Opacidad e inconsistencias marcan la ruta de las vacunas rusas para el personal de salud
El gobierno de Nicolás Maduro anunció que desde el 18 de febrero de 2021 se comenzarían a aplicar las 100.000 vacunas rusas Sputnik V que llegaron en el primer lote importado. Hasta el 12 de marzo, no es posible determinar a dónde fue distribuido el 34% de esos fármacos. El análisis de los anuncios oficiales revela además criterios poco consistentes en las cantidades entregadas a cada estado. Mientras tanto, los trabajadores de salud, los más vulnerables, siguen expuestos al covid-19
Orianny Granado | Víctor Amaya
El 13 de febrero 100.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra la covid-19 llegaron a Venezuela. En una primera instancia estarían dirigidas a inmunizar al personal sanitario, a partir del 18 de febrero, según anuncio oficial.
“Vamos a empezar a vacunar en esta primera etapa a todo el personal médico, a todo el personal sanitario, a las 14.000 brigadas de visita casa por casa; a todo el personal de trabajo social que permanentemente también anda visitando hogares, al personal de seguridad que anda en las calles protegiendo a la gente –tanto policía como militar– y autoridades que andan en la calle”, dijo ese día Nicolás Maduro.
No obstante, las dosis no llegaron de la manera en que fue prometido. Y, más allá, la opacidad se ha impuesto impidiendo tener certezas sobre el destino de ese primer cargamento de dosis importadas desde el Instituto Gamaleya.
Casi un mes más tarde, el sábado 6 de marzo, Maduro afirmó que ya el 60% de las vacunas rusas habían sido aplicadas, según declaraciones publicadas por Telesur a propósito de su propia vacunación. Al día siguiente, el mandatario aseguró que el 70% de aquellas 100.000 dosis de la vacuna Sputnik V habían sido destinadas al personal de salud.
Pero hasta ahora no se sabe con seguridad el esquema de distribución y aplicación del fármaco ruso. De acuerdo a los reportes del Estado y a los anuncios dados por distintas autoridades oficialistas, unas 54.535 dosis de Sputnik V fueron enviadas a 16 estados. El destino del resto, es un misterio. Un documento de la gobernación de Táchira permite incluir lo asignado a otras cuatro entidades. Eso sí, en ningún caso las cuentas sobrepasan el 66% de lo importado.
Además, solo 60 centros de salud fueron designados para recibir las vacunas Sputnik V. “60 centros centinelas hoy tienen ya su congelador, su equipo de vacunación capacitado, tienen la lista de los que están en primera línea (…) el personal de terapia, de los triajes respiratorios, de la sala covid-19, toda esa lista de personas la tenemos en una data que se ha venido levantando en las últimas semanas”, dijo entonces el ministro Carlos Alvarado.
Cojedes con favoritismo en vacunas
El 18 de febrero, cuando en radio y televisión Delcy Rodríguez y el ministro de Salud Carlos Alvarado anunciaban el inicio de la primera fase de inmunización, la viceministra de Redes y Salud Pública Marisela Bermúdez decía que “en Caracas vamos a inmunizar a más de 11.000 trabajadores de la salud de manera progresiva y escalonada”. No especificó cuánto era ese «más de».
Según los datos oficiales, la segunda entidad con mayor cantidad de vacunas asignadas fue Miranda, con 7.000 dosis para seis hospitales. Por su parte la autoridad única de Salud de La Guaira, Yadira Castillo, informó que en ese estado costero se estimaba vacunar a 6.700 trabajadores de la salud.
Por tanto, en estos tres territorios se concentró la distribución de unas 24.700 dosis, de las 100.000 importadas en el primer cargamento. Allí va entonces 24,7% del total.
A Aragua llegaron 4.130 dosis y a Cojedes 3.620. La diferencia de apenas 510 dosis -ó 12,35%- contrasta con la brecha poblacional entre ambas entidades. Según el registro del Consejo Nacional Electoral, en tierras aragüeñas viven casi dos millones de personas, mientras que en territorio cojedeño apenas habitan 427 mil.
Cojedes también recibió más vacunas que Carabobo, a donde se asignaron 2.500 dosis que, según dijo la directora regional de epidemiología, Carol Dávila, se destinaron a la ciudad hospitalaria Doctor Enrique Tejera en Valencia y en el Hospital Adolfo Prince Lara en Puerto Cabello. En ese estado viven 2,6 millones de personas.
Que el estado natal de Cilia Flores parezca consentido en la repartición de vacunas vuelve a quedar en evidencia al conocer que al Zulia se le asignaron 4.000 dosis, apenas 380 más según declaraciones de voceros oficiales. En esa entidad occidental residen 4,4 millones de venezolanos, más de 10 veces más.
Hasta aquí la cuenta total suma 38.950 dosis, equivalente al 38,95% del primer cargmento de 100.000 Sputnik V que serían destinadas para el personal de salud, según promesa oficial.
Lara, el estado castigado
En la región centro-occidental también están Guárico (3.400) y Portuguesa, que repartió sus 2.380 fármacos a partes iguales entre el Hospital Centinela Jesús María Casal Ramos de Acarigua y el Hospital Centinela Dr. Miguel Oraá de Guanare.
