Petro un efecto, una razón o una circunstancia, por Ángel Monagas
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Caiga Quien Caiga
El triunfo de Gustavo Petro en Colombia, sigue generando análisis, comentarios sobre las consecuencias y los efectos que creará sobre el continente.
En nuestra última columna nos adelantamos a algunos escenarios y afirmamos: “El resultado electoral del vecino país tendrá repercusión en Venezuela. Maduro y el chavismo están con Petro. El G4 o plataforma unitaria murió con Uribe y María Corina, jugando al triunfo del Trump Colombiano. Se dice que parte del G4 se ha acercado a Gustavo Petro. Yo he visto “muertos cargando basura” y pudiera el resultado de Colombia el domingo marcar la ruta de una nueva era política para Latinoamérica”.
El chavismo y los sectores de la oposición afines a Petro, cobrarán. Sus posturas para malestar nuestro fueron acertadas, no necesariamente buenas.
El problema de Petro no es que haya sido «guerrillero». Teodoro lo fue y su vida fue un monumento de hechos democráticos. Sin embargo la guerrilla venezolana partió de un compromiso ideológico, salvo algunos desfasados. No así la guerrilla colombiana transformada en grupos armados ligados al narcotráfico.
La guerrilla venezolana en cierta forma tenía un pensamiento de «avanzada», lejana a la naturaleza que prevalecía en la nación y con profundas vinculaciones al pensamiento vigente en Europa.
Debemos esperar su ejercicio para saber si Petro se acerca al modelo de «Lula», o al modelo chavista.
Los hechos y las acciones hablarán.
Petro ¿Es el primer presidente de izquierda en Colombia?
Realmente sí, aunque en Colombia hubo un presidente de pensamiento progresista que murió antes de consolidar algo de sus posturas.
Jorge Eliecer Gaitán y Luis Carlos Galán eran hombres de izquierda y murieron asesinados. De seguro hubieran ganado.
Esa sensación venía acumulada y Petro con más de 20 años de carrera política, cultivó su pensamiento, no obstante perdió, se nutrió de todos esos estallidos sociales que sacudían a Colombia producto de algo que he mencionado mucho en mis humildes análisis: La desigualdad social.
No somos pitonisos ni brujos para establecer fechas. Eso que sucede en Colombia es la demostración fehaciente de los errores del pensamiento liberal, cuando todo lo reducen a cifras. Hemos sido duros críticos de eso, sobre todo en Venezuela.
Al ser humano lo mueven fuerzas más poderosas que las razones y los que no creemos en el socialismo muchas veces nos hemos negado a aceptar una nueva estrategia, que nos reconecte con las mayorías. La ideología ha sido superada y muchos no quieren aceptarla.
El verdadero Petro está lejos de mostrarse
Lo sucedido en Colombia, es similar a lo sucedido en Venezuela en 1998.
Pienso que es errático establecer una sinonimia material o formal con los fenómenos entre ambas naciones.
Chávez llega al poder dando una paliza a sus rivales, no así Petro en Colombia, que ganó por decimales y esa debilidad puede ser profundizada y bien interpretada por la clase política colombiana.
La Fuerza Armada de Colombia es absolutamente institucional y no cómplice. No así los militares venezolanos, que nunca, aunque lo nieguen, han sido realmente institucionales y democráticos.
Las medallas militares en Colombia fueron a sangre y fuego. Las de Venezuela a whiskey y juego de intereses. Siempre mantuvieron amenazados a los presidentes. Con Chávez ellos pasaron a ser el primer partido y eso no ha sucedido en Colombia. También es un elemento a favor de las fuerzas opositoras a partir del 7 de agosto.
El futuro de Colombia
No obstante la confabulación en su contra, Uribe sigue siendo el hombre más preclaro del vecino país. Como CAP en Venezuela, tratado como «chivo expiatorio» injustamente. Uribe señala algo con el que hemos coincidido muchas veces: Petro es más peligroso que Chávez, pues es un intelectual de altos kilates. Chávez un vulgar charlatán seducido por las élites que después él castigo.
Uribe le sale al paso. ¿Dejará el odio como prometió Petro? ¿Se acercará a Uribe? Uribe es preciso. Petro jugará a su desaparición. Su permanencia depende de eso, cómo lo sabía Chávez con CAP y hoy lo están pagando a un alto precio.
Petro llega prometiendo rescatar la humanidad, porque sabe que los problemas de Colombia son estructurales. ¿Eludirá la situación, como hizo el “charlatán” de Venezuela?
Petro no es un Felipe González de España, con una izquierda madura y preclara en los conceptos de desarrollo.
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¿Profundizará el resentimiento como arma para seguir utilizando ese odio, como excusa para no cumplir? No lo sabemos.
A todas estas qué sucederá con el señor Hernández. ¿Renacerá de sus cenizas que aún están encendidas?
La realidad
El difunto Kennedy señaló que se puede ganar con el cincuenta por ciento, pero no se puede gobernar con esa cifra una nación y menos la Colombia actual.
Hernández y también lo señalamos fue mal orientado en su fase final de campaña. Las estructuras de los partidos políticos no te ayudan a ganar pero sí a perder y ojalá esto lo entiendan algunos líderes en Venezuela.
En la Guerra también sirve el que muere por la causa. Los mártires como señalan los musulmanes son útiles.
La política está cambiando. Los líderes en Colombia vienen de ser Alcaldes y no gobernadores, con raras excepciones.
Podrá un ex guerrillero acabar con los que hoy se llaman como tales y que repito a mi juicio no lo son.
Duro reto el de Petro. Deberá descubrir quienes son sus amigos, sus enemigos y sus aliados o rivales.
Estados Unidos en la mira.
Deberá el vecino mayor revisar su papel.
Se le cierran los espacios en América o es que de verdad ¿América del Norte también se acerca al “progresismo”?
La inconformidad, la injusticia producto de la desigualdad es una realidad. La grandeza política está en valorarlo y medir las consecuencias con acciones.
Petro tomará juramento el 7 de agosto
No tengo dudas de que en el palco principal estará Maduro. Ya se comunicó con Nicolás, a quien reconoce como gobierno para restablecer relaciones. Lo mismo iba a suceder con el otro candidato. Cada quien asume su responsabilidad.
La oposición venezolana, la formal e informal está llamada a calibrar lo sucedido.
El propio Gobierno de Estados Unidos también. Seguir alimentando una fantasía «interina», no resuelve los problemas de Venezuela.
Pongamos los pies en tierra.
El triunfo de Petro nos obliga a replantear los objetivos.
La izquierda en Colombia debe responder ante los cuestionamientos que ella misma ha sembrado.
¿Será el fin de la desigualdad social en Colombia que tiene más de 60 años? ¿Sucederá lo mismo que en Venezuela, que los ricos cambiaron de nombre pero no de poder?
No soy fatalista. Ojalá Petro juegue a hacerlo bien de verdad.
El foro de Sao Paulo tiene los ojos puestos en Ecuador. Poco a poco, parece una fantasía penetrar Estados Unidos. Más pendejos somos los demócratas si no hacemos algo, ahora y ya.