“Oposición debe capitalizar el voto y no creer que el descontento asegurará el triunfo”
El dirigente de Primero Justicia Carlos Ocariz respalda el voto, pero el partido en el que milita y las demás organizaciones que conforman el llamado G4 aún no deciden si sumarse a la «fiesta electoral». Cree que el consentimiento o no a este proceso dependerá de si se llega a un acuerdo, aunque no titubea al decir que si el gobierno de Maduro no cumple los acuerdos «cualquier cosa puede pasar»
Roison Figuera – Jesús Hurtado
El «jaque mate» político en el que se mantuvo el país por al menos dos años, parecería destrancarse ahora ante los primeros indicios de participación de la oposición mayoritaria en las elecciones regionales convocadas para el 21 de noviembre.
La dinámica pareciera ser distinta en comparación a los pasados comicios legislativos: hay nuevas autoridades en el Consejo Nacional Electoral (CNE), se recuperó la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y se logró el cese de las migraciones arbitrarias de ciudadanos de los centros de votación.
Estas son algunas de las diferencias que enumera a TalCual el dirigente del partido Primero Justicia (PJ) Carlos Ocariz, una de las figuras que suena, sin ser oficial aún, como candidato de la oposición a la gobernación del estado Miranda.
Para estas elecciones, en las que se escogerán gobernadores, alcaldes, concejales y legisladores regionales, al menos 53% de la población estaría dispuesta a participar, según el más reciente estudio de la encuestadora Delphos. De acuerdo a los resultados de la firma, 81,8% de la población apuesta porque la oposición participe en el próximo evento comicial, pues el rechazo al oficialismo impera.
Ocariz, quien fue alcalde del municipio Sucre de Miranda, también apuesta a la participación, siempre y cuando sea en unidad y con condiciones claras, aunque no sean las perfectas. Sabe muy bien que en una nación gobernada por un régimen como el de Maduro sería prácticamente imposible tener condiciones democráticas al 100%.
Aunque reconoce que la gente tiene sed de cambio, también recalca a la dirigencia que hay muchas cuentas que rendir a la ciudadanía, advirtiendo que el descontento no siempre es sinónimo de apoyo. Enfatiza que la decepción de la gente a la gobernanza debe ser capitalizada con trabajo social, político y humano.
El dirigente reitera su respaldo al voto. No obstante, el partido en el que milita y las demás organizaciones que conforman el llamado en G4 aún no deciden si sumarse a la «fiesta electoral». Lo correcto o no de la anuencia a este proceso por parte de la oposición mayoritaria, dependerá de si se llega a un acuerdo, «pero si estos tipos -el gobierno- no lo cumplen, cualquier cosa puede pasar», dice.
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«Uno aprende a convivir con el miedo. Al final en un régimen como este, eso viene con la actividad. Uno siempre debe optar por saber cómo controlar y superar ese miedo», dice Ocariz al ser preguntado sobre por qué permanecer en el país e insistir en hacer política pese a las contantes amenazas y persecución que penden sobre los líderes de la oposición, en especial los dirigente de Voluntad Popular y Primero Justicia.
– Fue uno de los primeros dirigentes en decir que al país le hacía falta unas primarias para renovar los liderazgos ¿Cree que la oposición se ha tardado? ¿Todavía hay tiempo de hacer las primarias?
– Se ha tardado mucho. La propuesta todavía está vigente y no solamente es para las candidaturas, sino para escoger los liderazgos, algo que es más importante a nivel parroquial y municipal. Yo creo que eso es fundamental. Necesitamos tener una dirigencia que esté legitimada.
«Si esos líderes se convierten en candidatos, está muy bien, si es que vamos a las elecciones. Pero insisto, lo que hace falta no son candidatos sino líderes que pudieran transformarse en candidatos.
– En ese mismo sentido ¿Cómo se han podido organizar? Porque si algo pasó en la mayoría de los partidos es que sus líderes se fueron del país. ¿Cómo están organizándose para poder llevar adelante este proceso?
