Pan para hoy y hambre para mañana, señor Celis, por Beltrán Vallejo
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Vuelve este señor Adán Celis, presidente de Fedecámaras, con lo suyo de plantear el cambio del modelo de remuneración en el país, especialmente en lo que se refiere al tema de las prestaciones sociales. Y machaca este planteamiento ante medios de comunicación precisamente en estos actuales momentos de alta represión desatada por un madurismo que con el terrorismo de Estado intenta ahogar toda expresión de disidencia o inconformidad, no solo en lo político, sino también en lo social ¿Qué oportuno es este señor Celis?
El pasado martes 15 de octubre, dijo Celis lo siguiente: “el actual modelo de remuneración le recarga a las empresas, a través del tema de las prestaciones, una serie de costos que no recibe el trabajador, sino después, devaluado por la inflación y que al trabajador no le sirve”.
Y lo vuelvo a citar:
Hay que cambiar el modelo de remuneración del país, buscando un modelo que vaya de acuerdo a la productividad y que vaya de acuerdo a que los trabajadores de Venezuela tengan mejores ingresos hoy, pero que no podamos recargarle a las empresas un costo a futuro de unas prestaciones o un modelo en el cual lo que hace más ineficiente a las empresas y los trabajadores no reciben esos ingresos.
Esto ya lo había expresado en el mes de abril con sus directos cuestionamientos a lo que él considera como “costosas” prestaciones sociales para las empresas; pero, que “ironías” de la vida, por la actual situación inflacionaria y de perenne devaluación monetaria, le llega al trabajador cesante apenas una plata ya achicharrada; sino pregúntenle a los trabajadores de la administración pública, llámense maestros de escuela o enfermeras, que reciben una miseria al finalizar su relación laboral activa, además de la pérdida de los fulanos bonos y cesta ticket que era lo que medio parapetaba el tema de comer algo diariamente.
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Además, el señor Celis ha confesado sin tapujos que sobre ese punto ya se ha avanzado en varias conversaciones con el régimen de Nicolás. Y me pregunto: ¿eso no es tema para ser analizado, presentado o asomado ante los trabajadores propiamente dicho, tanto privados como públicos? Y recalco, vean la manera “oportuna” como el señor Celis habla de eso en medio de nuestra tragedia sociolaboral; en medio de la desintegración del valor del trabajo; dentro de un contexto precario de las relaciones laborales; en unos momentos de arropamiento del mundo sindical con un manto de esquiroles y mafiosos sindicales pro régimen, y que del pensamiento clasista están bien distante; y en un momento también de persecución y prisión de dirigentes sindicales, gremiales y luchadores sociales.
¿Qué representante sindical le dará respuesta al planteamiento del presidente de Fedecámaras en alguna convocatoria para discutir ese tema? A Wills Rangel por supuesto que sí le tendrían su silla para aplaudir como foca lo que diga Maduro y su combo. Por cierto, ya no extraña que esa vocería del mundo empresarial y la dictadura tengan rato tocando los mismos instrumentos y ya hacen pareja en el mismo baile donde hace décadas falleció la retroactividad de las prestaciones sociales y demás sarcófagos como la contratación colectiva, el derecho a huelga, la libertad sindical, los pasivos laborales y un gran etc.
Si seguimos la lógica sencilla, pero pedestre del señor Celis, pues suena rotundo y tiene eco el pensar que el trabajador necesita buena remuneración ahora, plata ahorita para comer; ¿y mañana? Claro que el trabajador necesita un ingreso digno hoy, pero también mañana señor Celis.
“Los costos labores”: que mayor coincidencia tienen aquí Celis y los tecnócratas del régimen como el ministro de Planificación Meléndez. Mire, señor Celis: el trabajador, pieza fundamental del proceso de producción, no es el que genera “sobrecosto laboral” cuando exige sus prestaciones sociales con montos dignos y justos; aquí el que genera sobrecosto a las empresas es este corrupto, cleptómano, dilapidador, arruinador del aparato productivo, pulverizador del bolívar, inflacionista, deficitario, intervencionista y saqueador gobierno de Nicolás Maduro. No mire señor Celis hacia las prestaciones sociales de los trabajadores si quiere buscar responsables de por qué no es rentable alguna empresa, por qué las inversiones no cuajan, por qué los inversionistas huyen.
Por cierto, ¿cuánto son sus ingresos mensuales, señor Celis?