Observatorio Venezolano de Prisiones: En el retén de Cabimas no dan las cuentas
El Observatorio Venezolano de Prisiones detalló que para este 2021, ya se adelantaba el cierre del retén de Cabimas, razón por la cual se hicieron “algunos traslados a tribunales”, así como revisiones en el mes de junio y julio; a lo que agregaron que “jamás se habló de grandes liberaciones”
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció este viernes un “desbarajuste” en las cuentas de los reclusos del extinto retén de Cabimas, al que calificaron como “centro de operaciones de mucha bandas y escenario de cientos de muertes”, el cual fue demolido el pasado martes 26 de octubre.
La organización señaló que tras un monitoreo realizado durante los últimos tres años, la principal causa de muerte en reclusos correspondió a condiciones de salud. “El equipo de OVP pudo trasladarse al Retén de Cabimas en el primer semestre del año y constató las condiciones inhumanas en las que convivían los 1.028 reclusos”.
En este sentido, aseguraron que solo en el recinto penitenciario se contabilizaron 117 reclusos con tuberculosis, una enfermedad respiratoria que se contagia por la expansión de gotitas de aerosol suspendidas en el aire y expulsadas por personas con enfermedad pulmonar activa.
“Los presos estaban distribuidos en cuatro áreas del Retén de Cabimas y según la información recabada en ese momento eran 70 los enfermos que estaban en el pabellón A, 18 presos en el pabellón B, 22 enfermos en el pabellón C y en el área de funcionarios 7 presos enfermos, para un total de 117, de los cuales 72 estaban en muy graves condiciones”, señala el informe de la organización.
Asimismo, aseguraron que dentro del mismo centro penitenciario también coexistían reclusos con diferentes patologías, quien, de igual manera, necesitaban atención médica. “Los presos de Cabimas no tenían acceso a atención médica, al menos que llegara una jornada que las hacían esporádicamente, y no había traslado a tribunales”.
De igual forma, denunciaron que los privados de libertad convivían entre el hacinamiento, la basura y además tenían limitado el consumo de agua potable. “Ellos debían adquirirla, porque no les llegaba agua por tubería y solo tenían acceso a pozos, pero el agua que llegaba era del lago de Maracaibo, un líquido totalmente salada y contaminada que no es acta para el consumo humano”.
De acuerdo con el secretario de Seguridad del estado Zulia, Ricardo Lugo, en el Retén de Cabimas se encontraban un total de 417 reclusos penados y unos 611 procesados, para un total de 1.028 privados de libertad.
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Números que no cuadran
En una cronología, el Observatorio Venezolano de Prisiones detalló que para este 2021, ya se adelantaba el cierre del retén de Cabimas, razón por la cual se hicieron “algunos traslados a tribunales”, así como revisiones en el mes de junio y julio; a lo que agregaron que “jamás se habló de grandes liberaciones (…) Solamente se conocía a través de los mismos reclusos que llegaban algunas libertades”.
En este sentido, hicieron referencia a la llamada Comisión para Revolución Judicial y al traslado de los magistrados al recinto penitenciario; al tiempo que añadieron que desde el ente judicial no se emitieron las cifras exactas las personas liberadas.
“Yonder Durán, diputado de la Asamblea Nacional y quien presidía la comisión para la revolución judicial, el 7 de septiembre público en su cuenta en Instagram que hubo una liberación masiva en el retén de Cabimas (…) Los presos habían informado que eran 240, pero oficialmente se indicó que fueron 259, dando un total, con los 80 ya liberados, de 339 (…) Aunque otras publicaciones oficiales del mismo representante hacen referencia a 370 liberados y según informaron ese mismo día, los presos calculaban una población que sobrepasaba los 400 presos que quedaban dentro del retén”, señaló en su informe la OVP.
De la misma forma indicaron que tras las liberaciones masivas, a principios de septiembre, no se recibieron otras cartas de libertades y que según las cifras oficiales, la población del penal sobrepasaba los 300 reclusos.
Sin embargo, tras la vacunación contra la covid-19 realizada el 14 de octubre, la población del recinto carcelario ascendía a 213 reclusos, lo que consideran “inexplicable” ya que no existieron más liberaciones en masa.
“El 23 de octubre llegaron otros autobuses y sacaron al resto de la población 64 reclusos, un grupo fue trasladado para el Centro de Formación Winnie Mandela y otro grupo menor fue enviado a calabozos policiales, en total 198 traslados, más dos libertades para un total de 200 (…) Tomando en cuenta la cifra dada el día de la vacunación existe un faltante de 13 reclusos, es de resaltar que no habían sido otorgadas otras libertades salvo una humanitaria”.
La organización civil señaló que al menos dos oportunidades se evidenciaron episodios de violencia entre los funcionarios del Conas y los “pranes” o líderes negativos de ese recinto por el tema de los traslados.
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