Penfold: el Gobierno ha cometido muchos errores en estos pocos días de enero
Michael Penfold cree que esa falta de respuestas a los graves problemas que tiene el país están empezando a generar dudas al interior del chavismo
Para Michael Penfold, la realidad venezolana cambió y no se puede analizar con los esquemas tradicionales.
El gobierno ha cometido varios errores en este inicio de año, según Penfold, quien considera que el primero de ellos fue subestimar las consecuencias de la juramentación de Nicolás Maduro el 10 de enero; el segundo fue sobreestimar sus capacidades; y el tercero no dar respuestas sobre el futuro del país.
El balance lo hizo el politólogo Michael Penfold en una entrevista que le realizó Alonso Moleiro en el programa TalCual Debates, donde señaló que esa falta de respuestas a los graves problemas del país están empezando a generar dudas al interior del chavismo sobre la capacidad que pueda tener Nicolás Maduro para sacar a Venezuela de la crisis que atraviesa.
Cree Penfold que es imposible entender el contexto actual “sin abordar la complejidad de la crisis institucional y el desmantelamiento de ese orden constitucional y del Estado venezolano, que en el contexto de una crisis económica tan profunda pone el 10 de enero en el inicio de un proceso al cual la sociedad empieza a responder».
Se encuentra entre los sorprendidos por el exceso de confianza del gobierno de Maduro para poder sortear la coyuntura actual, al punto de señalar que sobrestimaron su capacidad para enfrentar una presión internacional que cree daban por descontada.
En lo que respecta a la oposición, Penfold estima que hasta hace unos días ésta se veía “dividida, desanimada, desmovilizada y, sorpresivamente, emergen nuevos liderazgos que hacen que la sociedad comience a reaccionar alrededor de los cabildos abiertos”, lo que a su juicio conforma un marco de sorpresa para todo el mundo; sorpresa que se explica porque hay un país que está cansado. «Hay un país que está buscando respuesta frente a una realidad que es cada vez más difícil”, añade.
Sobre con cuáles marcos referenciales para analizar lo que ocurre, el politólogo estima que los hechos recientes no pueden ser vistos con el marco tradicional entre chavismo y oposición, de la polarización. «Creo que estamos entrando en un espacio distinto. En los últimos cinco años, en el contexto de una depresión económica tan profunda, el país cambió”.
Advierte que no está diciendo que el tema económico vaya a determinar el resultado político, “pero creo que en el fondo el país ya está buscando respuestas. Por ejemplo, creo que parte de lo que está generando la crisis de liderazgo del lado de chavismo responde al hecho de que hubo un esfuerzo de Maduro para imponerse el 10 de enero, pero su alocución ante la Constituyente no ofreció respuestas a problemas de tal magnitud como la hiperinflación y la caída de la producción petrolera”.
Para el experto, Juan Guaidó ha logrado unir sectores que hasta hace poco parecían totalmente enfrentados no solo por su figura emergente sino «por esa ambigüedad que él ha asumido».
Estima que la realidad que ha emergido en el plano doméstico no es la que el Gobierno estaba esperando. “Una realidad que el mismo Gobierno no anticipaba y que marca también un cambio en el comportamiento de la presión internacional. Pareciera que esa comunidad internacional está tratando de acompañar de manera diferente esa dinámica política nacional que empieza a emerger.Todavía no sabemos exactamente qué forma va a adquirir. Lo que estoy tratando de decir es que mi impresión -pero es muy temprano decirlo- que esto no es la misma dinámica que teníamos antes. Aquí hay algo que responde a una realidad diferente”.
Cree que si el repertorio que utiliza el “Gobierno para enfrentar esta realidad es el mismo repertorio clásico chavista para enfrentar una oposición golpista, y si el repertorio clásico de oposición para poder confrontar al chavismo es exactamente el mismo que hemos visto en el pasado, que creo que es lo que el Gobierno quiere que ocurra, entonces eso entrará en esa dinámica. Pero tengo la impresión de que el sustrato de esto es totalmente diferente”.
Por lo que estima Penfold, se van a cometer muchos errores al aproximarse a una realidad sin entenderla, realidad que ve marcada por una depresión económica muy profunda, por una disgregación familiar marcada y por el hecho de que la gente quiere sentir que tiene futuro. “Mucha gente espera del 23 de enero la misma dinámica de las grandes marchas anteriores. Creo que el 23 de enero vamos a descubrir que es otro país, con otra demografía, con otra realidad producto de todo esto. Hay que entender eso ahora. Cómo es esa dinámica, qué va a ocurrir, es totalmente incierto. Es muy difícil predecir”.