Petromentira: Gobierno contra el Coronavirus, por Eduardo López Sandoval
En el castellano hay verdades de Perogrullo, que es “Cuando alguien emite una expresión tan evidente o tan sabida que resulta una afirmación trivial o apodíctica, o técnicamente un truismo, suele opinarse que se dijo una perogrullada o una verdad de Perogrullo.” wikipedia.org
Pero no hay mentiras de Perogrullo.
La Real Academia de la Lengua nos dice: “Verdad o certeza que, por notoriamente sabida, es necedad o simpleza el decirla.”, es decir sólo hay “verdad o certeza” de Perogrullo. El diccionario, -muy bien llamado mataburros en algunos parajes de este Llano Colombovenezolano, sin alusiones y/o amenazas personales a ningún burro-, no deja la posibilidad de que existan “Mentiras de Perogrullo”.
Eso hasta ahora, el Gobierno Bolivariano hace denodados esfuerzos porque se acepte que sus mentiras a partir de ahora, a partir de esta revolución, puedan ser calificadas como Mentiras de Perogrullo. Veremos las energías que gasta este Poseso porque esta novedad, las Mentiras de Perogrullo, sean aceptadas.
Desde nuestro punto de vista, emitido desde esta orilla izquierda del río Guárico, pensamos que existe bastante madera para que la Mentira de Perogrullo sea aceptada, o alguna palabra especial que atienda esta particular forma de mentir. Cuando el creador de la Mentira de Perogrullo invitó a un colega semejante, presidente de Nicaragua, a bañarse en las límpidas aguas del Río Guaire, creó una realidad que no tenía forma de decirla en el castellano, hasta que esta Revolución Bolivariana propone con los hechos la Mentira de Perogrullo.
*Lea también: Reggaetón, el lado más obscuro de la música, por Carlos M. Montenegro
El Interfecto, como fiel seguidor del Poseso, en entrevista que le dio al periodista Jorge Ramos, declara: «En Venezuela no hay prisioneros por su pensamiento político». ¿Es esta o no una Mentira de Perogrullo? ¿O la perla que sigue, cosechada en la misma entrevista? «No vives en Venezuela y no sabes el nivel de protección, de seguridad social que tiene el pueblo, para vivienda, para pensiones, para empleo, para ingreso, educación pública gratuita de calidad para el 80% de los venezolanos».
Me despido a la llanera…
Cuentan que la palabra Perogrullo nace de Pedro Grullo, quien fue un personaje que existió hace más de quinientos años, cuando decimos que existió es porque vivió de carne y hueso pisando algún lugar de España, o bien vivió en las letras y palabras de los escribidores y en las mentes de sus lectores. Vivió.
El propio Cervantes en su Quijote lo retrata para la Historia, dice: “Sancho Panza pregunta a la cabeza si volverá a ver a su mujer y a sus hijos, y la cabeza responde: Gobernarás en tu casa; y si vuelves a ella, verás a tu mujer y a tus hijos; y, dejando de servir, dejarás de ser escudero. A lo que añade Sancho: Bueno, par Dios; esto yo me lo dijera: no dijera más el profeta Perogrullo.”
Profeta le dice Cervantes. Se registra que fue capaz de profetizar que: ”El primer día de enero que vendrá será primero día del año,…”
Pero al mismo tiempo que existió Pedro Grullo, que también era llamado Petro Grillo, vivió un personaje olvidado por la historia, que el Poseso Bolivariano intenta reivindicar, se llamaba Pedro Mentiras, de él escribe José Godoy Alcántara, que “Petro Grillo fue un personaje real que actuó como testigo en dos escrituras de 1213 y 1227 en Palencia; –y añade–: coetáneo de Pedro Mentiras, si es que se trata del que ha hecho célebre la naturalidad de las verdades”.
La propuesta parece cada vez más trascendental, reivindicado el personaje Pedro Mentiras deberíamos tener la nueva, bolivariana y revolucionaria palabra, Petromentira, –por Perogrullo–, pero la dinámica de la creación de las palabras puede y debe abarcar las realidades sociales colindantes, esta nueva palabra bien puede ser la Petromentira, por lo de la mentira del Petro, digo yo…
A propósito del Virus Chino, o Coronavirus, las Petromentiras se despliegan con las medidas del Gobierno.
Uno. se resolvió, decretó, decidió, declaró, o promulgó, o bien se proclamó la inamovilidad laboral, cuando ésta no ha dejado de existir durante el Poseso, y la gente entiende que acerca de este tema ya está todo dicho, cualquier cosa que este Gobierno Bolivariano haya dicho al respecto no le dice nada a la gente; hay una Ley y/o un Decreto que así lo redunda desde Chávez…
Dos. Hablan de suspensión de alquileres, cuando este es un rubro desconocido por paralizado, la gente ya no construye más para regalar estas construcciones, porque desalojar a alguien de tu propiedad es un imposible por la ausencia de Estado de Derecho. Decretar algo al respecto es una gastadura de tinta y papel, es una Petromentira.
Otra medida del Gobierno ante la pandemia, suspende el pago de los servicios Públicos. Bien pudiera preguntar ante tamaño improperio, usando la palabra en cuestión, la “verdad”:
-¿De “verdad”, -Interfecto y panas lectores-, aquí hay servicios públicos? Agua, luz, teléfono, gas, salud? –La respuesta se las dejo a ustedes…
Creo que más vale preguntar con la palabra que proponemos sea incluida en el diccionario, la Petromentira, en vez de la Mentira de Perogrullo que con sus hechos propone el Gobierno, así:
-¿De Petromentira, -Interfecto y panas lectores-, aquí hay servicios públicos? Agua, luz, teléfono, gas, salud?
Y si en algún lugar hubiera uno que otro servicio público, ¿alguien los paga? ¿ah, nadie? Entonces , ¿para qué esta suspensión de pago?
Petromentira.