Nuestra propuesta electoral para Guaidó, por Ángel Monagas
Twitter: @angelmonagas
En 1999, muchos dudaron y hasta votaron por el principal actor de esta tragicomedia llamada “chavismo”, falsamente revolucionario. “El enemigo es mortal”, hemos escrito y aún muchos dudan. Todavía se hacen campañas tildándolos de “ignorantes”. Pudiera creerse en la condición de algunos de esa abundancia, lo que sí debemos estar claros, es que (parafraseando a Ramos Allup) de brutalidad en el manejo de los hilos del poder, no se van a morir.
Maduro solo es fachada, detrás de él subyacen otras plataformas, otras manos que son las que mueven los hilos. Nadie llega a ser Presidente, aunque sea ilegalmente, dos veces por “maburro”. El tipo se ha bañado intestinalmente en las grandes figuras llenas de títulos, de master, de doctorados.
No es un “chofer”, nunca lo fue y no lo entendemos. Es solo la apariencia de una pieza. Detrás está toda una superestructura continental, ideológica, política.
Empezaron por infiltrar las Fuerzas Armadas. Una de las pocas instituciones, junto a la iglesia, que gozaba de credibilidad. Hoy la historia es otra, con el agravante del daño generalizado a toda la sociedad.
El debate nacional gira en torno a la realización de unas elecciones parlamentarias, que constitucionalmente corresponde hacerlas.
Muchos escenarios, el tablero de ajedrez, apenas muestra el primer movimiento de las piezas blancas.
El pueblo sigue incrédulo, desesperanzado. Ningún liderazgo se sostiene, ni en la oposición y muchísimo menos en el gobierno.
¿Participar o no? ¿Negociar o no? ¿No hacer nada y seguir esperando?
Algunos estúpidos, no tengo otro calificativo, se conforman y se alegran al decir “Estados Unidos seguirá reconociendo a Guaidó, después del 6 de diciembre”.
¿Quién le dio ese carácter de beligerancia o manto sagrado a un gobierno extranjero? Por importante que sea su apoyo, lo fundamental para nosotros no es convencer, motivar u obtener el respaldo de Trump o de quién gane, sino el apoyo del pueblo venezolano.
Las grandes mayorías, con un 99% de rechazo al chavismo, están absolutamente divorciadas del llamado G4 y de toda la oposición. Muchos “indios”, pocos “caciques”.
En Venezuela no tenemos un Uribe, un Macri, ni un Partido Popular, para enfrentar un tirano, cuya causa se legitima al mantener el poder, sin importar las formas. La popularidad o el “amor del pueblo”, no es el primer interés.
Los pueblos son movidos más por emociones que por razones, de allí lo injusto muchas veces del voto y de la misma democracia, como lo señaló hace más de 300 años antes de Cristo, el mismo filósofo griego Aristóteles.
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En nuestro caso es peor. Los vicios impuestos: Un CNE y Fuerzas Armadas parcializadas, un gobierno que no respeta el estado de derecho, etc, impiden un diálogo pulcro que interprete correctamente a las mayorías.
La propuesta
En este desolado panorama el agotamiento y aburrimiento se ha apoderado de la gente. Dos o tres veces por semana, el gobierno de Trump inventa algo para entretenernos vía redes y Maduro sigue a sus anchas. Sanciones que presionan al que ejerce el poder y también dañan al que nada tiene que ver y vive en Venezuela.
Hoy nuestra nación, es un espejismo en el desierto, que es nuestra principal fachada: No hay electricidad, no hay gasolina, alimentos y medicinas por las nubes gritan hambre, aun pueblo que si no lo mata el covid-19, lo hará la paupérrima economía.
Señor Presidente Guaidó, lo invito a pasar a la ofensiva. Menos comunicados y declaraciones vacías con “huecos discursos” y más acciones.
Prorrogar el periodo de la Asamblea Nacional como quieren muchos de sus aliados, es un parapeto tan igual como el montado el 6 de diciembre por el chavismo.
Si hoy muy pocos venezolanos atienden el llamado del legítimo parlamento, en enero 2021, auto extendido su mandato, sería de peores consecuencias al acto que lo montó a usted y que hoy todavía raya en lo jurídico.
Señor Presidente le propongo que hagamos elecciones este año.
Sí así como lo lee, si es que lo hace.
Hay más de 6 millones de venezolanos en el exterior y un rechazo casi unánime del chavismo dentro de Venezuela, aunque la gente no lo exprese.
Todos, incluso hasta los chavistas, queremos que algo pase. Que se despierte y se generen acciones para ir a un gobierno de transición.
No quieren balas ni más muertos, eso es claro.
Señor Presidente, nombre un CNE en el exilio. Ya tenemos un TSJ legitimado en el exterior, un contralor, un procurador, ¿Por qué no nombrar un CNE y convocar elecciones en los países donde hay mayor presencia de venezolanos?
Respetando incluso las disidencias, es decir, los autocalificados “chavistas ortodoxos” podrían participar.
Hay recursos financieros para hacerlos y serían más que justificados.
