Nueva resolución complica emigración de niños y causa despelote en familias separadas
El coordinador de Cecodap especifica que la más reciente resolución lo que hizo fue formalizar que con poderes administrativos no pueden delegarse «autoridades propias de la patria potestad»
A finales de julio pasado, en los albores de las vacaciones escolares, el Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren) emitió la resolución DG 00781 CJ-0230-CN00789 que prohíbe autenticar permisos de viaje para niños y adolescentes por medio de un poder general o un poder especial.
La migración venezolana ya supera las 4 millones de personas, según registros de Acnur, y ha producido un fenómeno: el de los niños «dejados atrás». Se trata de padres que dejan a los menores de edad a cargo de el otro progenitor, o en manos de abuelos u otros familiares. Hasta ahora, lo administrativo era resuelto dejando un poder notariado que le diera potestad a ese adulto de tomar decisiones con respecto al pequeño.
Ahora esos documentos no tienen validez. Ya no se puede viajar, por ejemplo, usando esos «poderes» para reencontrar familias. Tampoco hacer inscripciones escolares y otras diligencias del mismo tenor.
Carlos Trapani, coordinador de Cecodap, explica que el 1 de febrero ya hubo una resolución del Saren que decía que las notarías se tenían que abstener de autenticar documentos de viaje para niños a través de un poder. “Es decir, un papá o una mamá que deja un poder autorizando al otro, desde esta resolución está prohibido”, recuerda.
El abogado aclara que la más reciente decisión del Saren lo que hizo fue incorporar un artículo según el cual con los poderes “tampoco puede delegarse autoridades propias de la patria potestad. Mamá y papá no pueden transferir sus responsabilidades con un poder a otras personas porque eso corresponde a procedimientos especiales de tribunales de protección de menores”, detalla.
Yohana Pérez* migró hace un año a Perú y dejó a su único hijo a cargo de unos tíos políticos sin ningún tipo de permiso. El padre del niño también quedó en Venezuela, pero lo veía solo los fines de semana. A principios de agosto, la madre regresó al país para llevarse a su pequeño de ocho años hasta Lima.
Ninguno de los padres conocía de la nueva resolución, pero igual el papá se negó a firmar un permiso de viaje pues no quería que el niño se fuera a vivir fuera del país. Esto no fue impedimento para que la madre, angustiada y enfadada, saliera el miércoles 7 de agosto por La Bandera con destino a San Cristóbal.
«Si en la frontera me piden el permiso para llevarme al niño, lo paso por trochas así tenga que pagar lo que tenga que pagar; pero a mi hijo me lo llevo”, afirmó Pérez.
El jueves llegaron a San Antonio del Táchira y la Guardia Nacional los detuvo para indagar qué llevaban en la maleta. Sacaron todo, revisaron, pero en ningún momento preguntaron por algún documento del niño, de quien únicamente llevaban la partida de nacimiento. “Ni siquiera me preguntaron si era mi hijo”, contó Pérez, quien pudo cruzar a Colombia sin ningún problema.
La historia de Yohana Pérez y su hijo representa lo que Carlos Trapani denomina “migración más insegura”, donde quienes consideran el trámite engorroso deciden irse igualmente sin hacer los trámites, poniendo al niño en riesgo.
Para casos como el de Yohana Pérez y su hijo, Cecodap recomienda aplicar el ejercicio unilateral de la parentalidad. Es decir, uno de los padres acude a un tribunal de protección, declara que se va a mudar de país y el otro le transfiere unilateralmente la paternidad, lo que permite realizar sin dificultades los trámites de viaje. Esta medida es revisable.
La ley y los tipos de viaje
Inicialmente, la ley establece dos tipos de permisos dependiendo del viaje: si es dentro de Venezuela o al exterior. Si el menor viaja dentro de Venezuela con alguno de los padres, no necesita autorización del otro representante. Si el niño viaja dentro de Venezuela solo o con una tercera persona, sí necesita la autorización de ambos padres.
En el caso de que el viaje sea internacional, existen tres supuestos: si el niño viaja con uno de los padres, requiere el permiso del otro. Si viaja solo o si viaja con una tercera persona, requiere autorización expresa de mamá y papá.
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El único caso en que la autorización no es necesaria para un viaje al exterior, es cuando viaja con ambos padres.
El coordinador de Cecodap afirma que “el Saren lo que hace es poner orden a una situación irregular en cuanto al manejo de los poderes”; pero reitera que el principal problema de la resolución es la desinformación y que hay muchas familias a las que le han otorgado poderes y los padres de los menores están fuera de Venezuela.
No obstante, un progenitor que está fuera del país también puede otorgar autorizaciones de viaje en los consulados de Venezuela en el país donde se encuentra y si no hubiera consulado, deberá hacer un documento notariado; el cual debe ser enviado a Venezuela, dependiendo del país, con las traducciones y apostillas correspondientes.
Pérdida de contacto con mamá o papá
En el caso de que mamá o papá se hayan ido del país, si quien haya quedado a cargo de los hijos en Venezuela pierde contacto con ellos, el permiso de viaje sí se puede tramitar, pero directamente ante un tribunal de protección.
Asimismo, “si un papá está impedido de dar la autorización o hay desacuerdo en el otorgamiento del permiso, es un tribunal de protección el que decide”, explica Trapani.
A juicio del representante de Cecodap, “el problema se da porque el Estado ha generado mayores confusiones, sobre todo porque debe haber un régimen transitorio en la aplicación de esta resolución”, y se pregunta: “¿qué pasa con padres que se han ido y le han dejado al otro un poder?, ¿qué pasa cuando ambos padres se han ido del país y han dejado al niño con otro cuidador?”.
Las dificultades de la resolución
Carlos Trapani dice que cuando se analizan los casos particulares, se observa que hay cualquier cantidad de dificultades donde la resolución no da respuestas. El llamado que hace el experto al Estado es a pensar en los casos específicos y dar soluciones.
El abogado recuerda que los niños son vulnerables a ser supuestos de sustracción, tráfico o trata y recuerda que esta ley “busca generar un mecanismo donde el niño esté protegido, no pierda el arraigo con su país y no pierda la comunicación con su padre”; pero advierte que los procedimientos han sido engorrosos y que con esta resolución se pueden generar mayores espacios para la discrecionalidad o para los abusos por parte de las notarías que pueden “obstaculizar el libre tránsito de los niños».
Otro de los problemas que desde Cecodap identifican es que el Estado no sopesó los costos y las dificultades que impone, especialmente porque la migración venezolana es forzada y le ha generado gastos extraordinarios a las familias. En este caso, además, “se les está imponiendo a los padres hacer un pago para poder tener acceso al servicio consular”, denuncia Trapani.
Por si fuera poco, la resolución salió justo en la temporada de vacaciones escolares y muy próximo a las vacaciones de los tribunales. Por lo tanto, padres que otorgaron poderes, se quedaron sin respuestas.
Desde la perspectiva de Carlos Trapani, la resolución está pensada para la capital y no se ha pensado en estados o provincias porque considera que a esta resolución solo podrán acceder quienes tengan los recursos y las capacidades para hacer frente a todos los trámites porque implica ir a los tribunales, contratar un abogado, tener tiempo y disposición para activar el mecanismo.
De acuerdo con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) hasta junio de este año más de cuatro millones de venezolanos habían migrado para huir de la violencia, la inseguridad, las amenazas, la falta de comida y medicinas, entre otros servicios esenciales.