Período de transición no debería ser indefinido, advierten analistas
Luis Salamanca que la transición debe ser lo más cercano posible al lapso de 30 días establecido en la Constitución. Para Ricardo Sucre Heredia, el estatuto que discute la Asamblea Nacional convierte en un suprapoder sin controles al consejo para la transición
El pasado jueves 10 de enero la Asamblea Nacional comenzó la elaboración de una ley para la transición, a través de la cual aspira a enmarcar las acciones políticas a tomar una vez cese la ocupación del Ejecutivo por parte de Nicolás Maduro, a quien califican de “usurpador”, y surja un gobierno a partir de nuevas elecciones.
El estatuto, presentado por el diputado Juan Miguel Matheus, comprende 28 artículos y contempla la creación de un consejo nacional para la transición democrática, que coordinará el conjunto de acciones “que permitan el cese de la usurpación”.
El instrumento prevé establecer el procedimiento para designar a los titulares de los poderes públicos, así como los lineamientos para rescatar el rol que la Fuerza Armada Nacional debe cumplir en el marco del artículo 333 de la Carta Magna, el cual establece que todo ciudadano o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de la efectiva vigencia de la Constitución.
El proyecto, que es estudiado por la Comisión Especial para la Defensa de la Constitución, plantea la designación de representantes diplomáticos, asumir la gestión y defensa de los activos de la República y reestructurar el Consejo de Estado, el Consejo Federal de Gobierno, y hasta el Banco Central de Venezuela (BCV).
De igual manera se introducirá una reforma a la Fuerza Armada Nacional y se desarrollará un sistema de justicia transicional, orientado específicamente a rescatar la dignidad, la protección y reparación integral de las víctimas de violaciones de derechos humanos
Ante tantas facultades, destaca que no se impone un lapso determinado para el proceso y que, aunque se menciona que se buscará la realización de elecciones libres, el hecho de que el estatuto se derive del artículo 333 y no del 233 (que habla sobre las faltas absolutas del Presidente), permite suponer que dicha transición no será por un lapso de 30 días, tal como afirma el 233.
Grave error
El politólogo Luis Salamanca asegura que el consejo para la transición no puede aspirar a tener un lapso indefinido. “Eso va a generar nuevos conflictos. Hay que tener claro que hay que nombrar un Consejo Nacional Electoral (CNE) y un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de inmediato y lanzarte de una vez con la elección (de Presidente)”, indicó.
El profesor asociado de la Universidad Central de Venezuela advirtió que se debe tratar de evitar los organismos de facto y que el poder de la República se traslade a unas manos que no son electas.
El analista político Ricardo Sucre Heredia coincide plenamente con Salamanca: “siento que es todo el poder para la Asamblea Nacional. Hay un consejo nacional pero no se dice en el estatuto quiénes van a ser, cómo se va a designar; es un proyecto muy amplio que busca reformar el Consejo de Estado, el BCV, el TSJ y la disolución de la asamblea constituyente. Para hacer esto necesitas un gobierno que no va a ser una transición de 30 días, no va a ser un interinato de Juan Guaidó (presidente del Parlamento)”, advirtió Sucre.
A su juicio, el estatuto replica la idea de la Asamblea Nacional Constituyente como un suprapoder y entonces otorga a la AN (Parlamento) esa característica.
En cuanto a la viabilidad del proyecto, Luis Salamanca considera positivo el prepararse para una eventual transición, de hecho destacó que nunca antes ha visto un proceso de transición política enmarcada en unas normas; pero resaltó que para que ello se produzca, la AN necesita contar, además de con la autoridad que le da la Constitución, con un poder institucional y político, que es con lo que cuenta el gobierno en este momento con el control de la Fuerza Armada Nacional y de otros poderes públicos.
“La ley no dice cómo será ese proceso; es una lucha contra un poder ilegítimo que tiene más fuerza que la AN. El gran tema de fondo es cómo derrotar ese régimen para llegar a esa transición”, señaló
Sucre Heredia, quien también es docente de la UCV, indicó que no está de acuerdo con la estrategia de la oposición de apostar a la ruptura del estamento militar para provocar la transición porque ya se ha probado en 2013 y 2017 y la FAN ha pasado por todas las pruebas. No obstante; considera que en esta oportunidad la presión internacional y la severidad de la crisis económica pueden jugar un rol fundamental, a lo que se suma que con el tema jurídico de la usurpación la oposición cuenta con algo más coherente y elaborado.
“Si es viable o no va a depender de si la AN tiene éxito en la estrategia de la fractura (militar), que el Alto Mando se divida, o que unidades militares obliguen al mismo a que rompan con Maduro, o que los militares digan a Maduro que no cumplen más sus órdenes. Esto lo veremos cuando ocurra la máxima presión, que sería si EEUU dice que Guaidó es el Presidente, a lo mejor lo dice Brasil y los países del Grupo de Lima”, indicó.
En cuanto al radio de acción del consejo para la transición, Luis Salamanca declaró que comprende que como el país “está tan mal” se tiene la necesidad de acciones en todos los frentes: economía, ayuda humanitaria, instituciones, pero insiste en que debe quedar en claro el tiempo de funcionamiento
“De acuerdo con la Constitución, el tiempo máximo del que dispondría este consejo para la transición es un mes, y deberían hacerlo así para que no se generen dudas. La ley (proyecto) deja abierto el lapso. Si has venido diciendo que te asiste la Constitución tienes que ajustarte a esa prescripción. Se entiende que 30 días es un lapso estrecho y que hay que nombrar un nuevo CNE y TSJ, pero el lapso no puede ser mayor a los dos meses”, apuntó.
Sucre Heredia, por su parte, llamó a la atención en la falta de controles que tendría ese consejo nacional para la transición.
“Allí está un proyecto político, está la visión de un sector del país; se habla prácticamente de pasar a una economía de mercado, con lo que estoy de acuerdo, es sustituir el chavismo por otro proyecto, pero impuesto. Hay algunas cosas que hacer, un nuevo CNE, un TSJ independiente y unas FAN que no estén parcializadas, pero lo que veo es que esto lo vamos a imponer. Se habla de elecciones, pero será cuando la gente recupere la confianza en el voto, cuando tengamos condiciones, no se dice ‘serán en el primer o segundo semestre de algún año’ y yo pienso que esta forma no es correcta; creo que otorga mucho poder no sabemos a quién porque no está claro y no hay mecanismos de supervisión”, explicó.
“La idea es algo así como que ‘estamos ante un estado fallido y vamos a corregir eso’, pero eso es solo una excusa, puede ser (venir) un gobierno autoritario también, de otro signo, que puede durar indefinidamente, como pasó en Egipto, muchos autoritarios llega así”, acotó
En ese sentido, insistió en que el objetivo es la convocatoria a unas elecciones justas y limpias y el resto dejarlo al nuevo gobierno. “Si sustituyes un proyecto por otro, lo que te va a quedar es conflicto, no vas a resolver”, concluyó.