Por el cambio, vamos avanzando, por Carlos Tablante
La ONU publicó esta semana el informe sobre Venezuela de Michelle Bachelet, Alta Comisionada del organismo que aglutina a todas las naciones del mundo. Se trata de un documento contundente donde se detalla la violación sistemática de los derechos humanos por parte del régimen de Maduro a través de torturas, presos políticos, censura, colectivos, ejecuciones extrajudiciales, justicia parcializada, constituyente ilegal, hambre, control social y corrupción desbordada, que ha desatado la crisis humanitaria.
El informe Bachelet insta a adoptar de inmediato medidas para detener y compensar la grave vulneración de los derechos económicos, sociales, civiles, políticos, ecológicos y culturales que se ha documentado gracias al incansable y valiente trabajo de las víctimas, las ONG y los diputados. La liberación de todos los presos políticos es una demanda prioritaria.
También queda claro en el documento oficial de la ONU que el origen de la crisis está mucho antes de las sanciones internacionales
Cada caso debidamente sustentado presentado ante la justicia nacional, pero sobre todo la internacional, donde ha acudido la mayoría de las víctimas por no encontrar respuesta en Venezuela, ha servido para que ahora no quede ninguna duda de que lo que sufrimos los venezolanos es una dictadura. Las consecuencias serán muy graves para el régimen y sus integrantes ya que se trata de crímenes que no prescriben.
El informe fortalece todo lo que los sectores democráticos han venido denunciando a nivel global. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU solicitó el reporte porque existe gran preocupación, no solo por el destino de nuestra nación, sino por el de la región entera.
El informe Bachelet advierte que, de no mejorar la situación, seguirá el éxodo sin precedentes de refugiados y emigrantes que abandonan el país y también empeorarán las condiciones de vida de quienes se quedan en él
En el pasado, algunas agencias de la ONU se pusieron del lado del régimen sin comprobar la veracidad de las manipuladas y falsas cifras oficiales. De hecho, la ONU no ha reconocido aún el gobierno interino de Guaidó, por lo tanto, su posición actual con el trabajo de Bachelet está fuera de cualquier sospecha de parcialidad.
El informe servirá para impulsar muchas iniciativas. Por lo pronto, refuerza la posición de la causa democrática en Venezuela, a la que se sumarán aún más países
Las conversaciones que se retoman esta semana en Barbados encuentran a una oposición fortalecida moralmente para poner lo mejor de sí en un nuevo intento de evitar un derramamiento de sangre que nadie desea.
Las demandas son las mismas: la salida de Maduro del poder, la realización de elecciones libres y democráticas y un gobierno de unidad nacional para sacar a Venezuela del abismo donde se encuentra.
Es urgente atender la crisis humanitaria, detener el deterioro y comenzar la reconstrucción del país. Para alcanzar los objetivos debemos permanecer unidos y respaldando el liderazgo de Juan Guaidó para enfrentar en todos los terrenos a la dictadura de hambre y corrupción de Maduro.
Con la fuerza de todos, vamos avanzando.