Países más efectivos ante la pandemia en América Latina, por Marino J. González R.
Después de dos meses de los primeros casos reportados de Covid-19, las diferencias en las capacidades de los sistemas de salud de América Latina se han puesto de manifiesto. El curso de la pandemia dependerá de que se profundice el éxito en aquellos países que están actuando con mayor efectividad, y de los cambios que logren realizar aquellos que hasta la fecha muestran un bajo desempeño. Para ello se requiere analizar los efectos hasta la fecha, y a partir de allí, diseñar los correctivos necesarios.
La pandemia por covid-19 ha afectado a casi todos los países. En muchos de ellos, el efecto se extiende ya por casi 100 días. Esto significa un mes más que la duración promedio en América Latina. Esto puede resultar una ventaja por la posibilidad de aprovechar la experiencia de otros países.
De allí que sea de especial utilidad realizar el seguimiento de la pandemia en aquellos países con más tiempo, con el propósito de establecer una guía de referencia. Esta actividad debe ser realizada de manera permanente, justamente por los cambios que pueden ocurrir. Por ejemplo, el reporte de nuevos casos en Japón y Singapur ha obligado a la implementación de medidas de confinamiento que no habían sido necesarias en las primeras etapas.
El examen de la experiencia comparada requiere seleccionar los criterios para el análisis. En la situación ideal, los sistemas de salud deben evitar el mayor número de muertes y casos, y realizar la mayor cantidad de pruebas que permitan detectar casos y el respectivo aislamiento y cuarentena. Dicho en otras palabras, aquellos países que presenten la menor tasa de mortalidad por covid-19, la menor incidencia de casos por 100.000 habitantes, y la mayor tasa de pruebas por 1.000 habitantes, puede ser identificados como las referencias a imitar. La diferencia entre estos países y los de América Latina indicará la mayor o menor efectividad de las políticas implementadas.
Tomando en cuenta la información disponible al 27 de abril en fuentes internacionales en los tres indicadores señalados, se pueden comparar 67 países. Los tres países con mayor efectividad son Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. La duración de la pandemia en los dos primeros países es 97 y 93 días, respectivamente. En Nueva Zelanda ha sido 60 días. La tasa de mortalidad es menor a 5 muertes por millón de habitantes en los tres países. La tasa de incidencia es menor a 30 casos por 100.000 habitantes también en los tres países. Y el promedio de pruebas por 1.000 habitantes en los tres países es 18. De manera que se podría plantear que esos son los criterios de éxito más exigentes.
El primer paso en el análisis se fundamenta en la capacidad diagnóstica de los países de América Latina. A mayor cantidad de pruebas, se dispone de más información para establecer la magnitud de la pandemia en cada país.
Este aspecto es fundamental para identificar las intervenciones más adecuadas. A tal efecto, se compararon los países que tienen información disponible en el sitio web “Our World in Data” (proyecto conjunto de la Universidad de Oxford y el Global Change Data Lab). Se seleccionó como criterio la cobertura de pruebas de Corea del Sur (por ser la menor de los tres países de referencia mencionados anteriormente). El valor de cada país al 25 de abril se comparó con el de Corea del Sur a días equivalentes de pandemia.
Siete países de América Latina (Brasil, República Dominicana, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Venezuela) no tienen información disponible en el sitio web mencionado.
Esto impide la comparación con otros países y es una deficiencia relevante para el control de la pandemia. La situación ideal es contar con esa información en cada país y que también sea conocida en el ámbito internacional. Se puede identificar a este grupo de países como de capacidad diagnóstica no reportada.
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En cinco países (Chile, Cuba, El Salvador, Panamá, Perú), la cantidad de pruebas por 1.000 habitantes es superior a la realizada por Corea del Sur en momentos equivalentes. Esto significa, en principio, que estos países cuentan con mayor calidad de información para la toma de decisiones. Se podría identificar a estos países con alta capacidad de diagnóstico. El tercer grupo (los restantes ocho países) tienen capacidad diagnóstica intermedia.
La comparación de efectividad toma en cuenta, en primer lugar, la capacidad diagnóstica porque de esta manera se explora la disposición real de los países para enfrentar la pandemia con rigor.
Todos los países del grupo con mayor capacidad diagnóstica, excepto El Salvador, ya han superado la tasa de mortalidad de Corea del Sur, a pesar de que tienen un mes menos de evolución de la pandemia. El país con mayor mortalidad es Panamá (38 muertes por millón de habitantes), seguido por Perú (23 muertes por millón). En el caso de El Salvador puede influir el hecho de que tiene el menor número de días de pandemia del grupo. También Panamá presenta la mayor tasa de incidencia de la región (140 casos por 100.000 habitantes).
Todos los países de este grupo, con excepción de Cuba, han experimentado el mayor número de casos nuevos dentro de los últimos cinco días. Es por ello que la ponderación de la tendencia de casos requiere al menos diez días más para la evaluación más precisa. Hasta el día final del período analizado, Chile y Cuba presentan una tendencia hacia la disminución de casos, muy diferente a Perú (incremento de 100% en los últimos tres días).
En el grupo de capacidad de diagnóstico intermedia, todos los países han superado la tasa de mortalidad de 4 muertes por millón de habitantes, con la excepción de Costa Rica y Paraguay. La mayor tasa de mortalidad de este grupo se registra hasta la fecha en Ecuador (37 muertes por millón). Solo en dos países del grupo (Costa Rica y Uruguay), el número más alto de casos nuevos se registró hace más de 14 días. Con la excepción de Paraguay, todos los países de este grupo registraron aumentos del número de casos en los últimos siete días, siendo los mayores aumentos los de Bolivia y Ecuador.
Dentro de los países con capacidad diagnóstica no reportada, se encuentran los tres que registran la mayor cantidad de días sin casos nuevos en las últimas dos semanas (Haití, Nicaragua y Venezuela).
Dada la magnitud de contagios que se aprecia en otros países de la región, este hecho, junto con la ausencia de reportes internacionales, indica que el subregistro de casos puede ser muy significativo.
Otros países del grupo (Brasil, República Dominicana, Guatemala, Honduras) han registrado altas tasas de crecimiento de casos en la última semana. Brasil, República Dominicana y Honduras ya tienen tasas de mortalidad superiores a 4 muertes por millón de habitantes.
A pesar de la diversidad de contextos de los sistemas de salud de la región, es posible identificar tres niveles de efectividad. El más alto está compuesto por países que están realizando mayor detección de casos, algunos de ellos (Chile y Cuba) con bajas tasas de mortalidad relativa.
Otros países de este grupo (Panamá y Perú) con notables esfuerzos de diagnóstico, probablemente están captando los casos tardíamente o con complicaciones. De allí las mayores tasas de mortalidad.
Un segundo grupo de países debe mejorar a la brevedad la realización de pruebas, so pena de que el aumento de casos se prolongue en el tiempo. Y un tercer conjunto de países en los cuales es evidente que no están en capacidad de identificar casos en proporciones adecuadas. En este grupo se encuentran México y Brasil, los cuales experimentan a la fecha extraordinarios aumentos en los casos nuevos. Los países de este último grupo son los que presentan al día de hoy el peor pronóstico para el control de la pandemia en la región.