Operación Tifón, por Ángel R. Lombardi Boscán
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Para: Lili, con inmenso cariño
Batalla de Moscú, 30 de septiembre de 1941-20 de abril de 1942. Es el antecedente más importante de la decisiva Batalla de Stalingrado (17 de julio de 1942 – 2 de febrero de 1943, más de doscientos días). Fue en la URSS donde los nazis cavaron su propia tumba sobre el desprecio de los «inferiores» pueblos eslavos. Además, hay que acotar, que se asumió como una guerra de exterminio.
La Operación Tifón, la conquista de Moscú, fracasó cuando Hitler prefirió una maniobra hacia el sur hacia el Cáucaso y entretenerse en el asedio de Leningrado al norte, en vez de concentrar todas sus fuerzas en la toma de la capital rusa, lo que dio tiempo a la llegada del otoño e invierno. ¿El síndrome del fracaso de Napoleón en 1812?
Hay hechos históricos, en su mayoría traumáticos, para la conciencia colectiva mundial. En el caso de la Historia de la Guerra europea, la retirada de la Grand Armée de Rusia en 1812 estableció que la invencibilidad de Napoleón quedó hecha trizas.
Hay un paralelismo con el intento de Hitler de ocupar Moscú en un momento en que la Wehrmacht y su eficaz Blitzkrieg campeaba victoriosa e invicta por toda Europa. Para Hitler, que calculó la invasión de Rusia se haría sólo en el año 1941, fue un varapalo inmenso.
Los nazis estuvieron a 30 km de tomar la capital de la URSS y el dictador Stalin logró una contraofensiva exitosa a través de su más competente general: Vladimir Zhukov. Stalin, tuvo el buen criterio de no abandonar la capital y ya sabemos que la moral en la guerra es un elemento determinante clave.
Primera derrota del invicto ejército alemán en un enfrentamiento descomunal. Las tropas alemanas fueron más de 4 millones y las rusas lograron desplegar a 5 millones y un poco más de soldados. Casi 1500 blindados alemanes y 2000 rusos. 3500 aviones rusos versus 2500 alemanes.
El invierno fue clave en favorecer al Ejército Rojo mejor adaptado y preparado y con refuerzos de ejércitos provenientes de Siberia. Hitler subestimó a los rusos y su terca resistencia. Además, al no considerar luchar en la estación invernal su tropa no tenía ropa de invierno adecuada. Ni el lubricante requerido para descongelar las ametralladoras y fusiles. Asimismo, el fango en el otoño obstaculizó el movimiento de los transportes. Y hay otro detalle crucial: las líneas de abastecimiento se habían ensanchado tanto que ya no eran eficaces. Y hay que agregar las incursiones muy molestas en la retaguardia de los partisanos.
El uso político/ideológico fue más exitoso entre los soviéticos que entre los alemanes. El lema acerca de la unidad: «Patria y Ejército: ¡Invencibles!», alentó el fanatismo nacionalista contra el invasor. Stalin de dictador pasó a salvador y máximo héroe. La propaganda de guerra fue mejor utilizada por la URSS.
Los T-34 de los rusos le hicieron morder el polvo a las linajudas unidades blindadas germánicas invictas hasta ese momento. Según los expertos el T-34 fue el mejor tanque de toda la Segunda Guerra Mundial.
Hitler al salir derrotado por primera vez no mantuvo la calma. Se equivocó al ordenar una lucha a muerte y cero retiradas. Y lo más grave: descabezó a la élite de generales profesionales y exitosos como Guderian y trasladó su confianza a las Waffen SS, milicias del partido.
Moscú se salvó por los pelos. El general Zhukov fue el artífice principal de la victoria. La propaganda oficial rusa lo denomina el general que nunca perdió una batalla. Stalin llegó a sentir celos por los éxitos de su mejor estratega. Zhukov sería el mismo que dirigió el asalto final sobre Berlín en 1945.
La URSS perdió entre 17 y 37 millones de personas en toda la guerra. Esto fue un drama monumental. Hay veces que los historiadores contamos estos hechos como si se tratara de algo inocuo o desde la más grande indiferencia. La guerra se trata de comprenderla y explicarla como fenómeno humano recurrente, aunque es el horror absoluto: la huella de un dolor infinito.
La Operación Barbarroja se inició en el verano de 1941. Tres millones y medio de soldados alemanes asaltaron a la URSS; luego se sumarían más refuerzos. Al inicio la victoria les sonrió. La extensión muy grande del frente y la terca resistencia rusa detuvo esa marcha triunfal. La guerra empezó a cambiar de curso.
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Hitler, terminó pereciendo en el frente oriental ruso. Hoy, lo sabemos. En su momento el plan alemán fue éste: despedazar a la Unión Soviética de la misma forma que se hizo con Francia en 1940. Y luego terminar de invadir a Inglaterra. Conseguido esto el Tercer Reich hubiese sido una realidad mundial. Y Hitler, el más grande conquistador militar de la historia.
Ángel Rafael Lombardi Boscán es Historiador, profesor de la Universidad del Zulia. Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ. Premio Nacional de Historia. Representante de los Profesores ante el Consejo Universitario de LUZ
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