Participación ciudadana en parlamentarias del 6D está comprometida por la crisis
Diversas encuestas ubican la participación el 6 de diciembre en menos de 40%. La crisis política y la pandemia por covid-19, además del veto de una parte de la oposición a estos comicios, son los principales desincentivos para que los votantes acudan a las urnas
El 6 de diciembre de 2020 se tienen previstas las elecciones para renovar la Asamblea Nacional, convocadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) el 30 de junio. Con la escogencia de sus autoridades por parte del Tribunal Supremo de Justicia, el aumento de los candidatos y los cambios al método de escogencia de los representantes indígenas, actores políticos han desestimado su participación en estos comicios, aunado a la pandemia por la covid-19.
37 partidos de oposición apoyaron la propuesta de Juan Guaidó de no participación en las parlamentarias, mientras que los partidos oficialistas y los integrantes de la mesa de diálogo nacional, al igual que las organizaciones políticas intervenidas por el TSJ, se decidieron a postular candidatos.
Mientras el cronograma electoral avanza, aún sin conocerse cómo será el sistema automatizado para este proceso o tan siquiera la lista final de candidatos, diversas encuestadoras han medido la intención de la población en acudir a los centros de votación esa fecha.
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La encuestadora Datincorp, en un estudio de coyuntura y política electoral publicado el 2 de agosto, mostró que el 37% de los venezolanos está totalmente decidido a votar en las parlamentarias, mientras que 10,28% probablemente asista a depositar su voto ese día; a pesar de que 54% de la población considera que el actual CNE no es nada confiable.
Las personas que se identifican como chavistas (69,5%) son las que estarían más decididas a apoyar a sus candidatos para “recuperar la Asamblea Nacional”, como ha dicho Nicolás Maduro en distintas alocuciones, pese a que no ha iniciado el periodo de campaña; mientras que 31,7% no se identifica con las tendencias políticas tradicionales (oficialismo y oposición).
Poco más de 28% de los encuestados dijo que con toda seguridad no irá a votar. Al revisarlo por tendencia política entre personas que se consideran chavismo y oposición, las diferencias saltan a la vista: mientras 4,4% de los oficialistas dice que no votará, un 52% de los opositores asegura que no se acercará a los centros electorales el 6 de diciembre.
Por otra parte, el 27,87% de los que están decididos a votar, según el estudio de Datincorp, lo harían por candidatos independientes, seguidos de candidatos del PSUV (24,62%) y los de oposición apenas tendrían un 16,26% de apoyo si se mantiene este escenario hasta diciembre.
Además, 53% de los encuestados recomienda a los dirigentes de oposición que no estaban decididos a participar en las parlamentarias. En particular, esta tendencia es altamente apoyada por aquellas personas que se identifican con el chavismo (68,75). Para diciembre de 2019, Datincorp registraba un 72% de apoyo por parte de la población para que los líderes opositores postularan candidatos a la Asamblea Nacional.
Mientras que la firma de estudios de opinión Delphos señaló, en un estudio de principios de agosto, que 50,6% de sus consultados está muy seguro o algo seguro de ir a votar en las parlamentarias. En cambio, 49% dijo que está poco o nada seguro de acudir a los comicios de diciembre.
El 57,6% de los participantes en el sondeo de Delphos consideran que estas cuestionadas elecciones deben postergarse, como lo solicitan la Unión Europea (UE), los 37 partidos opositores e integrantes de la sociedad civil, mientras que 36,7% estima que las votaciones deben mantenerse.
De mantenerse un piso de 30% de participación para las elecciones del 6 de diciembre, según las estimaciones de las encuestadoras, solo se prevé que poco más de 6.903.000 venezolanos acudan a los centros de votación ese día para renovar la Asamblea Nacional.
Delphos también consultó sobre la decisión de los partidos políticos y la Asamblea Nacional de calificar estas parlamentarias como un fraude, y por tanto no participar de este proceso. 49,2% mostró su acuerdo ante esta decisión política, y 56,3% asegura que no existen condiciones o garantías para acudir a unas elecciones actualmente en el país. También un 55% está de acuerdo con que el actual parlamento prosiga sus funciones en 2021, a pesar de que el 5 de enero de ese año vence formalmente su período constitucional.
Participación en veremos
Jesús Seguías, consultor político y presidente de Datincorp, menciona que bajo escenarios de conflictos e inestabilidad social y política, es necesaria la búsqueda de una salida negociada y pacífica a la crisis venezolana, por lo que considera la ruta electoral, “que va más allá de unas simples elecciones parlamentarias el 6D”.
A juicio de Seguías, “una apertura franca y confiable de la ruta electoral es lo único que puede forzar a la oposición a revisar el cese a la usurpación y es lo único que podrá crear las condiciones adecuadas para la reconstrucción del país. Si el foco de Nicolás Maduro es realizar elecciones parlamentarias el 6D para sacar del juego a Juan Guaidó, entonces no está comprendiendo nada acerca de la dimensión de la crisis por venir, y también de lo que más conviene al país y a su gobierno”.
Por ello señala que la insistencia sobre la fecha de las parlamentarias “atenta contra el propósito central de todo el país, el cual no es otro que retomar la ruta electoral como canal fundamental para el desenlace político a la crisis venezolana”. Además, considera que posponer las parlamentarias para garantizar la observación internacional y una mayor participación, podrían beneficiar más a Maduro en el terreno político y la búsqueda de reconocimiento.
“Lo que sí está claro es que si la oposición vuelve a ganar las elecciones parlamentarias jamás debe ocurrírsele volver a poner la Asamblea Nacional al servicio de aventuras políticas”, sentencia el presidente de Datincorp.
El director de Delphos, Félix Seijas, coincide en que es difícil que el régimen de Maduro atrase las parlamentarias pues “es un evento electoral que ha venido construyendo desde el año pasado, dividiendo a la oposición, tiene otra oposición hecha a su medida, tiene un camino andado bastante importante que difícilmente lo va a postergar”.
Con respecto a la participación, destaca que dentro del espectro opositor hay desconcierto, pues “las personas están en una especie de limbo esperando ver cuál es la ruta. Esto crea un momento de incertidumbre importante en la población que siente que la batalla está perdida”.
Aunque la mayoría de la población quiere una salida pacífica, que se inclina hacia la ruta electoral, “hay una idea en las redes sociales de que la gente no quiere elecciones, pero no es verdad. Sobre todo en los estratos medios y bajos son personas que quisieran esa oportunidad de votar, a pesar de que saben y reconocen que esas elecciones no tienen garantías y son adversas”.
Por ello cae estrepitosamente la intención a votar luego de que Juan Guaidó hiciera el llamado a no votar, explica el director de Delphos. “La mayoría de esas personas que dicen que sí irían a votar son afectas al chavismo. Todo esto trae desconcierto a la población, porque al anunciarse esta decisión de no votar, no había una ruta clara, todavía no la hay porque se ha hablado de una consulta ciudadana pero no tiene forma”.
Otros simplemente están a la expectativa de saber lo que se va a ofrecer, si hay un rumbo y a dónde apunta, resalta Seijas. “Las elecciones parlamentarias son las menos atractivas en el mundo, eso siempre ha sido así. En 2015 hubo una participación masiva porque la oposición fue exitosa en vincular esa elección con un cambio del Ejecutivo, pero esa misma expectativa cambió por la experiencia. La gente fue, votó y saben que es difícil lograr un cambio presidencial por esta vía, pese a otros reconocimientos que sí ha ganado la Asamblea Nacional”.