Nuevo formato para el mundial, misma Vinotinto de siempre, por Gustavo Franco
Twitter: @GusFrancoH
En el lapso de unos pocos días se supo que José Néstor Pékerman salió de la selección de Venezuela tras un breve paso al mando de la Vinotinto. Ya se sabía que el Mundial Canadá, Estados Unidos y México tendrá 48 selecciones y recientemente se conoció el formato de competición, que constará de 12 grupos y tendrá 104 partidos. La Conmebol, confederación sudamericana de fútbol de la que forma parte Venezuela, tendrá seis cupos y medio para ir a la Copa del Mundo. Es decir, de nueve selecciones que compiten en la fase de clasificación, seis podrán ir de forma directa. La séptima clasificada irá al repechaje. O, lo que es igual, dos selecciones de nueve se quedarán sin posibilidad de ir al mundial.
Esto es una muy buena noticia para la selección venezolana. Y lo sería más, si no fuese por el hecho de que se están repitiendo algunas cuestiones que en el pasado le ha pasado una enorme factura a la selección. Esto es, el hecho de que a seis meses de que empiece la fase de clasificación al mundial se haya tenido que poner a un nuevo entrenador debido a la renuncia de Pékerman.
Y aunque su sustituto es el que fuera asistente técnico del ya exentrenador, la situación no es ideal. Fernando «Bocha» Batista tendrá que ejercer su liderazgo de forma rápida y reagrupar a los jugadores para que sientan que sí hay oportunidad de ir a un mundial. Afortunadamente, el camino andado con Pékerman no ha sido en vano porque al mando queda alguien que comulga con su visión.
Lo peor del caso es que nuevamente hay el runrún de promesas incumplidas e impagos, porque ya es una situación que ha trascendido entrenadores e incluso juntas directivas de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF). En todo este clima, es una excelente noticia que la estructura que armó Pékerman no fue desarmada. Porque lo peor que podría pasarle a esta selección es que se quede sin la visión con la que decidió casarse cuando Pékerman fue elegido para el cargo de entrenador.
La generación sub20 que llegó a la final de un mundial, capitaneada por Yangel Herrera, está siendo desaprovechada enormemente. Una situación que en buena medida refleja lo que viene siendo el país. Lleno de talento, que por las circunstancias no se ha podido aprovechar.
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¿Qué puede pasar para que la Vinotinto no fracase una vez más (Cuando sólo dos selecciones se quedan fuera del mundial, esto se le debe llamar fracaso)? En primer lugar, el «Bocha» Batista tiene que demostrar talante para convencer a los jugadores de que sí lo pueden lograr. Buena parte de lo que pueda hacer, o no, la selección está ligado con la capacidad de perseverar en la visión del cuerpo técnico que permanece junto a Batista que domina la visión «pekermaniana». En segundo lugar están los jugadores, que no tienen nada que envidiar a los jugadores de la gran mayoría de las selecciones. Efectivamente, quitando a Argentina, Uruguay y Brasil, no existe una gran brecha entre la Vinotinto y otras selecciones y esta selección tendría que competir al menos.
Al final, todo radica en dejar de hacer lo que históricamente nos hemos hecho. Hay que permitir que las personas que tienen visión, la logren plasmar mediante el trabajo. Desafortunadamente, este último episodio en la saga de la Vinotinto no ofrece demasiadas esperanzas.
Gustavo Franco es periodista deportivo. Es editor del portal web Línea de Tres
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