FOTOS | Nuevo cono monetario puso un candado a los comercios de Sabana Grande
Las cadenas de tiendas: Dorsay, Solo Chicas y Pima, son algunas de las que se mantienen cerradas para adaptar sus precios a la nueva reforma monetaria
Es jueves, pero los comercios de Sabana Grande parecen no darse por enterados, las santamarías siguen abajo entre candados. Ese pasaje comercial que en la década de los 80 recibía a turistas de todas partes y ostentaba tener las firmas más reconocidas de la industria de la moda, luce hoy sombrío y con señales de no volver a despegar.
Las cadenas de tiendas como Dorsay, Solo Chicas y Pima, son algunas de las que permanecen cerradas desde que comienza el bulevar en Plaza Venezuela hasta que termina en Chacaíto. Un cartel recibe a quienes se asoman con mensajes similares a este: “Disculpe las molestias causadas, cerrados por ajuste del nuevo cono monetario”.
Las rejas son de color gris, se puede apreciar sin hacer mucho esfuerzo porque la mayoría de las tiendas están cerradas. Yedelbith Mejías atiende en la zapatería Chantal, cuenta que sus vecinos no han abierto y sospecha que se debe a la reforma monetaria que comenzó a regir en el país a partir del 20 de agosto. Esto se convirtió en una oportunidad para ellos, pues asegura que han tenido buenas ventas.
Sobre los precios de los zapatos en Chantal, señala que son los mismos que mantenían antes del 20 de agosto, solo que ahora están reconvertidos y tienen cinco ceros menos, en ese sentido, defiende que ellos no especularán como cree que lo harán el resto de los locales.
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Al lado hay un parador llamado La Tinaja en el que venden empanadas, jugos, licores, parrillas o almuerzos ejecutivos. El dueño refiere que la clientela ha estado “más o menos”, sin embargo, agrega que no han tenido dificultades para cobrar y que “poco a poco” ha ido llegando el efectivo, un bien que en los últimos meses llegó a ser vendido en el país hasta con 100% de sobreprecio y que estimuló compras donde el artículo resultaba más caro si se cancelaba por puntos electrónicos.
A las afueras de Galerías Bolívar, un pequeño centro empresarial, se encontraban unos 20 efectivos policiales, a eso de las 10:30 am, probablemente por la convocatoria hecha por el Frente Amplio, una fracción opositora que, se citó allí a esa hora para rechazar las medidas económicas anunciadas por el mandatario Nicolás Maduro el 17 de agosto, entre las que desatacan aumento salarial de 6.000% y un incremento en el IVA, el cual pasó de 12% a 16% para todos los bienes y servicios.
Los comerciantes no solo deben ajustarse a una reforma monetaria, sino que además deben revisar sus estructuras de costos y su capital para ver cómo cancelarán los salarios de 1.800 bolívares soberanos (180.000.000 de los anteriores).
A pesar de que los transeúntes llenan las calles con suelos de adoquines, la vida comercial parece estar detenida. Más adelante casi al llegar a Chacaíto, una vendedora en una feria itinerante de libros, expresa que tienen punto de venta y que hasta ahora todo lo han cobrado por esa vía, en cuanto a las ventas dice que están pasmadas, porque “la gente todavía está desconcertada por la reconversión”.
Otra mujer encargada de una farmacia, indica que ellos siempre tienen algo de público, debido a que las personas necesitan sus medicinas al valor que sea, además cuenta que deben explicarle detalladamente los nuevos precios a los consumidores porque la mayoría no los entiende.
Hasta ahora el programa económico de Nicolás Maduro no ha sido conocido en su totalidad, todavía faltan los precios de la gasolina que, según el mandatario quedarán fijados a tasas “internacionales”. A pesar de que faltan esas otras medidas, desde ya, las asimiladas por la población parecen haber dejado un clima más desolador en una economía que se mantiene en recesión desde hace cinco años y que a partir de 2017 entró en una vorágine hiperinflacionaria que terminó de enterrar el poder adquisitivo de los venezolanos.