Precio promedio del barril de petróleo llega a $61, el más alto de hace 60 años
La mejora en la cotización del crudo venezolano Merey 16 y al alza de los ingresos por este concepto contribuyeron al crecimiento de la actividad petrolera de 8% al cierre del tercer trimestre de este año. Sin embargo, debido a la dependencia de Venezuela del petróleo, hace vulnerable a la economía a riesgos como la volatilidad de los precios en este mercado y a posibles cambios en las políticas internacionales sobre el país
La era de Nicolás Maduro cuenta con el precio promedio del barril de petróleo más alto de todos los períodos presidenciales en Venezuela. Incluso por encima de la cotización media en los gobiernos de Hugo Chávez, quien llegó a contar en un breve período de 2008 con un máximo de 120 dólares de la cesta petrolera en los mercados internacionales.
La cotización promedio del barril de crudo venezolano de referencia, el Merey 16, alcanzó entre enero y el pasado noviembre 65,62 dólares, de acuerdo a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Lo que significa un aumento de $1,32 o 2% con respecto a la media de todo 2023 de $64,30.
Con este resultado, se observa que entre el primer y segundo gobierno de Maduro (2013 al 2024) se alcanzó un precio promedio de $61,2o del barril de crudo. Este monto se ubica por encima de la media que se obtuvo en los también dos períodos presidenciales de Chávez de $52,10.
Los otros gobiernos con mayores promedios en la cesta petrolera fueron el de Luis Herrera Campíns con $25,32 y el de Jaime Lusinchi con $19,04, según datos aportados por el ingeniero Nelson Hernández basados en información de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) .
El barril de crudo Merey, el único que prácticamente está vendiendo Pdvsa en el exterior, se llegó a vender con muy fuertes descuentos para asegurar compradores debido a las sanciones de Estados Unidos hacia el sector petrolero venezolano. En el año 2020 se llegó a cotizar entre 7 y 8 dólares el barril, una cifra -según cálculos de fuentes cercanas a la industria- estaba muy por debajo de su costo de producción de entre 11 y 15 dólares el barril, lo que significó para el país una pérdida de 50% de sus ingresos por exportación petrolera.
El último informe de coyuntura del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB, resaltó la brecha promedio entre el crudo Brent del Mar del Norte (mercado europeo) y el Merey, el cual se mantuvo en 23%, aproximadamente. «Debe enfatizarse que el precio de realización del petróleo que se exporta desde Venezuela no necesariamente está alineado con el determinado para el Merey 16. Las sanciones internacionales, la baja calidad del crudo y los productos, las operaciones comerciales poco transparentes y la corrupción imperante en Pdvsa hacen que muchas transacciones se realicen con importantes descuentos sobre el precio de mercado».
El reporte ofreció datos de la consultora Orinoco Research la cual señaló que con el levantamiento transitorio de las sanciones, la reanudación de las exportaciones al mercado norteamericano y Europa y la intermediación de las empresas petroleras originarias de esos países, se estima que la tasa de descuento del crudo venezolano, en promedio, pasó de 25% a 12%.
«Naturalmente, si las sanciones son reimpuestas, y más si son ampliadas, el descuento que habría que otorgar para lograr colocar el petróleo venezolano deberá incrementarse de nuevo. No es necesario reiterar las implicaciones negativas que esto tendría para la economía venezolana, que podrían ser aún más severas si los precios internacionales del petróleo se redujesen más durante el 2025», resaltó el informe de la unidad de investigaciones económicas de la Universidad Católica Andrés Bello.
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Sube el precio, baja la producción
El Merey es un crudo extrapesado que viene de la Faja Petrolífera del Orinoco mezclado con crudo liviano que se extrae de occidente y oriente. Con la flexibilización de las sanciones a finales de 2023 al otorgar el gobierno norteamericano varias licencias a empresas extranjeras que operan en Venezuela como Chevron, Eni y Repsol, el barril venezolano pudo venderse a mejor precio en los mercados internacionales. Justamente estas compañías de Estados Unidos, España e Italia, respectivamente, operan mayormente en los campos de la Faja.
El mayor precio del petróleo local, sin embargo, no ha podido ser aprovechado por el país debido a la baja producción de Pdvsa.
Venezuela actualmente produce un promedio de 950 mil b/d de crudo, según la información oficial dada a finales de 2024 por Héctor Obregón, presidente de Pdvsa. Desde el año 2022, representantes de la empresa estatal prometieron elevar la producción a un promedio de un millón de barriles diarios, sin embargo, hasta la fecha no han podido cumplir la oferta.
Obregón afirmó -no obstante- que se esperaba cerrar el año en 1 millón 45 mil b/d. De este monto estimó una producción de 596 mil b/d de petróleo de la Faja del Orinoco, 260 mil b/d en la División Occidente y 162 mil b/d de la División Oriente. Fuentes del sector aclararon que para mostrar esta cifra, el presidente de Pdvsa sumó la producción de otros hidrocarburos distintos al petróleo.
