Obama para todo el mundo
A un mes del día electoral, la batalla electoral norteamericana ya está perfilando una definición. Barack Obama, en los últimos sondeos, tiene una ventaja entre 8 y 10 puntos sobre su rival, John McCain.
Si no hubiera otras razones que el catastrófico paso de George Bush por la Casa Blanca, así como la evidente superioridad intelectual de Obama sobre McCain, así como la coherencia de sus posturas políticas con con su inspirador discurso, este minicronista no habría vacilado en apostar por Obama. Pero, ahora, en medio del tsunami financiero que asola la economía norteamericana, ninguna duda puede caber sobre la victoria del negro.
En la historia de los Estados Unidos jamás ha ganado las elecciones el partido al cual agarra una crisis económica en el mando. Esta vez no tiene por qué ser una excepción, sobre todo si se tiene en cuenta que el elector yanqui no pierde de vista que el gobierno del Bush es el principal responsable de la crisis. No sólo porque mantuvo y aplicó los conceptos neoconservadores en asuntos económicos -todas esas pamplinas sobre el mercado que se autorregula-, sino porque la gente no olvida que recibió un gobierno con superávit fiscal y que durante sus ocho años, los gastos trillonarios de la estúpida invasión a Irak, han generado un déficit brutal en las finanzas, produciendo desequilibrios económicos, que ya bastante antes del crash financiero produjeron una caída en barrena de la aceptación del presidente, cuyo déficit mental hoy es plenamente visible para sus paisanos.
Aún sin la crisis bancaria, Mc Cain no tenía vida. El primer debate entre ambos dejo muy clara la superioridad de Obama. Para colmo, lo que los Repúblicanos creyeron que era su arma secreta, la señora Palin, ha resultado un búmeran. La idea de que la tipa era como el promedio de la mujer gringa, se estrelló contra la la evidencia de que sería una irresponsabilidad votar por una fórmula que incluye a una persona que eventualmente podría asumir la presencia sin tener la más mínima idea de por donde le dan tablas.
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