El Papa pidió a húngaros abrirse a los refugiados durante misa multitudinaria en Budapest

El pontífice se reunió durante 40 minutos, de forma privada, con el ultranacionalista primer ministro Viktor Orban y con el presidente de Hungría, Janos Ader. Orbán ha sostenido una postura antieuropea y cerrada a las olas migratorias
El papa Francisco pidió a los húngaros, este domingo 12, que no se encierren y se abran a «los sedientos de nuestro tiempo», en la misa multitudinaria que ofició en Budapest y que reunió a más de cien mil personas, según cálculos oficiales. El llamamiento lo formuló ante el ultranacionalista primer ministro, Viktor Orbán, quien se opone a acoger refugiados en su país, detalló Público.es.
Francisco lanzó su sutil mensaje de acogida tras el rezo del ángelus en la plaza de los Héroes de Budapest, donde ofició la misa de clausura del congreso eucarístico, el evento para el que viajó exclusivamente unas horas a la capital húngara, antes de viajar a Eslovaquia, donde sí realizará una visita apostólica de tres días.
«El sentimiento religioso es la savia de esta nación, tan unida a sus raíces. Pero la cruz, plantada en la tierra, además de invitarnos a enraizarnos bien, eleva y extiende sus brazos hacia todos. Exhorta a mantener firmes las raíces, pero sin encerrarse; a recurrir a las fuentes, abriéndose a los sedientos de nuestro tiempo», dijo el papa desde la plaza de los Héroes ante decenas de miles de fieles.
Encuentro a puertas cerradas
A pocas horas de su llegada a la capital húngara, el Papa se reunió con el primer ministro y el presidente de Hungría, en el Museo de Bellas Artes. En la cita también estuvo el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin. Hasta el momento no han trascendido los detalles de la reunión, que comenzó a las 8:45am y se extendió hasta 9:25 am, hora de Budapest; reseñó EuropaPress.
Sin embargo, en un comunicado difundido por la sala de prensa de la Santa Sede, se excluye la cuestión de los refugiados de los temas que se pusieron sobre la mesa. «Del papel de la Iglesia en el país, el compromiso para la salvaguardia del ambiente, la defensa y la promoción de la familia», fue de lo que se habló en el encuentro, según el comunicado oficial.
Hungría, Eslovaquia, Polonia y República Checa conforman el bloque de países más reacios a la acogida de migrantes en Europa, una postura diametralmente opuesto a la del Papa que ha hecho de la acogida de migrantes y refugiados uno de los caballos de batalla de su Pontificado.
«Brotes de odio y antisemitismo»
Luego de la cita con los mandatarios húngaros, el Papa se reunió con líderes cristianos y judíos, donde advirtió de los brotes de odio y antisemitismo que surgen en Europa.
En su discurso, Jorge Mario Bergoglio –nombre de pila del Papa– alertó de «la amenaza del antisemitismo que todavía serpentea en Europa y en otros lugares», y afirmó que «es una mecha que hay que apagar». «La mejor forma de desactivarla es trabajar en positivo juntos, es promover la fraternidad», agregó el líder religioso católico, firme defensor del diálogo interreligioso.
Francisco aseguró que Dios pide a cristianos y judíos que dejen «atrás las incomprensiones del pasado, las pretensiones de tener razón y de culpar a los demás, para ponernos en camino hacia su promesa de paz», reseñó EFE.