Papa Francisco: Que la figura del Dr. José Gregorio Hernández sea ejemplo
El Papa destacó que José Gregorio Hernández fue un médico lleno de ciencia y de fe que supo reconocer en los enfermos el rostro de Cristo y, como buen samaritano, los socorrió con caridad evangélica
El viernes 30 de abril el doctor José Gregorio Hernández se convirtió en el cuarto beato venezolano. El milagro reconocido por la iglesia católica para beatificarlo ocurrió en marzo de 2017, en el estado Guárico, cuando el Venerable escuchó los ruegos de la madre de Yaxury Solórzano Ortega, niña de 10 años de edad que se debatía entre la vida y la muerte tras recibir un disparo en la cabeza.
Este domingo 2 de mayo, el Papa Francisco exaltó la figura del Dr. José Gregorio Hernández y expresó su deseo de que su ejemplo anime a la sociedad y a quienes sufren “en el cuerpo y el espíritu”.
Desde la ventana del Palacio Apostólico tras el rezo del Regina Coeli, que sustituye al Ángelus en periodo pascual, el Papa destacó que José Gregorio Hernández fue un médico lleno de ciencia y de fe que supo reconocer en los enfermos el rostro de Cristo y, como buen samaritano, los socorrió con caridad evangélica.
“Que su ejemplo nos ayude a tener cuidado de quienes sufren en el cuerpo y el espíritu”, pidió un aplauso por el nuevo beato a los fieles que le escuchaban desde la plaza de San Pedro Del Vaticano.
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La vida del beato
José Gregorio Hernández nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, un pequeño poblado de Trujillo, y fue criado por una familia modesta de marcados valores religiosos; sus biógrafos aseguran que desde pequeño manifestó su cercanía con Dios.
En principio, José Gregorio quiso estudiar leyes, pero se preparó para ser médico por recomendación de su padre y recibió una beca por el Ejecutivo para especializarse en Francia y actualizar la medicina en el país.
El médico fue el encargado de fundar el primer laboratorio de Venezuela y de traer los avances de la época. En sus consultas, José Gregorio Hernández dedicaba una hora diaria a atender a los enfermos sin recursos económicos y, en ocasiones, les regalaba dinero para adquirir los tratamientos.
A pesar de que fue nombrado como el galeno del presidente Juan Vicente Gómez, según el biógrafo Alfredo Gómez, tras su labor con los pacientes de escasos recursos se le comenzó a llamar el «médico de los pobres».
Hernández fue el responsable de la llegada del microscopio al país y de que se abrieran cátedras como bacteriología o histología general y patológica, luego de realizar un posgrado en Francia, que para aquel entonces era muy desarrollado en el área de medicina.
También se encargó de fundar el laboratorio del Hospital José María Vargas, uno de los más antiguos del país, así como de ofrecer clases en la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde se graduó como médico a los 24 años y desarrolló su amistad con el doctor Luis Razetti, otro gran galeno venezolano.