcionarios gubernamentales, tal como lo viene haciendo una banda delictiva conformada por hombres muy jóvenes.
¿Qué está pasando? ¿Hemos venido fallando en la educación y formación de nuestros hijos? ¿Por qué esa depravación por cometer un delito que puede acabar con la vida de niños y adolescentes?
Muchos de los autores materiales e intelectuales son hombres y mujeres adultos, algunos son abuelos o padres de las víctimas. ¿Desde cuándo venimos arrastrando estas taras?
Los niños no se tocan
Padres, madres y representantes que me leen: cuiden a sus hijos y fórmenlos en valores y principios; construyan un lazo de confianza para que se sientan en la libertad de abordar, con el lenguaje más adecuado para su edad, temas como la sexualidad y las drogas; no regalen dispositivos electrónicos a edades muy tiernas y cuando lo hagan, intenten controlar los contenidos que consumen; háganse amigos de sus amigos para que puedan advertir el peligro.
Así como les decimos que no acepten una invitación o regalo de algún adulto que se les acerque en las calles, también hay que brindarles herramientas para que puedan actuar en caso de que alguien quiera acosarlos a la salida de la escuela o al llegar a casa.
Los niños son niños. Jamás podemos creer que puedan pensar como adultos. Y su inocencia, muchas veces los hace víctimas fáciles de pervertidos y morbosos.
A los niños hay que decirles que no se dejen tocar por adultos desconocidos y explicarles que eso puede ser peligroso. A los niños hay que enseñarles que los toqueteos, las caricias, los besos en la boca no son normales, ni siquiera viniendo de parientes cercanos; mucho menos de desconocidos.
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Y, sobre todo, bríndenles mucho amor, mucha comprensión, sean empáticos, entiendan los procesos típicos de su edad. Construyamos las bases para que en el futuro sean hombres y mujeres de bien.
Hagámonos partícipes de esta campaña oficial. Dejemos de lado la diatriba política y colaboremos con los cuerpos de seguridad del Estado y con el Ministerio Público, en caso de tener conocimiento de algún hecho de esta naturaleza. Cualquier maltrato debe ser denunciado.
Los niños #NoSeTocan, #NoSeAbusan, #NoSeMatan
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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