“Por allá no ha pasado nada”, por Beltrán Vallejo

He estado esperando algunos días para acumular más información sobre el suceso que recientemente sacudió al estado Sucre, referido a los enfrentamientos entre grupos delincuenciales radicados en las comunidades de San Juan de Unare y de San Juan de las Galdonas, en la tan abandonada y miserable Costa de Paria. Sobre esos incidentes, me embarga la pesadumbre, ya que más allá del psicodélico debate sobre la veracidad de la información, sobresale la realidad de una región que más se parece a cualquier zona de México que esté en manos del Cartel de Sinaloa.
Sobre la información que impera, sobre todo en las redes sociales, con imágenes dantescas de cuerpos mutilados, y con testimonios que hablan de más de 30 individuos asesinados a mansalva, es de destacar el apuro del gobierno por minimizar dicho suceso, casi colocándolo a nivel de peleíta entre malandros, con apenas un saldo de tres fallecidos; al respecto, es llamativa esta frase tajante del director del Cicpc: “por allá no ha pasado nada”.
Sin embargo, con el paso de los días aparecieron las contradicciones e incoherencias de los mismos voceros gubernamentales. Por ejemplo, si por “allá no ha pasado nada”, ¿cómo es que el propio gobernador del Estado Sucre, el inefable Edwin Rojas, refirió sobre un despliegue de más de 700 funcionarios del Estado en un operativo que él denominó como “ejercicio de soberanía”, que dejó a 18 delincuentes eliminados como efecto del desmantelamiento de una poderosa banda que asolaba tres municipios, y que estaba compuesta por 14 sujetos “fugados” de la cárcel de Tocorón? De la misma manera, el General de División, Julián Ramón Barrios Torres, nada menos que el jefe de la Zona Operativa de Defensa Integral ZODI Sucre N. 53, informó que “la operación de defensa, fue una labor de reconocimiento, patrullaje y localización de elementos delictivos.
A lo largo del territorio sucrense fueron colocados 2.440 hombres en combate con sus respectivos equipos, durante dos fases de operación descritas en un total de 216 horas”. Entonces, ¿cómo es que por “allá no ha pasado nada”?; lo que dijo este militar, más se parece a una guerra.
En todo caso, como sucrense siento el bochorno de habitar una tierra que no es “normal”, para ponerle un calificativo. Lamentablemente, Paria no es referencia nacional como zona turística, pesquera o cacaotera; tampoco ha merecido la jerarquía informativa por ser zona donde radica un ambicioso proyecto gasífero; que por cierto hoy en día más parece una historia de unicornios, ya que lleva décadas, desde la época de Caldera II, como eterna promesa de que desde allí Venezuela se encumbraría como potencia energética.
Lamentablemente, a esta tierra de innegable belleza la embarga el silencio, la tristeza y el miedo de sus habitantes, quienes de manera cotidiana ven deambular por sus pueblos de pescadores a sujetos exhibiendo campantes su armamento de alto calibre, con toda normalidad y parsimonia; y también los embarga la pena porque la juventud, en aras del dinero mal habido, se afilia al narco, a los contrabandistas de gasolina y a los piratas del mar.
Termino citando al ex gobernador Luis Acuña Cedeño, por cierto que salió de manera escandalosamente inesperada de la gobernación de Sucre, quien dijo lo siguiente sobra esta tierra, el 17 de enero del año pasado:
“Tenemos serias dificultades con todo ese eje de la zona norte. Como son zonas tan desguarnecidas han sido tomadas por el narcotráfico, eso tiene una incidencia en la seguridad. Falta muchísimo más por hacer. Tendríamos que erradicar toda esa invasión por esa zona”.
No digo más.