En 2020, la extracción de crudo se mantuvo estancada al punto de llegar a ubicarse a los niveles de 1934, cuando la cifra bajó a menos de 400 mil b/d. Desde ese momento y hasta el otorgamiento de las licencias por parte de EEUU en octubre de 2023 hubo una recuperación de la producción hasta llegar a los 900 mil b/d.
Cifras de la consultora Ecoanalítica indicaron que en dos años –entre octubre de 2022 y el mismo mes de 2024- la producción petrolera venezolana pasó de un nivel por debajo de 700.000 barriles diarios a casi 900.000 barriles, asumiendo la data de las fuentes secundarias de la OPEP; y 30% del actual nivel se corresponde a empresas mixtas en las que están socios de Pdvsa con licencias: Chevron, Respol y Maurel & Prom.
El escenario de Ecoanalítica de un posible año sin licencias implica una reducción de 25% de la producción en 2025, es decir, una caída a 750.000 b/d, mientras que si estas autorizaciones se mantienen el nivel de extracción logrará ponerse por encima de un millón de barriles.
En lo que se refiere a los cálculos sobre los ingresos petroleros, esta firma calculó que 2024 cerraría en 14.800 millones de dólares, un incremento de 21% con respecto a 2023. Mientras que prevé para un 2025 con licencia un incremento de 16% para alcanzar los $17.200 millones.
Más dependiente del petróleo
Por su parte, el reporte de Coyuntura Económica de la UCAB argumentó que para finales de 2024 se esperaba que la producción promedio llegue a 860 mil barriles diarios (b/d), lo que equivale a una tasa de crecimiento de 15% anual, ligeramente menor que la proyectada en el informe de abril. Esta revisión a la baja, aun teniendo en cuenta el levantamiento transitorio de las sanciones internacionales, se debe a varios factores: las fallas en la provisión de servicios básicos, especialmente la electricidad; las dificultades que Pdvsa ha confrontado con el suministro de diluyentes; el incumplimiento por parte del gobierno de los términos de los acuerdos de Barbados; y, en general, la inestabilidad política interna que se incrementó a partir del evento electoral en julio.
A esto hay que agregar la incertidumbre, aún no disipada, ante la posibilidad de un restablecimiento, e incluso la ampliación, de las sanciones, de no llegarse a un nuevo acuerdo que permita una transición en el país.
En todo caso, el leve crecimiento observado en la producción ha seguido siendo fundamentalmente impulsado por las multinacionales petroleras, sobre todo Chevron y Repsol. Estas empresas no están considerando, al menos por ahora, expansiones significativas de sus planes de inversión; sus operaciones están centradas en el cobro en especie de las deudas contraídas por Pdvsa y el gobierno venezolano.
«Dadas las actuales circunstancias y restricciones, seguirá siendo difícil que la producción petrolera venezolana alcance y sostenga el millón de barriles diarios. En cuanto a las exportaciones petroleras, se estima que estas puedan alcanzar, en promedio para este año, 760 mil b/d», se destacó en el informe de la UCAB.
Otro aspecto relevante, a juicio de los economistas de la UCAB, es la alta volatilidad que muestran los volúmenes mensuales de petróleo exportados. Esto es una consecuencia de la baja calidad en los servicios y las infraestructuras públicas, que afectan las operaciones de las empresas encargadas de extraer, renovar y transportar los crudos y los productos.
En cuanto a los destinos de las exportaciones, con el relajamiento de las sanciones, en 2024 los envíos hacia Estados Unidos y Europa se incrementaron significativamente. «Si bien, en general, el principal destino sigue siendo los mercados asiáticos, en julio los volúmenes de exportaciones hacia los EEUU superaron los envíos hacia China por primera vez desde 2019».
También los envíos hacia España han aumentado con respecto a 2023, acumulando en 2024 unos 7,2 millones de barriles, lo que equivale a un incremento de aproximado de 18%.
De acuerdo a una nota de la agencia Reuters, Venezuela pudo aumentar en 2024 sus exportaciones petroleras en 10,5% con un promedio de ventas en el año de 772.000 b/d. «Una gran parte de las ganancias de exportación del año provino de los envíos de crudo venezolano a EEUU por parte de la petrolera estadounidense Chevron (…) Las exportaciones a EEUU se dispararon 64% hasta unos 222.000 b/d, convirtiéndose en su segundo mercado de exportación, por detrás de China que recibió 351.000 b/d, un 18% menos que el año anterior».
La mejora en la cotización del crudo venezolano Merey 16 y al alza de los ingresos petroleros contribuyeron a al crecimiento de la actividad petrolera de 8% al cierre del tercer trimestre de este año. Sin embargo, debido a la dependencia de Venezuela del petróleo expone a la economía a riesgos como la volatilidad de los precios en este mercado y a posibles cambios en las políticas internacionales.
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