Oscurantismo, por Marisa Iturriza
Según Larousse: Actitud de oposición a la instrucción, a la razón y al progreso.
Oscurantista: Partidario del oscurantismo.
Eso del oscurantismo parecería cosa del pasado, cuando ocultar, ignorar, deformar, borrar ideas o soluciones, información, educación y conocimiento, formaba parte del Poder para dominar a tiempo completo o enredar la cosa de manera capaz de provocar por lo menos un accidente cerebrovascular a quien intentara descifrarlo y que, a pesar de todo, aún sigue campante.
Como me tomaré la libertad de contar una anécdota personal al respecto, si no quiere seguir leyendo no lo haga.
Resulta que hace unos días, como a las 6 pm, al salir del Metro (si, funcionaba) intenté abordar una “camionetica” para regresar a casa. No. A esa hora “ya no van” y en esta época del año oscurece más temprano. Aunque tampoco circulan tantos como antes, el destartalado taxi que conseguí que, curiosamente no me cobró en dólares, exigía Bs 60 mil por llevarme desde la avenida. Al verme la cara bajó a 50 mil, pero efectivo o transferencia ya. Como ni lo uno ni lo otro y había escampado la lloviznita vespertina, hice como miles de compatriotas emuladores de nuestros antepasados o antepisados previos a la invención de la rueda: Emprendí el regreso a casa a pie a través del más negro oscurantismo nocturno debido a la falta casi total de luz eléctrica en los postes. Una amiga me dijo Que locura, podrían haberte atracado, secuestrado, o… Qué miedo. Pero no le temía a eso, si no a la falta de aceras, a los huecos, a caer en alguna alcantarilla y desaparecer quién sabe adónde o que me arrollara el vehículo de alguien que no podía ver debido al oscurantismo imperante.
Sea por la falta tanto de electricidad y/o afines como de libertad para prosperar, bajo el oscurantismo de cualquier tendencia es difícil avanzar, se lo digo yo, que a duras penas pude caminar a tientas en una noche temprana pero bien oscura, pues parece que el proceso lo que está es empeñado en apagar lo que sea, así sea el designio del Creador, cuando fastidiado de las tinieblas, del oscurantismo estéril, resolvió iluminar el universo al decir en la inauguración ¡Hágase la Luz!