¿Por qué el tipo de cambio paralelo baja pero no los precios en los comercios?
Entre el 1° y el 24 de septiembre el precio de la divisa en el mercado negro cayó 16% al bajar de 24.600 a 20.600 bolívares. Por el contrario, los precios de productos de primera necesidad, como pasta, arroz, harina de maíz precocida, carne de res y huevos, aumentaron más de 13% en este mes
En un supermercado al este de Caracas, una consumidora esperó por unos segundos que la pantalla del lector de código de barras mostrara el precio de un kilo de arroz blanco que sostenía en sus manos. Su sorpresa fue mayor al verificar que costaba 30.200 bolívares. “Terrible”, expresó luego de darle el alimento a su esposo para que lo devolviera a su lugar. “Yo lo compré en 18.000 bolívares hace dos semanas”, dijo, y siguió recorriendo el establecimiento con un carrito que solo tenía tres productos.
“El dólar bajó y las cosas suben cada día más”, percibe María Carmona, quien sacaba de un gran cesto bien surtido un paquete de harina de maíz en el supermercado cuyo precio era 24.890 bolívares, 24% por encima de lo que costaba la última semana de agosto (20.000 bolívares).
Tras la baja del tipo de cambio paralelo, que domina el mercado en Venezuela, algunas personas se preguntan por qué los precios de los productos en los establecimientos no bajan también, sino que se mantienen o incluso siguen subiendo. En septiembre el comportamiento de la tasa cambiaria en el mercado negro fue distinto al que tuvo en agosto, cuando aumentó 108%. El salto abrupto que dio el mes pasado disparó los precios de bienes y servicios y duplicó la inflación registrada por la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN) en julio: subió de 33,8% a 65,2% -31 puntos porcentuales menos—, la más alta en lo que va de año después de enero (191,6%).
Entre el 1° y el 24 de septiembre el tipo de cambio en el mercado negro cayó 16% al bajar de 24.600 a 20.600 bolívares. Por el contrario, los precios de productos de primera necesidad aumentaron más de 13% en este mes.
En la última semana de agosto el kilo de arroz se conseguía en 18.950 bolívares y un mes después su precio llegó a 30.200 bolívares: un incremento de 59%. La carne de primera pasó de 60.000 a 68.000 bolívares, mientras que el cartón de huevos subió de 60.000 a 82.000 bolívares.
Entonces, ¿por qué la tasa de cambio baja y los precios en los comercios no? Según expertos, la variación de la tasa de cambio no es el único factor que explica el comportamiento de los precios en Venezuela. Es uno de tantos factores.
“En Venezuela también hay un problema de credibilidad y de confianza con respecto tanto a la moneda como a quien toma las decisiones en materia económica”, señala el economista Luis Oliveros. “Si yo bajo mis precios porque cayó el dólar, la probabilidad que tengo de perder plata puede ser alta porque en cualquier momento el dólar vuelve a dispararse y a lo mejor me voy a tardar en ajustar los precios”.
Asegura que en Venezuela los precios siempre se ajustan hacia arriba, principalmente por tres razones: la falta de confianza en la moneda, las expectativas negativas y la incertidumbre que siente el comerciante sobre cuánto costará el dólar cuando tenga que reponer inventario. Advierte que se espera que el tipo de cambio siga subiendo porque “seguramente la situación externa de Venezuela en divisas será muy complicada”.
El economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, sostiene que, en un entorno hiperinflacionario, donde no hay ninguna certeza sobre el futuro, o peor, la única certeza que se tiene es que el tipo de cambio siga subiendo porque no se han solucionado los problemas de fondo, es imposible que los precios bajen.
“Si no hay certeza del comportamiento que tendrán las variables que afectan precios y costos en el mediano plazo, los precios no bajan, porque el riesgo a descapitalizarte es muy alto”.
En vista que muchas personas se preguntan por qué los precios siguen subiendo a pesar de la baja del tipo de cambio. Haré algunos comentarios en un breve hilo para estimular la discusión y el entendimiento del fenómeno económico.
— Asdrubal R. Oliveros (@aroliveros) September 22, 2019
De acuerdo con el informe semanal No.33 de Ecoanalítica, la caída de la producción local, la presencia de controles, las reordenaciones en los patrones de consumo, la apreciación cambiaria, el deterioro de las cadenas de distribución, entre otros factores, inciden en que los precios de casi todos los rubros se ajusten con considerable volatilidad, “lo que impacta de forma no trivial sobre los precios relativos entre esos mismos rubros”.
La firma indica que el tipo de cambio puede frenarse un poco si el Ejecutivo retoma cierta disciplina en la ejecución de gasto. En julio, “la ejecución gasto de Pdvsa y algunos entes públicos y ministerios fue elevada, por encima del promedio, impactando el mercado cambiario”.
En agosto el tipo de cambio paralelo aumentó significativamente luego de que Pdvsa hizo fuertes pagos en bolívares.
El 26 de agosto el Banco Central de Venezuela (BCV) reportó un aumento de 700 millones de dólares en sus reservas internacionales, principalmente en yuanes provenientes de Pdvsa, afirmó el economista Giorgio Cunto Morales en un trabajo publicado en Prodavinci. “Para adquirir esas divisas el Banco Central debe pagarle a la estatal petrolera en bolívares. Pdvsa por su parte paga a proveedores con ese dinero. La entrada en circulación de esos bolívares se destina en parte a la adquisición de divisas, lo que explica el aumento del tipo de cambio de los últimos días (de agosto)”.
Por otro lado, los precios de algunos productos han bajado en comercios en Caracas. En un negocio ubicado en El Cementerio, al sur de Caracas, el kilo de pollo llegó el miércoles 25 de septiembre en 32.000 bolívares, 6.000 bolívares menos que la semana anterior. “Los precios estaban llegando muy elevados y las ventas están muy duras. La gente prácticamente no está comprando, se llevan de a poquito”, dijo el dueño del establecimiento, donde dos años atrás se vendía entre 150 y 200 kilos de pollo por día. Ahora no pasa de 50. “De allá para acá pura pérdida”.
En un comercio en la parroquia Altagracia, el precio de un jabón de baño bajó de 5.300 a 4.500 bolívares en una semana, y de una mantequilla de 250 gr. de 17.000 a 14.000 bolívares.