¿Por qué China financia nuevamente a Venezuela?, por Luis Cermeno
Finalmente todos tenemos la respuesta a la incógnita: China apoya a Venezuela en las condiciones económicas deplorables en la que se encuentra el país y con la crisis migratoria más grande de la historia moderna del continente propiciado por las terribles políticas económicas del gobierno de Venezuela.
Sin embargo, hay tres elementos de análisis que debemos poner sobre la mesa. Si bien el nuevo préstamo por la cantidad de 5.000 millones de USD brinda alivio al gobierno de Venezuela, el monto parece insignificante considerando que solo en vencimientos debe a acreedores internacionales unos 6.100 millones de USD y a los 80.000 millones de USD que estiman economistas necesitaría Venezuela como mínimo para relanzar su economía. Peor aún, algunos medios insisten que tal acuerdo por 5.000 millones USD no fue confirmado públicamente por China.
Por otro lado, no es secreto que China desde hace algún tiempo no está satisfecha con el desempeño económico del gobierno de Maduro, al punto que en 2017 la empresa petrolera Sinopec demandó a Venezuela por la modesta cifra de 23 millones de USD ante tribunales norteamericanos. Ese mismo año además, no se hicieron desembolsos adicionales. El mensaje fue claro: Venezuela no estaba cumpliendo sus acuerdos con China y sus medidas estaban generando el entorno económico para que eso no ocurriera.
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Sin embargo, Maduro hizo lo necesario para abrir las puertas de Beijing nuevamente. En un comunicado de la agencia Xinhua posterior al encuentro reciente de Maduro con líderes del Partido Comunista se menciona que Maduro “expresó el deseo de aprender más sobre la exitosa experiencia de China en reforma, apertura y gobernanza”, una clara demostración que Maduro ha decidido reconsiderar las demandas de China.
El mismo Maduro, en su encuentro con la contraparte China en Beijing dijo “tengo que confesarle que el programa de recuperación económica, crecimiento y prosperidad que he activado, tiene su base teórica, su base política en el estudio, investigaciones y recomendaciones que para entonces se le entregaron al comandante Chávez”
Queda claro que la flexibilización del tipo de cambio, la promoción de un entorno favorable para las inversiones Chinas y otras reformas a nivel económico fue condicionamiento explícito para la renovación de cualquier acuerdo de financiamiento.
China por su parte busca con ello alargar la vida del gobierno de Maduro asegurando el repago de sus préstamos a través del incremento de la producción petrolera y de oro que las mismas empresas Chinas harán directamente. Esta decisión para ser tomada tuvo que representar la mejor de las peores alternativas en la mesa, que involucra el escenario de una transición-implosión en un entorno político con una oposición dinamizada y EEUU cada vez más reaccionario e imprevisible con respecto a China. En este sentido, la decisión de China de apoyar al gobierno de Venezuela era la mejor alternativa de la gama de opciones disponibles.
En tercer lugar, se encuentra la coyuntura internacional, que para China implica, como comenté anteriormente, un EEUU cada vez más reaccionario e imprevisible, con un control militar férreo en el mar del Sur de China. Por ello creo que la dinámica actual de las relaciones entre EEUU y China están tomando un carácter global y con consecuencias para el mundo, particularmente para Latinoamérica, por entrar dentro del área de influencia de EEUU.
No dudo sobre el riesgo reputacional a nivel regional que esta medida de apoyo tendrá para China, pero para que haya sido tomada, otros riesgos como los económicos y geopolíticos tienen que haber sido de peso suficiente para tornar la balanza del lado de Maduro