Notas de voz maleducadas, por Reuben Morales
Twitter: @ReubenMoralesya
Caricatura: Álex Almarza
Una nota de voz es como un hotel. La misma puede perder estrellas según el mal gusto y la poca consideración de quien las envíe. Y como ya todos nos hemos convertido en ese guardia de seguridad de los ’80, que hablaba por radio de onda corta todo el día; entonces ya tenemos el oído entrenado para sentar un precedente de cuáles son los tipos de notas de voz más maleducadas de la historia:
- Los que divagan: son enviadas por personas que se creen Platón o Jean Paul Sartre cuando graban la nota de voz. Comienzan a vacilar entre teorías, jurando que todos disfrutamos de sus procesos de eureka para encontrar la idea qué quieren decir. Estos son los mismos que, al viajar, hacen la maleta una hora antes de salir al aeropuerto y esperan que el guardia de seguridad disfrute de ver esa ensalada de ropa limpia mezclada con ropa sucia. El ejemplo más claro que tengo de este caso es el de un amigo que comenzó a grabar una nota de voz en el 2017 para contarnos la trama de la canción Los Pollitos Dicen y aún no la ha terminado de grabar.
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- Los que hablan con otra persona: suelen ser personas que no tienen mucho trabajo, pero quieren hacerte creer que están ocupadísimos y muy demandados. Entonces te envían la nota de voz, pero tienen tan poco tiempo en su agenda, que deben compartir la misma entre hablarte a ti y hablarle al chofer del autobús que les está cobrando el pasaje (pero le hablan en inglés solo para hacerte creer que están haciendo importantes negocios con ejecutivos de Hong Kong).
- Los que pasan la barrera del minuto: estos son el equivalente a la visita que llega a tu casa sin avisar, cuando no te has duchado, tienes ganas de ir al baño, sueño, no tienes nada que ofrecer en la nevera y además te dicen que se quedarán en tu casa aprovechando el wifi mientras baja el tráfico. La mejor manera de vengarse de ellos es grabarles una nota de voz de todos los episodios de «Yo soy Betty, La Fea»… pero la versión rusa… y sin traducción.
- Los mandadores precoces: son como los anteriores, pero la nota de voz de más de un minuto la dividen en quinces notas de voz corticas. Y ojalá la señal sea buena, porque si está en una zona de poca cobertura, las notas de voz llegan desordenadas y luego toca armar ese rompecabezas sonoro. Estas son personas dignas de amar cada vez que te dicen: “Pero búscalo en la conversación, que yo te lo envié en una nota de voz”.
- Los que mastican: el que inventó la frase “no se habla con la boca llena”, seguro fue Nostradamus cuando tuvo una visión futurista de lo que sería el escuchar notas de voz de personas chasqueando sus labios mientras grababan un mensaje. Si un talento tienen estos seres, es el de generarnos una experiencia sensorial mucho más rica de la que podría generarnos la mejor sala de cine 4D del mundo. De hecho, la otra vez conocí a una persona que desarrolló una parálisis facial luego de escuchar una nota de voz de alguien que comía avena con leche bañada en arequipe.
Estos son los tipos de notas de voz más maleducados de la historia. Sin embargo, falta la nota de voz más maleducada de todas: las que envían aquellas personas que tienen la dicha de mezclar todas las categorías anteriores en un solo mensaje. Si esas personas fuesen un hotel, de seguro serían un motel de una estrella, a la orilla de una carretera donde no hay mucha cobertura y te llegan notas de voz desordenadas para entretenerte con el mejor hobby de todos: armar el rompecabezas sonoro de quince notas de voz corticas de menos de cinco segundos cada una.
Reuben Morales es Comediante, profesor de Stand Up Comedy y escritor de humor.
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