En Barinas se recibieron 2.300 -1.700 dosis al Hospital Razetti y 600 al Materno Infantil Samuel Darío-, mientras que para Yaracuy se informó de 2.160 vacunas llevadas todas al Hospital Central de San Felipe.
Son todos números que constrastan con los de Lara. El estado gobernado por Adolfo Pereira (PSUV) recibió apenas 630 dosis para ser divididas entre el hospital Juan Daza Pereira de Barquisimeto y el hospital José Velásquez Mago en Sarare. Esto, a pesar de que su población, acorde al registro electoral, es de 2,1 millones de personas, más de la mitad de la sumatoria total de los tres estados antes mencionados.
Es Lara, de hecho, el estado que recibió menor cantidad de vacunas en todo el país. No obstante, es la entidad que se ubica en el sexto puesto en cantidad de casos (5.995 al 11 de marzo de 2021), solo por detrás de Distrito Capital, Miranda, Zulia, Táchira y Yaracuy.
En contraste, Cojedes es el cuarto estado con menor cantidad de casos, con apenas 1.027, solamente teniendo por debajo a Guárico, Amazonas y Delta Amacuro. Pero es el sexto con más vacunas entregadas.
En las cifras oficiales también se mencionan las cantidades entregadas a estados orientales como Anzoátegui (1.920), Nueva Esparta (1.000), Delta Amacuro (1.000) y Monagas (795).
En total, funcionarios han revelado el paradero de 54.535 dosis del fármaco enviado por Moscú. El otro 45,47% de las 100.000 dosis no tiene un paradero cierto, siendo además que entidades como Apure, Trujillo, Mérida y Falcón son las grandes ausentes de la vocería oficial sobre distribución de vacunas. En el caso de los estados Bolívar y Táchira sí hubo pronunciamientos, por parte del gobernador Justo Noguera y el autodenominado protector Freddy Bernal, respectivamente, aunque ninguno dio cifras sobre las dosis recibidas.
Nicolás Maduro ha reiterado que la vacunación en Venezuela prioriza al personal de salud pero también a funcionarios policiales y militares, militantes del movimiento Somos Venezuela, y funcionarios de alto nivel, como los diputados de la Asamblea Nacional controlada por el chavismo. El propio gobernante y su esposa Cilia Flores fueron inmunizados el 6 de marzo, cuando afirmó falsamente que lo hacía porque ya todo el personal de salud había recibido las respectivas inyecciones.
En Táchira se develaron otros números
Aunque un día después del anuncio oficial de que había arrancado el plan de inmunización contra la covid-19 Freddy Bernal anunció con algarabía que la vacunación comenzaba en Táchira priorizando a los médicos Hospital Central de San Cristóbal, adscrito a la gobernación.
No brindó cifra alguna, pero su entusiasmo contrastó con la denuncia que hizo en Twitter ese mismo día la gobernadora Laidy Gómez, al respecto de vacunas Sputnik V asignadas a ese recinto hospitalario pero presuntaente desviadas a otros centros de salud.
#19Febr #ATENCION vacunas COVID asignadas para Táchira.
Exigimos que sea vacunado todo el personal del @HCentralSC único centro hospitalario centinela en la entidad 👆🏻
Denunciamos desvío del material biológico, a otros centros hospitalarios. @opsoms @MinSaludVE pic.twitter.com/LiDVDvrCPB
— Laidy Gomez (@laidygomezf) February 19, 2021
La denuncia, que iba a dirigida a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) así como a los representantes del Ministerio de la Salud, se acompañó de la fotografía de un documento que revela las cantidades de fármacos asignadas no solo a esa entidad, sino a varios estados de los que no se conocía ningún dato, así como incongruencias con los datos suministrados por vocerías oficiales al respecto de otros estados.
De acuerdo con este escrito, al estado Táchira se le asignaron 3.068 dosis, desagregadas en 2.300 para el hospital Dr. José María Vargas en San Cristóbal y 768 al Hospital Dr. Patrocinio Peñuela Ruíz.
El papel también muestra que a Mérida se le asignaron 3.560 dosis, a Trujillo 1.626 y a Sucre 958 inyecciones.
Detallando cuántas vacunas mandaron
El documento de Laidy Gómez divulgado el 19 de febrero de 2021 incluye incongruencias en la cantidades de dosis entregadas a diferentes estados. Al día siguiente fue cuando la Autoridad Única en Salud del estado Miranda, Marelia Guillen, habló de 7.000 vacunas asignadas a ese estado. Pero el papel mostrado por la gobernadora de Táchira detalla que en realidad serían 7.646.
De igual forma ocurre en Portuguesa, donde el gobernador Rafael Calles anunció que «llegaron 2.380 dosis de la vacuna Sputnik-V, 1.190 distribuidas en el Hospital Centinela Jesús María Casal Ramos de Acarigua y 1.190 en el Hospital Centinela Dr. Miguel Oraá de la ciudad de Guanare». Pero el listado hecho público por Laidy Gómez devela que habría un faltante de por lo menos 18 dosis; un redondeo de cifras hecho por Calles a su favor.
