Jorge Rodríguez pasado por bolas, por Sebastián Boccanegra
Una buena comunicación entre el candidato y su equipo de campaña es fundamental para obtener los resultados deseados. Es algo tan obvio que no debe estar ni siquiera anotado en los manuales que sobre elecciones se han escrito en el mundo.Sin embargo, la rueda de prensa que ofreció el comando Carabobo hizo honor a su nombre, pues a Jorge Rodríguez no le quedó más remedio que poner cara de bobo para no responder a lo que le preguntaban.
Su falta de respuestas no se debió a que no quería hacerlo, simplemente no estaba enterado de lo que le indagaban. No sabía nada de los preparativos oficiales para la inscripción del comandante-presidente y líder supremo. Ni cuántos partidos lo van a respaldar, a pesar de que el «gran polo patriótico» tiene casi un año tratando de concretarse.
Tampoco conocía desde dónde partiría el «mar de pueblo» que acompañaría a su amado jefe. Ni si éste se dirigiría a los que asistan al CNE, como ha sido su costumbre todos estos años. Menos sabe cuánto va a costar la campaña, aunque sí sabe de dónde saldrá el dinero para financiarla. Ni si va a llegar en carro o caminará desde Miraflores.
El expresidente del CNE y alcalde de Libertador no sabía nada de nada. Está ignorado. Es el jefe del comando, pero ese comando no dirige nada y el jefe lo pasó por bolas. Lamentable papel el que está encarnando, pero seguro que lo hace con placer, todo por el caporal.
Al final, quiso hacer una gracia y asomó la posibilidad de que Chacumbele se lanzara en paracaídas. El peso de Esteban, amen de otras causas, le impide rememorar sus tiempos de paracaidista. Ese día, después de mucho indagar, Jorge pudo dar una noticia: su jefe se inscribe el lunes. Lo demás todavía no se lo han comunicado. Seguramente Diosdado ya estará enterado.
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