– Muchos se han ido, sobre todo muchas figuras nacionales, pero siempre hay gente que se mantiene. Hay mucha gente que se quedó en los municipios, en las comunidades, en los estados y que siguen luchando. La gran mayoría sigue aquí porque el sueño de poder recuperar el tiempo perdido, el país y el futuro quedó, y también el descontento, que en la medida que pasan los días crece.
– La gente cada vez más siente que este país tiene que cambiar y por eso también hay una generación de nuevos liderazgos. Esa es la magia de la política, que es dinámica, que no estática y que se mueve y ese movimiento también hace que se conformen y aparezcan nuevos liderazgos en las comunidades.
– Tomando en cuenta la persecución y también la apatía de la gente por la política por la dinámica del país ¿Cómo se debe construir un discurso para llegar a las personas?
– Yo creo que lo más importante ahorita es acompañar. El líder también es el que acompaña y en estos momentos de absoluto vacío creo que el líder tiene que estar ahí, dando esperanzas. Me parece que hay una materia pendiente de muchas partes de la dirigencia opositora, porque piensan que porque hay un descontento la gente nos va a apoyar.
– Sí, hay un descontento, pero ese descontento tiene que ser capitalizado con trabajo social, con trabajo político y con trabajo humano. Yo creo que hay muchas cosas por hacer todavía. La gente se siente muy sola, muy huérfana. Por eso es que nuestra tarea siempre ha sido ver cómo los acompañamos.
– Ahora en este proceso en el que hay unas elecciones convocadas para el 21 de noviembre ¿Cómo va la construcción de las condiciones para esos comicios?
– Bueno, se ha avanzado. Hace tres años hubo elecciones de gobernadores y en ellas fui candidato en Miranda. Casi que la noche antes la elección estos tipos cambiaron 400.000 votos opositores y los mandaron a votar a otros sitios. Eran votos que darían el triunfo a la oposición nueve a uno en esos centros.
Desde ese momento empezamos una lucha para mejorar las condiciones. Por eso es que buscamos la presión internacional ¿Para qué nos ha ayudado o para qué nos sirve? Justamente para oxigenar la democracia.
– Se ha avanzado ¿Todavía falta? Sí. La lucha por condiciones no se acaba, eso se mantiene hasta el último día e inclusive después de la elección. Logramos, por ejemplo, recuperar la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), logramos que no haya más migraciones, eso que les conté (cambios de centros de votación) en teoría no puede volver a pasar. Hemos logrado también la posibilidad de que venga la observación internacional, que eso es muy importante.
– Estuve reunido hace un par de semanas con europeos que vinieron, todavía están en comisión exploratoria, pero si eso se concreta sería muy bueno para el proceso porque le daría peso internacional. Entonces todavía faltan cosas que concretarse.
– Nunca vamos a tener todas las condiciones perfectas en un país como este, con un régimen como este y yo creo que hay que hablarle claro la gente. Yo veo esta elección como un paso previo a una presidencial. Creo que el cambio del país va a venir cuando tengamos una elección y un cambio presencial. Ahora, para eso creo que los alcaldes y los gobernadores podemos hacer muchas cosas por mejorar la calidad de vida de la gente.
– Para llegar al cambio central hay varias posibilidades en la Constitución, está el revocatorio y para llegar ahí es mucho más fácil llegar con 200 alcaldes, 15 gobernadores y con 2.000 concejales, que sin ellos. Por eso yo veo esta elección como una parada preparatoria para la presidencial. Ahora, tenemos que tener unidad y tenemos que tener condiciones. Yo creo que las dos cosas son fundamentales.
¿Qué falta para mejorar esas condiciones?
