Periodista alemán enumera a Reverol los maltratos que ha recibido en El Helicoide
En nueve puntos, el periodista describe detalladamente las distintas violaciones a sus derechos durante sus casi tres meses de prisión en El Helicoide, y exige que se cumpla la ley. De no ser así, iniciará una huelga de hambre a partir del lunes 25 de febrero
Autor: Crónica Uno
El periodista alemán Billy Six tiene 11 semanas sin ver la luz del sol. Desde el 19 de noviembre de 2018 está detenido y aislado en la cárcel de El Helicoide. No ha tenido acceso a una defensa, mucho menos ha tenido audiencia preliminar, a pesar de que han transcurrido más de 80 días desde su aprehensión y el Código Orgánico Procesal Penal (COPP) establece que a los 45 días de presentación ambas partes, tanto Fiscalía como el equipo defensor, deben presentar sus investigaciones, es decir, hasta la fecha lleva un retardo procesal de más de un mes y medio. Por eso y otros eventos violatorios a sus derechos, el periodista enumeró en una carta dirigida al ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol y al director de El Helicoide, Ángel Flores, sus exigencias y, a la vez, sus argumentos para iniciar una huelga de hambre hasta que dichas peticiones —que se encuentran bajo el marco legal de la Carta Magna— sean respondidas y cumplidas.
A pesar de los casi tres meses sin luz solar, fue la invasión de su privacidad lo que sacudió a Billy Six: “Les puede sorprender que lo que más me ha afectado ha sido el robo de mi diario y, luego, el de mi único libro. Traduciendo y leyendo todas las páginas de mi diario han irrumpido profundamente en mi privacidad”, se lee en la misiva con sus nueve exigencias. Allí explica que oficiales ingresaron de forma clandestina a su celda el 31 de diciembre y hurtaron su diario personal.
Esta es una de las grandes diferencias que tenemos. Sus herramientas son las armas, las mías, las artes. Por favor, devuélvanme mis páginas”, cierra en su petición inicial, en una carta que escribió el 3 de febrero y entregó al personal de la embajada alemana durante una visita consular el 8 de febrero.
Esta fue la segunda visita del cuerpo diplomático. La carta no había sido publicada hasta la tarde de este 15 de febrero.
A Billy Six le han prohibido contactar a un abogado y comunicarse con sus familiares, por ende, exige, al menos, una llamada telefónica para conversar con sus allegados, derecho que tiene cualquier preso en Venezuela desde el primer día de arresto. También solicita inmediatamente un acercamiento con su equipo defensor.
Six cuestiona en su escrito las reiteradas “promesas vacías” que ha recibido por parte de los efectivos del Sebin.
No entiendo por qué otros prisioneros tienen la oportunidad de salir al patio mientras que a mí me excluyen y me mienten. Aprovecho para recordarles las consecuencias perjudiciales que puede traer para mi salud la falta de vitamina D, considerando que mi celda carece de ventanas”, apunta.
Six también describe las condiciones de esta celda en la que se ubica. Alerta que está infestada de hongos y moho, lo que podría causar, entre muchas enfermedades, asma. El periodista extranjero ofrece sus servicios para la desinfección del lugar y restauración del espacio.
Como sexto punto, Six solicita atención en cuanto al cuidado de las uñas de sus pies. Durante casi tres meses no se le ha permitido que se corte las uñas e indica que este puede ser otro portal de entrada para numerosas infecciones, asimismo, indica que con el pasar de los días se acentúa el dolor por el largo de las mismas. “Ustedes me quitaron el cortaúñas porque lo veían como un arma y un peligro para la seguridad nacional. Entonces pido que cualquier oficial sea capaz de cortarme las uñas lo más pronto posible, por favor”, solicita.
Six continúa el escrito solicitando esclarecimiento en cuanto al robo de su tarjeta Banplus por parte de un efectivo de la inteligencia militar el 18 de noviembre, un día después de su arresto en Punto Fijo. El 14 de diciembre, los comisarios le dijeron que le darían información. No obstante, sigue esperando. “Necesito ver los resultados de esta investigación y también la confirmación de que mi cuenta fue congelada, por favor”, indica.
Billy Six fue apresado el pasado 17 de noviembre en la península de Paraguaná, estado Falcón, e imputado por los delitos de rebelión y espionaje ante un tribunal militar, presuntamente por fotografiar “muy cerca” a Nicolás Maduro.
Six fue trasladado sin orden judicial. Anteriormente era corresponsal de guerra y en el 2012 también fue detenido en Siria debido a que el gobierno de este país alegó que el comunicador había ingresado ilegalmente a su territorio. El periodista se encontraba en Venezuela para investigar sobre el narcotráfico en el país, contrabando de combustible y material estratégico, trata de personas y el éxodo hacia el Caribe. Hace cinco meses publicó un reportaje audiovisual sobre la migración venezolana.
El ciudadano alemán explica en su última carta que le realizaron unas pruebas de sangre para explorar si había contraído dengue. A pesar de que le mostraron los resultados el 14 de diciembre, comenta que no comprendió el diagnóstico y exigió de inmediato una copia del informe para consultarlo con un médico. También le fue negada esta petición, por lo que nuevamente solicita evaluación médica confiable.
Six cuenta que “funcionarios del Sebin han ingresado numerosas veces de forma secreta a su celda para unas presuntas requisas en las que le han hurtado sus pocas pertenencias. «Cuando regreso, veo que no está mi colchón, algún dulce y mis papeles. Quiero estar informado, despierto y presente cuando su personal chequee mi celda. Gracias”.
Por estas razones, Billy Six sostiene que se encuentra obligado a iniciar una huelga de hambre el lunes 25 de febrero, hasta que cesen las sucesivas violaciones a las leyes venezolanas y a sus derechos humanos por parte de las autoridades.
En la misiva, dirigida en primera instancia a Ángel Flores, el periodista reconoce que la nueva directiva de El Sebin respetó durante las primeras semanas los derechos de los presos y tomó las “decisiones correctas” al suspender las torturas físicas y psicológicas, al permitir que la mayoría de los presos estuviesen en celdas regulares y tuviesen visitas familiares, así como servicio médico y hasta acceso a una pequeña librería. Sin embargo, se queja por el cambio del trato de los oficiales luego del 23 de enero. Desde esa fecha, Six comprendió que es un preso político del gobierno de Nicolás Maduro.
Hasta la fecha, hay otros dos periodistas detenidos por motivos políticos: Jesús Medina, arrestado el 31 de agosto de 2018 y Braulio Jatar, detenido el 2 de septiembre de 2016. Por otro lado, en solo cinco días, del 25 al 30 de enero, 12 trabajadores de la prensa —la mayoría extranjeros— fueron detenidos arbitrariamente. La mayoría aprehendidos en el Palacio de Miraflores. Solo en el primer mes del año se registraron 40 ataques contra la libertad de expresión.