Al contrario, en Nueva Esparta el redondeo fue hacia abajo. La autoridad única de salud de esa entidad, María Velásquez, dijo a través de una nota de prensa que habían arribado más de 1.000 vacunas, pero el documento con el detalle ubica el número preciso en 1.175 dosis para la isla. Detalla además que serían 1.092 dosis para el hospital Luis Ortega y 83 para el Centro de Diagnóstico Integral Valle Verde.
Sumando los datos del documento de la gobernadora tachirense a los ya hechos públicos por otras autoridades, la suma total de vacunas asignadas para hospitales del país es 65.831, lo que representa menos del 66% de las primeras 100.000 dosis de la Sputnik V.
En cualquier caso, la distribución de los fármacos rusos no se corresponde con el mapa de incidencias de casos en relación a la población de cada entidad, como lo reflejan los datos presentados por Cendes.
Los médicos siguen desprotegidos
De acuerdo con la ONG Médicos Unidos Venezuela, hasta el 8 de marzo habrían muerto en el país 354 trabajadores sanitarios víctimas del covid-19.
El estado Zulia encabeza la entidad con mayor número de víctimas mortales entre su personal sanitario, con 80 muertes; seguido del Distrito Capital con 32 fallecidos, Carabobo con 29, Bolívar con 24, Anzoátegui y Táchira con 21 muertes cada uno, Lara con 18, Aragua con 15 y Mérida con 16 fallecidos.
La exigencia del gremio por ser inmunizados para seguir al frente de la atención de la pandemia no ha traído mayor transparencia en los datos ni precisiones sobre el proceso de vacunación.
La organización Monitor Salud detalla en su tercer boletín especial sobre la vacunación que del 2 al 8 de marzo llegaron las Sputnik V a 20 hospitales ubicados en 16 estados y el Distrito Capital. De esos, solo en nueve se tenía conocimiento de cuántas dosis arribaron, siendo un total de 10.846 vacunas.
En ese mismo reporte se indica que de esas inyecciones solo 5.202 ya habrían sido aplicadas a los trabajadores sanitarios, mientras que 5.644 permanecían aún en manos de las autoridades de cada centro hospitalario.
Además, desde el Monitor Salud advirtieron que en los hospitales Clínico Universitario, JM de los Ríos y José María Vargas (Distrito Capital), Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera (Carabobo), Central de Maracay (Aragua), Dr. Luis Razetti (Anzoátegui), Dr. Felipe Guevara Rojas (Anzozátegui), Joaquina Rotandaro (Cojedes), Armando Velásquez Mago (Lara) y Miguel Oraá (Portuguesa) ya se habían terminado las primeras dosis de la vacuna Sputnik V.
Pablo Zambrano, secretario general de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud), explica que actualmente la nómina de trabajadores sanitarios que laboran en el sector público ronda poco más de las 400.000 personas. Si Nicolás Maduro tuviera razón al afirmar que el 70% de las vacunas Sputnik V han sido dirigidas a este sector, solo se lograría inmunizar a 70 mil personas, si la aplicación fuese exclusiva.. Ello representa un poco más del 10% de todo el personal.
Esa cuenta incluye a quienes dependen del Ministerio de Salud, del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), de la red Barrio Adentro, además de quienes prestan servicio en adscritas a alcaldías y gobernaciones, amen de los integrantes de la sanidad militar. Los del sector privado no están incluídos en este número.
Zambrano añade que, por los reportes ofrecidos a través diversas organizaciones que buscan romper el cerco de la desinformación, queda demostrado cómo es «imposible» que durante esta primera fase se haya destinado el 70% de todas las vacunas al personal. Además, denuncia que hubo centros hospitalarios a donde sí llegaron las dosis de Sputnik V pero la inmunización ocurrió de manera selectiva.
«Ahora bien, con las 500 mil dosis de la vacuna china Sinopharm sí puede completarse gran parte del personal sanitario. Teniendo en cuenta que son dos dosis, la de ahorita y la segunda en 21 días», aclaró. No obstante, el gobierno de Nicolás Maduro ha dicho que los fármacos traídos de China serán empleados en personal docente. Los médicos deberán seguir esperando.
El 6 de marzo llegó a Venezuela un segundo cargamento de Sputnik V. Se trataría de otras 100 mil dosis que vendrían para ser aplicadas como la segunda dosis requerida por quienes ya fueron inyectados la primera vez, y lograr así el esquema completo de inmunización de esas personas.
En Argentina, Chile, Ecuador o Perú, la vacunación contra el coronavirus de funcionarios políticos y otros ciudadanos que no pertenecen a los sectores considerados prioritarios ha desembocado en escándalos e investigaciones judiciales. En Venezuela, no.
Esto, a pesar de estarse desatendiendo la recomendación de las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud. «Deben ser inmunizados quienes tienen más vulnerabilidad de morir por la covid-19, adultos mayores y adultos con enfermedades crónicas. Los grupos prioritarios deben ser primero el personal de salud porque están más expuestos (…), incluidos profesionales que estén en contacto con adultos mayores, en áreas sociales claves y que no pueden dejar de trabajar», ha dicho Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS.