«Operación Guacamaya» da nuevos aires a la oposición y despierta expectativas de cambio

Para los politólogos José Vicente Carrasquero y Enderson Sequera la salida de los cinco miembros de Vente Venezuela de la embajada de Argentina representa una victoria que la oposición debe capitalizar de la mejor manera
La salida de los cinco opositores que se encontraban asilados en la embajada de Argentina en Caracas marca un hito político que le da nuevos aires al liderazgo opositor encabezado por María Corina Machado, despierta la expectativa de cambio en los venezolanos y deja al desnudo las fisuras y debilidades de quienes ejercen el poder en Venezuela.
El pasado martes 6 de mayo, en horas de la tarde, se informó que los integrantes del equipo de Machado ya no se encontraban en la embajada de Argentina, custodiada por Brasil, tras la ruptura de relaciones entre Venezuela y el gobierno de Javier Milei.
No hubo mayores detalles, ni declaraciones oficiales. Solo se sabía que ya no estaban en el recinto diplomático donde permanecieron desde el 20 de marzo de 2024. Dos horas más tarde, Marco Rubio, secretario de Estado de EEUU, habló de “rescate” y confirmó la participación de su gobierno en la operación. 24 horas después, Diosdado Cabello, habló de una supuesta negociación en la que se permitió la salida de la madre de María Corina Machado. Desde Argentina respaldaron la tesis del «rescate» o «extracción» y en Brasil aseguraron que pese a la insistencia, la administración Maduro no entregó los salvoconductos.
El cómo sucedió exactamente la llamada “Operación Guacamaya” se desconoce, pero lo que dejó al descubierto es más evidente a la luz del análisis y las interpretaciones.
“Indudablemente esto le da un gran impulso a la oposición venezolana, sobre todo una especie de recarga del liderazgo de María Corina Machado. Es un impulso que hay que saber capitalizar”, explica el politólogo y consultor José Vicente Carrasquero.
En su opinión, se trata de la victoria de una batalla importante que “pone en evidencia las incapacidades del régimen para inclusive mantener secuestradas a unas personas”.
Para el politólogo y profesor del IESA, Enderson Sequera, “acciones como esta, en lo político y lo simbólico, pueden ayudar a retomar la iniciativa política a la oposición y a despertar, de nuevo, la expectativa de cambio en los venezolanos”.
Sequera considera que la salida de los miembros de Vente Venezuela de la embajada, mostró grietas en la coalición chavista. En este sentido, asegura que con los incentivos adecuados se podría producir un quiebre que permita una transición a la democracia.
“Para la oposición es una gran victoria política. Levanta la moral de la base opositora. Demuestra que hay coordinación del más alto nivel con Estados Unidos. Demuestra capacidad logística y operativa. Esta operación, sin negociar ni entregar nada a cambio, puede permitir a la oposición construir un nuevo hito político y empezar una nueva etapa de lucha”, puntualiza.
El profesor Carrasquero suma otro elemento al análisis al hablar del surgimiento de una nueva doctrina: “Hay países que están dispuestos a actuar sin necesariamente coordinar con organismos internacionales como la OEA, por ejemplo, para resolver problemas que le atañen”, plantea.
Para los politólogos, fue un rescate y no una negociación lo que permitió que Magalli Meda, Omar González, Pedro Urruchurtu, Claudia Macero y Humberto Villalobos pudieran abandonar la sede de la Embajada Argentina en Caracas.
«El viaje de Maduro a Rusia era importante y la noticia fue opacada por la operación de rescate. Si hubiese sido una negociación, como dicen propagandistas del chavismo, la habrían anunciado en otro momento para no opacar la gira internacional», acota Sequera.
Ni tan monolítico como se presenta
Si algo queda claro con la llamada Operación Guacamaya es que el oficialismo no es tan monolítico como se presenta y que, en esta oportunidad, sufrió una derrota.
Tras conocerse la noticia, Edmundo González Urrutia, aseguró en redes sociales que se trató de «una victoria de la dignidad frente al abuso» y afirmó que es «una prueba de que el régimen no es impenetrable, se resquebraja desde adentro».
Con González Urrutia coinciden los politólogos Carrasquero y Sequera, quienes resaltan la desconfianza interna en el chavismo y la importancia de contar con incentivos adecuados.
“Muestra que el control que ejercen sobre los cuerpos represivos y de seguridad no es monolítico y que con los incentivos adecuados se pueden burlar. Esta operación tiene implicaciones muy serias para la estabilidad del chavismo en el poder: muestran que en el seno de la coalición hay divisiones y fisuras, contraria a la imagen monolítica que siempre tratan de proyectar”, precisa Sequera.
Al respecto, Carrasquero advierte que la desconfianza existente entre la cúpula oficialista, dificulta acciones coordinadas. En su opinión, hay una especie de “coto cerrado” donde cada quien manda pero que no se articulan.
“Todavía falta saber si en este evento hubo participación de personas de rango importante dentro del régimen de Maduro lo cual evidentemente haría de esto una situación mucho más grave”.
Para Sequera, este tipo de operaciones son imposibles de llevar a cabo «sin la cooperación de los cuerpos de seguridad del Estado» y aunque en televisión los grupos militares y policiales dicen a viva voz “leales siempre, traidores nunca”, el episodio en la embajada argentina refleja otra realidad.
Cuestión de tiempo
María Corina Machado y Edmundo González Urrutia han señalado que la salida de Nicolás Maduro es «solo cuestión de tiempo». El pasado 30 de abril participaron en el Congreso de Asociaciones Venezolanas en la Comunidad Valenciana, en España, donde se refirieron al cambio político en Venezuela.
En la actividad, González Urrutia destacó el apoyo de la población venezolana, la presión internacional que va en aumento sobre la administración Maduro, una nueva fase de movilizaciones populares y las fracturas internas del oficialismo que -según dijo- se han ido multiplicando.
Este jueves 8 de mayo, durante una entrevista para el medio Tvv NetWork en la que habló sobre la salida de sus compañeros de la embajada de Argentina, María Corina Machado aseguró que “hay un plan para avanzar en el debilitamiento de lo que le queda al régimen”.
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