Política y politiquerías, por Griselda Reyes
Inicio éste tema tan controversial partiendo de la definición de La Real Academia española, la cual define la politiquería como la acción de politiquear, es decir, intervenir en política, tratar la política con superficialidad o a la ligera. Su complejidad, la trataré de simplificar sin caer en el creacionismo intelectual que le quite la importancia de ser tratado y manejado adecuadamente para incrementar el logro del razonamiento, por parte de los que hoy se forjan y aparecen como lideres nacionales de organizaciones pòliticas que se hacen llamar “salvadores del proceso electoral como las únicas opciones validas” para asumir las riendas de unas elecciones parlamentarias convocadas para el 06 de diciembre.
El politiquero es el personaje “Caricatura”, de esos personaje de un cómics muy popular en los 80, o tal cual «Rumildo» que hace de la política una práctica despreciable y cargada de corrupción e impunidad, igualmente utiliza demagogia. Son elementos que provocan abstención y desgaste en la sociedad contra la clase política.
Este enmascarado juega a l antipolitica, que busca destruir a su entorno que convive la misma tragedia y así quedar con una persona omnipotente, de una clase social que se cree superior cualquiera que no comparta su criterio, o están con ellos o viven del chantaje descalificador entre los puros e impuros de la sociedad.
El ejemplo más palpable es lo que ocurre en nuestro país con muchas de las politiquerías publicadas en forma irresponsable que invitan a no votar, olvidando que fueron ellos, actores de poder y privilegios en primera linea, que provocaron con sus actitudes de influencias hacia la politica y “malas mañas” las causas de la abstención, sin plantear una política publica que desemboque en una salida que concrete soluciones para el bien común de la población, en cambio utilizan tal elemento para satisfacer intereses propios o de grupo que financian tales acciones de politiquería.
Hoy en día, se ha olvidado en nuestro país la lucha política como movimiento social a través de organizaciones sociales, gremiales, política etc, que debieran estar dedicada a cuestiones socio-políticas con la finalidad del cambio social del país. En los sistemas democráticos el voto es el principal y más evidente indicador de participación política. Por ello en este tiempo de campaña electoral se oirán propuestas de programas de gobierno legislativo, en algunos casos peculiares, en otros risibles por su politiquería manifiesta ante la imposibilidad de su realización.
En nuestro caso, Acción Ciudadana en Positivo (ACEP) como organización política creemos en el voto como herramienta de lucha, es el principal y más evidente indicador de la participación en políticas publicas de allí que estamos obligados reinventar políticas en defensa de los derechos de la mujer y de sectores sociales vulnerables que presentan grandes dificultades para tener calidad de vida entre otras funciones de fiscalización y control político.