Nuevos aires en el CNE, por Griselda Reyes
Twitter: @griseldareyesq
El país está entrampado, polarizado. Los avances en materia electoral de nuestro pasado reciente se han desvanecido los últimos años, pero hoy parecemos ver una luz al final del túnel: el nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE). Este ente, recién designado por la actual Asamblea Nacional en su afán de legitimidad, tiene una oportunidad de oro para poner orden y devolver a los venezolanos a las urnas electorales.
Ya hemos hecho público ante el país nuestro beneplácito por la designación de hombres con profundo talante democrático como Roberto Picón, Enrique Márquez, León Arismendi y Francisco Martínez al frente de las distintas entidades del organismo comicial.
Ahora, y aunque reconocemos sus primeros esfuerzos por abonar el camino con condiciones mínimas para blindar el proceso electoral previsto para el venidero noviembre, sabemos que es una tarea titánica a la que se enfrentan.
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No tenemos bola de cristal para saber si de aquí a la fecha comicial se podrán concretar todas las garantías que esta semana anunciaron desde el CNE se han abocado a trabajar. Pero sí estamos convencidos de que hay algunas que deben cumplirse necesariamente: depuración del Registro Electoral, reinstitucionalización de los partidos políticos, eliminación de puntos rojos, cronograma electoral claro; encabezan esta lista.
Especial atención nos merece el tema de las organizaciones políticas, y es que no se nos pueden seguir vulnerando nuestros derechos a ciudadanos que, a pesar de todas las adversidades, siempre hemos creído, defendido y apostado a la vía electoral como única alternativa real para solucionar la terrible crisis que nos aqueja como país.
Ya lo han dicho desde académicos hasta ciudadanos de a pie con quienes nos topamos a diario en nuestro quehacer: no hubo, no hay, ni habrá marines en intervención extranjera alguna que vengan a solucionarnos nuestros problemas. La salida está en cada uno de nosotros.
Ante la falta de «todas las opciones sobre la mesa» y las falsas promesas que le hicieron a nuestra gente, la única opción está en la mesa donde repose la máquina electoral.
La vía es política y está hoy en manos de los hombre y mujeres que encabezan el CNE. Reiteramos: la patria os premiará si nos confieren unas elecciones limpias y transparentes que nos permita empezar a legitimarnos como país.
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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