Preludio, por Estilito García

«Acción, actuación o evento introductorio que precede a uno más grande o trascendental»
Transcurridos más de 32 años de actuaciones y todo tipo de sucesos y eventualidades políticas en nuestro país a partir del 4 de febrero de 1992, existen buenas razones para sostener y calificar como «hitos históricos» dos frases contrapuestas que dan entrada a caminos o procesos cíclicos hacia la toma del poder. Tema difícilmente eludible que historiadores y antropólogos modernos sabrán plasmar.
Cronológicamente, aquel pseudo-patentado «por ahora» pronunciado por el entonces golpista y hoy extinto Hugo Chávez ese mismo 4 de febrero, constituye la frase que algunos estudiosos le han atribuido un carácter de «preludio» que en buena medida le valió a Chávez para alcanzar el poder al ganar la elección presidencial en diciembre de 1998.
Casi 20 años después (13 de enero de 2012) de aquel premonitorio «por ahora», es escuchada en el Capitolio de Caracas, una contrapuesta y gravosa frase que sonó como un latigazo oído en toda Venezuela y en gran parte del mundo: «Expropiar es robar», pronunció fuerte y claro la entonces diputada María Corina Machado al mismísimo Chávez frente a frente después de este haber recorrido 13 años ejerciendo el poder.
Tuvo que soportar, aquel sorprendido y disimuladamente indignado Chávez, que en su propia cara una atrevida y valiente, aún novata de la política, lo encarara y le enrostrara aquella temeraria afirmación, la cual desdeñó arrogantemente auto aludiéndose «ladrón» en réplica defensiva y jactanciosa con el agregado refrán «águila no caza mosca»… Si, «robar», le reconfirmó con firmeza y sin titubeos la valiente diputada al ser inquirida por el increpado Chávez en aquel histórico cara a cara en el Hemiciclo caraqueño.
«Por ahora» y «expropiar es robar». Dos frases de contenidos diferentes y contrapuestas en el contexto político real de estos últimos 32 años.
Dos visiones confrontadas de país; una, retrógrada y restrictiva de todas las libertades fundamentales; la otra, de progreso, de respeto a los supremos valores de libertad y de democracia.
Dos instantes en dos momentos distintos; dos escenarios, uno violento y otro pasivo; dos rostros, dos generaciones, dos personajes: uno, apresado, cual sometido infractor por violentar el orden constitucional; el otro personaje, una mujer en ejercicio parlamentario libre, constitucional, hoy transformada en la gran líder que el pueblo escogió para conducir el proceso de liberación y retorno a la democracia. Aquella mal titulada «mosca» se convirtió en «águila» de alto vuelo que nunca ha parado de luchar.
Sintetizando, estas dos precedentes frases marcan la entrada a ciclos distintos camino al poder: 4F año 1992 y 13E año 2012, la primera dio entrada al poder casi siete años después; la segunda, con una gestación en marcha y fecha de parto este 28 de julio, 12 años después.
Cada ocurrencia histórica en su momento y bajo los inexorables designios de Dios. Hágase su voluntad, que así sea.
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