– Yo creo que, por ejemplo, el tema de los coordinadores en centros votación, que hasta la elección pasada en la que participamos esos coordinadores eran miembros activos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). También todo lo que se refiere a la definitiva eliminación de los puntos rojos, que haya un balance informativo, porque por un lado Maduro se encadena diez horas y por otro lado 30 segundos una cuña opositora. Todos son elementos importantísimos y que todavía están pendientes y es por esos aspectos por lo que debemos continuar luchando hasta lograrlas tenerlos.
Sin quedarse en el mismo punto
En los comicios legislativos del 6 de diciembre de 2020, más allá de las toldas políticas que cohabitaron en el evento, triunfó la abstención, producto del llamado de la oposición mayoritaria a no sufragar por la falta de condiciones mínimas democráticas. Es un precedente que debido al descontento podría estar latente, sobre todo porque fue la propia disidencia quien afirmó que, en ese momento, votar no era una opción.
Sobre esto el dirigente Carlos Ocariz subraya que aunque la oposición ha cometido errores, también es cierto que la política no es estática y que el momento es otro. Argumenta, además, que las cosas han cambiado y añade que un ejemplo de ello podría ser la presión internacional e incluso la postura de Estados Unidos (EEUU) con la llegada de Joe Biden a la presidencia. Asegura que la dinámica se ha movido para buscar una negociación y para lograr tener condiciones justas y libres para una elección.
– ¿Cómo explicar a la gente que siempre se le dijo, «no votes» y ahora le dices que sí lo haga?
– Porque en este momento estamos bregando unas condiciones distintas a las pasadas elecciones. Para empezar hay un nuevo CNE ¿Este CNE es el que deberíamos tener? No. Sin embargo, es un CNE menos malo que el que había.
– Hemos logrado algunas cosas que son importantes, por ejemplo, que haya una tarjeta unitaria, se está logrando el tema de las migraciones, pero todavía faltan. Yo creo que el CNE tiene materias pendientes para garantizar que el voto sea neutral, pero esas materias se logran en la calle, no es en la casa cruzados de brazos, sino en la actividad de la cotidianidad política. Es lo que creo que tenemos que hacer en este momento.
– Según tenemos entendido el G4 decidió participar ¿Por qué no lo oficializan?
– Esa discusión no se ha acabado, yo creo que pronto se deberán anunciar decisiones y sobre todo nombres de personas o mecanismos para escoger a esas personas. Yo lo espero también, he presionado desde hace tres meses para que se tomen decisiones.
– Integro un partido político que forma parte de la unidad y del G4 y bueno todo parece indicar que todo va avanzando hacia allá, hacia tomar decisiones y a posibles anuncios.
– Si el G4 se decide a participar, la gente también deberá escoger entre esta oposición y la de los grupos minoritarios ¿Cómo hacer para convencer a la oposición que realmente debe hacerse de las gobernaciones?
– Yo creo que la mejor manera es hablarle claro a la gente. Esta es una elección muy difícil, es para avanzar e ir a unas presidenciales con condiciones y yo creo que en la medida que uno sea claro y transparente puede lograrlo. He tocado casi 10.000 apartamentos de clase media más casas en los barrios y lo que encuentro es que cuando miras a los ojos a la gente y le dices: «Estamos aquí luchando» y pides apoyo la gente lo entiende.
A la gente le molesta más que te pierdas. Creo que la ciudadanía necesita muchas explicaciones y en la medida, que seamos honestos lo van a entender y nos van a apoyar.
– Una negativa por parte de la oposición a participar ¿Que significaría para el país?
– Depende. Siempre es posible, la noche antes de la elección en 2017 cuando cambiaron a los 400.000 electores yo he debido retirarme, pero seguí. Lo que te quiero decir con este ejemplo es que nada es definitivo. Si se llega a un acuerdo y estos tipos no lo cumplen cualquier cosa puede pasar.
– Yo creo que debemos tener la claridad de que nosotros queremos participar, queremos condiciones y de tenerlas vamos a participar, pero que no nos hagan lo que nos hicieron en Miranda en 2017, que faltando 36 horas para la elección nos cambiaron a los electores de centros de votación son cosas que no podemos permitirles.
