NYT: En las escuelas de Venezuela los estudiantes se desmayan de hambre
Los desmayos en la escuela primaria se han convertido en episodios habituales, porque muchos estudiantes van a clases sin haber desayunado o incluso sin haber cenado la noche anterior
La severa crisis que afecta a Venezuela desde hace unos años atrás, está acabando con el sistema educativo del país. El mismo que alguna vez fue el orgullo de una nación y que, durante décadas fue el motor que hizo que el país fuese uno de los de mayor crecimiento en la región.
Así lo dio a conocer un trabajo del diario norteamericano New York Times, donde señalaron que estudiantes del país están dejando las aulas de clase para buscar comida y colaborar en sus hogares.
“No se puede educar a un pueblo hambriento y esquelético”, dice Maira Marín, profesora y dirigente sindical en Boca de Uchire.
Los desmayos en la escuela primaria se han convertido en episodios habituales, porque muchos estudiantes van a clases sin haber desayunado o incluso sin haber cenado la noche anterior. En otras escuelas, los niños quieren saber si se ofrecerá algún tipo de comida antes de decidir ir.
En el pasado, estas escuelas y liceos les ofrecían a los niños, incluso en zonas remotas, una buena oportunidad para ingresar a las mejores universidades del país, las cuales a su vez les abrían las puertas a los mejores colegios de Estados Unidos y un lugar dentro de la élite venezolana.
El hambre es apenas uno de los muchos problemas que deterioran la situación actual. Millones de venezolanos han huido del país en años recientes, mermando por igual las filas de estudiantes y profesores. Muchos de los educadores que quedan se han alejado de la profesión, ya que sus sueldos han perdido casi todo su valor debido a años de hiperinflación implacable, reseñó NYT.
Según expertos y profesores, el colapso del sistema educativo en Venezuela no solo está condenando a una generación entera a la pobreza, sino que amenaza con hacer retroceder el desarrollo del país varias décadas y retrasar severamente su potencial crecimiento.
“Se está abandonando a una generación entera”, dice Luis Bravo, investigador educativo de la Universidad Central de Venezuela, en Caracas. “El sistema educativo actual no les está permitiendo a los niños convertirse en miembros valiosos de la sociedad”.
Algunos niños venezolanos se están quedando en casa porque muchas escuelas han dejado de ofrecer alimentación o porque sus padres ya no pueden costear uniformes, útiles escolares o pasajes de autobús.
Otros se han unido a sus padres en una de las más grandes crisis de desplazamiento del mundo: alrededor de 5 millones de venezolanos han huido del país desde 2015, de acuerdo con cifras de Naciones Unidas.
De acuerdo con la Federación Venezolana de Maestros, miles de los 550.000 profesores del país no se presentaron a las aulas cuando las escuelas reabrieron en septiembre.
Para aumentar la cantidad de profesores, Maduro prometió en agosto enviar miles de miembros jóvenes del partido gobernante a los salones de clases. Expertos en educación afirman que muy pocos de estos militantes sin formación añadirán algún valor pedagógico o se presentarán siquiera a las escuelas.