Nos vemos en la cancha, por Roberto Patiño
Twitter: @RobertoPatino
Durante todos estos años que hemos podido acompañar y apoyar el trabajo de las comunidades, a través del esfuerzo de Alimenta la Solidaridad y Caracas Mi Convive, aprendimos que la violencia en los sectores populares es un proceso mucho más complejo que el reportado en las notas de sucesos. Es una situación donde los vecinos quedan a merced de pequeños grupos armados que secuestran la paz de los ciudadanos, empleándolos como escudos humanos ante un Estado incapaz de garantizar una mínima dosis de convivencia.
En comunidades pacíficas y trabajadoras, la acción de bandas criminales no solo enluta a las familias y les arrebata el derecho a la paz sino que les va recortando espacios de convivencia, creando una nueva cartografía donde los vecinos son confinados por los códigos impuestos por la violencia.
Esta realidad nos ha llevado a desplegar, junto a nuestros vecinos, líderes y amigos, proyectos donde, a través de la recuperación de los espacios deportivos, se puedan reconstruir las relaciones de confianza en la comunidad ganando, de manera gradual, el pulso a las restricciones que impone la intimidación del crimen.
Ya son 15 las canchas reconstruidas en Caracas; un esfuerzo que va más allá del cemento, la cabilla y la pintura.
Se trata de una iniciativa de articulación y organización de las comunidades, un proceso de estudio, trabajo, formación, que ha logrado colocar a la cancha en el rol que le corresponde: un lugar donde comienza la vida del barrio, donde nacen los proyectos comunitarios, donde debutan y crecen los nuevos liderazgos de una ciudad donde sus ciudadanos están convencidos de la necesidad del cambio y que creen en los valores de la democracia, el emprendimiento y la solidaridad.
Con esta experiencia forjada con la fuerza de una comunidad que insiste en recuperar su calidad de vida, se dio inicio a la Tercera Edición de la Copa Convive, un evento deportivo de baloncesto y fútbol de sala que ha logrado convocar a más de 400 jóvenes, entre los 9 y 21 años, que competirán en los espacios que han sido intervenidos y recuperados por Caracas Mi Convive.
El objetivo, nos dice Jhonder, uno de los promotores de la Copa y líder involucrado en este proyecto, es visibilizar la organización de las comunidades, celebrar el esfuerzo de unos vecinos «que están demostrando que, cuando somos mejores ciudadanos, ganamos todos». Es por eso, nos explica, que en esta edición no solo se premiará las habilidades deportivas de los equipos sino que habrá un reconocimiento especial a los «campeones de la convivencia», un baremo con criterios técnicos muy bien definidos que medirá el espíritu deportivo de los atletas, el comportamiento de las barras deportivas y el apoyo de la comunidad a sus equipos. En definitiva, un premio a todos aquellos que se esfuerzan por ser mejores ciudadanos.
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El deporte en los sectores populares es una de las vías, nos dice Carlos González, facilitador de los talleres de prevención de la violencia y líder social de El Valle, «para evitar que otros jóvenes sean seducidos por el poder que otorga el formar parte de una banda criminal; es un modo de incidir en la autoestima de los chamos y una forma de alcanzar a toda la familia». «Cuando un chamo está en la cancha —nos dice— hay una madre que no está preocupada por la vida de su hijo».
Tanto Jhonder como Carlos reconocen que el deporte no es la única forma para superar el cáncer de la delincuencia, pero no dudan en considerar que es una forma de luchar contra la violencia «sin disparar un solo tiro».
Carlos nos confiesa que ha quedado sorprendido por la acogida que ha tenido esta iniciativa en las comunidades. «Si ahora contamos con el apoyo de los muchachos, de entrenadores, de árbitros certificados, de líderes deportivos de 12 de las 22 parroquias que hay en Libertador, ¿tú te imaginas lo que podremos hacer el próximo año?», se pregunta Jhonder a pocas horas de iniciarse el primer juego de la Copa.
Jhonder y Carlos son apenas dos nombres entre muchos otros líderes comunitarios, entrenadores, promotores deportivos, madres, padres y muchachos, que han emprendido un camino complejo, y quizás el menos llamativo, para hacer frente a la violencia; una vía que reconstruye desde las bases, el tejido social de un verdadero poder popular que lucha por la convivencia pacífica. Este entusiasmo que sentimos a cada paso que nos lleva a la Copa Convive, nos confirma la vitalidad de una sociedad fuerte, organizada que al luchar por el cambio, una energía que nos convierte a todos en ganadores antes de empezar el partido.
#NosVemosEnLaCancha
Roberto Patiño es Ingeniero de Producción-USB. Magíster en Políticas Públicas-Harvard. Director|de Caracas Mi Convive y Alimenta la Solidaridad.
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