– También es cierto que hay otros grupos radicales que han dicho que estas elecciones son una farsa ¿Qué opinión le merece esta postura?
– Es valida esta posición, aunque es una postura que no comparto. Esta elección está en la Constitución y es cada cuatro años. Lo otro es que pienso que esa postura tiene que venir con una propuesta ¿Cuál es? ¿Sentarnos a esperar que algo pase?
– No creo que esas cosas en política suceden, uno tiene que hacer que las cosas pasen y hemos logrados que sucedan cosas: Logramos tener una presión internacional importante para lograr tener ciertas mejoras en las condiciones. Faltan aún condiciones electorales, pero me parece que si seguimos juntos, unidos, presionando las comunidades y los partidos podremos tener resultados.
Para los avances tiene que haber dos elementos: unidad y condiciones. Ahorita la gente tiene mucha sed de cambios, ya no quieren seguir con el drama cotidiano, la gente está recuperando un poco la esperanza en que ese cambio se pueda dar.
– En caso de resultar Ocariz el candidato en Miranda ¿Cuál va a ser el puntal de su participación, de su campaña para hacer frente al monstruo comunicacional del gobierno?
– Tenemos tres temas fundamentales, el primero el de la seguridad, la gente no se siente segura, se siente vulnerable. El segundo, el tema del agua, no hay comunidades ni de clase alta, media o baja que no sufra por esto. El tercero es el tema de la educación, Miranda es un estado donde toda la educación está destruida.
Hicimos una propuesta que consisten en que 3,6% de lo que se recauda por el IVA en el estado vaya directamente a un fondo para aumentarle los salarios a los docentes y policías para que pasen de ganar $6 a $108.
– Son las cosas que nosotros tenemos que hacer. Primero trabajar con la comunidad y segundo aumentar el salario de los docentes, eso es urgente. No podemos tener educación de calidad si no tenemos docentes bien remunerados, porque si no tenemos personal los niños van a ser perjudicados y la desigualdad social va a ser mayor, pues la educación que va a ser peor será la que reciban los que menos tienen.
– En comparación con las pasadas elecciones de gobernadores ¿Cómo recibirá quien resulte electo el 21 de noviembre al estado Miranda?
– Yo creo que este ha sido el peor gobernador en la historia de Miranda. Este gobernador llegó allí producto de las migraciones de ciudadanos de los centros de votación. Además, tú agarras el mapa de Miranda, que son 21 municipios, y pones el dedo cualquier parte y ves que no han hecho nada.
– Recibimos el estado en una situación mucho peor que hace tres años atrás. Antes había una red de salud que se llamaba «Pronto Socorro» y hoy está destruida.
– No podemos dejar de preguntarle sobre las negociaciones ¿Van a aceptar la participación? Porque Maduro ha dicho que quiere negociar con todo el mundo
– Hay una mediación con los noruegos, que tienen mucha experiencia en negociaciones. Con ellos hay una negociación que es pendular; es decir, se habla con ellos y ellos hablan con el gobierno. Las reglas de esa negociación la deciden los participantes y los noruegos, porque son los que están abanderados por el resto de los países y es que esta negociación tiene que tener peso internacional porque si no lo tienen estos tipos se burlan, por eso es importante que haya una especie de árbitro con experiencia.
– Las reglas de la negociación surgen en base a esos parámetros internacionales. Maduro puede decir lo que sea, pero hay unos protocolos para este tipo de negociaciones que tienen que ser cumplidos, uno de ellos es determinar quiénes integran la negociación, cuál es la verdadera oposición, porque Maduro ha intentado crear una oposición a su imagen y semejanza
– A principios de agosto creo que esas cosas se definirán a plenitud en la negociación, es importante porque aquí hacen falta dos tipos de condiciones, las políticas y las electorales. Es importante en esa negociación lograr esas condiciones políticas y electorales para garantizar un proceso en paz en el que la gente pueda participar.