Dados los niveles de la tecnología moderna y tomando como ejemplo lo que sucede en otros países, la legitima asamblea, que sesiona novedosamente vía web, pudiera legislar un estatuto para favorecer la creación de un voto vía email o correo electrónico. Sobran los mecanismos de seguridad cibernética a los fines.
Qué mayor aliento al exilio venezolano, que tener la posibilidad negada por esta dictadura, de votar para elegir la auténtica asamblea nacional. Sería una feria popular en las naciones amigas, con calles desbordadas de alegría bajo el tricolor patrio.
Sobrarían elementos para rebatir el discurso oficialista de que la AN auto-prorrogada la puso “el imperio”.
Sería el imperio popular de la justicia, de la legalidad.
Esos diputados sí gozarían de legitimidad por encima de la burda elección hecha aquí.
Si otros escenarios para terminar la zozobra nacional se materializan, bienvenidos sean, sin embargo, esta acción tumbaría cualesquier intento de despojarlo a usted de ejercer la representación nacional.
Nuestra propuesta pudiera ser un antecedente para futuras acciones que restablezcan la legalidad institucional en el 2021.
Si todas las naciones que lo reconocen, le otorgan beligerancia, sería un jaque al Rey, no mate. Eso podría acorralar más a Nicolás.
Amaneceríamos en el 2021 con dos Asambleas Nacionales, una taoa amarilla electa por el chavismo y otra legitimada por más de 6 millones de venezolanos, votación que nunca ellos podrán obtener, aunque continúen falseando con esos 11 o 10 millones que ni en la época del “charlatán mayor” obtuvieron.
Críticas
Quizá no sea la mejor solución. Hay muchas observaciones y cuestionamientos. Solo establezco comparación con la desubicada tesis de la auto-prorrogación. Vale señalar que algunos diputados del G4, tras bastidores no la miran con buenos ojos.
Podría considerársele efectista y ciertamente juega un poco a eso. Es lo necesario en las vigentes circunstancias.
Con muchas dificultades técnicas, fundamentalmente para hacer un registro electoral confiable, el cual a pesar de ello, sería mucho más confiable que el elaborado aquí.
Pudiera ser una suerte de espada de Damocles para obligar al chavismo a mejorar condiciones. La gente en Venezuela es ajena a las balas y siempre preferirá la vía pacífica a la confrontación física.
Los venezolanos en el exterior serían parte vital y es beneficioso para ellos. Estarían obligados a asumir un compromiso más fuerte con la Patria que dejaron.
Caiga quien caiga
Ninguna de las tesis sobre los fundamentos que motivaron la renuncia de Rafael Simón Jiménez tiene asidero. Si quería ser diputado, no tenía que aceptar ser rector. Hay dos razones que pudieran prevalecer:
La primera: “A él lo estaba extorsionando Jorge Rodríguez. Por sus declaraciones. Le armaron un expediente, y querían destituirlo con un escándalo. Entonces él dijo…yo me voy”.
La segunda: Su hijo del mismo nombre, ocupa una alta responsabilidad en el interinato de Guaidó y la amenaza de sanciones por parte de Estados Unidos, prevaleció.
Además la verdad sea dicha, los conocimientos de Jiménez son muy diferentes a los técnicos que se necesitan para estar allí en esa mesa.
Falso que Bernabé, quedará con dos miembros, en el CNE. Su hermano tiene serios problemas de salud, a nivel pulmonar y el suplente incorporado será temporal. El TSJ prepara otro nombre, pues la designación corresponde a ellos, salvo que pudiera resolverse el impasse con la AN legítima.
No obstante es contrario a la verdad, el que exista un comité de postulaciones.
Los chavistas no van a tolerar a un solo hombre con dos votos y le tienen mucho “temor”, al locuaz Fuenmayor Toro.
La verdad verdadera
Muchos diputados de la actual AN, quieren ser candidatos. La velada y manipulada presunta amenaza de sanción de EEUU, los asusta y les impide dar el paso.
Por otra parte, es mucho el dinero que les adeuda la AN. Si les pagan, muchos después de las navidades no los veremos en un largo tiempo.
Nno fue una apuesta
Cuando señalé la futura y hoy pública postura de los gobernadores adecos, no lo hice jugando a “pegarla”. Fue simple lógica.
El actual escenario, salvo que ocurra una cosa distinta, solo señala elecciones en el 2021 para Gobernadores y Alcaldes. Todo el que quiera ser, debe participar en este proceso. Sería un contrasentido y antiético, decir una cosa hoy y otra mañana.
El día martes aseguramos en Redes (twitter-facebook) que Uribe iría preso, no porque era culpable, sino por otro juego de alta política de Uribe-Duque. Después les explicaré.
Hago mías las palabras de Carlos Alaimo del Partido Centro Democrático en Venezuela: “El tema Líbano y Uribe seguirán vigente por la significación que eso tiene”.
“A Uribe no se le perdona su éxito ya que cambió la historia de su país y arrodilló a la guerrilla. Eso es lo que está pasando. Por eso el tema hay que seguirlo para concientizar a la ciudadanía de lo significa socialismo y autoritarismo”.
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