Populismo… ¿hasta cuándo esta pesadilla?, por Griselda Reyes
Twitter: @griseldareyesq
Los dirigentes políticos siempre han tenido sobre sí los demonios del populismo como herramienta asible en su afán para meterse a los venezolanos en el bolsillo y traducir a la población en fieles electores. Creen que hablar y pretender verse como los más desfavorecidos es la mejor campaña política. ¡Que estafa!
El populismo, según la Real Academia Española, se define como una «tendencia política que pretende atraerse a las clases populares». A nuestro entender, esto se traduce en un vulgar fraude que nuestra gente no merece.
El chavismo, y también sectores de la oposición venezolana, prefieren seguir apostando a prebendas que resuelvan un día de los venezolanos, en lugar de fomentar políticas serias que le garanticen estabilidad a nuestro país en el corto, mediano y largo plazo. Reza aquel viejo adagio que hay quien se conforma con el pescado de un día en lugar de procurar la caña para pescar siempre.
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El mundo no escapa de esta realidad y vemos fenómenos que utilizan estos mecanismos para quebrar a sociedades enteras y hacerlas dependientes del control social que sus propios gobiernos implementan. No hay populismos buenos y malos por responder a tendencias de izquierda y de derecha, todos son reprochables.
El país y el mundo cambiaron definitivamente con la pandemia. La ciudadanía necesita oportunidades reales de progreso. En el caso Venezuela, que lo palpamos a diario, en lugar de controles y restricciones necesitamos avanzar hacía la diversidad y la sana competencia. Lo que siempre hemos dicho, el libre mercado y que sea el consumidor final el que decida.
Nosotros no podemos ser esclavos del «papá Estado» y mucho menos de pequeños pichones de señores feudales que basan sus estrategias en sumar seguidores rifando motos o electrodomésticos.
Venezuela —sin ánimos de sonar repetitivos— merece políticas de Estado que no sean un toma y dame entre el poder y el sector privado. Dejen que cada quien avance con condiciones económicas y jurídicas que permitan al sector privado crecer y generar más fuentes de empleos.
Al país debemos hablarle claro.
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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