Presidente de El Impulso: a los que somos incómodos nos van borrando del mapa
Tras más de 100 años de fundado, el diario El Impulso de Barquisimeto está a las puertas de un cierre inminente por la falta de papel para circular. Su presidente, Carlos Carmona, espera que la situación sea transitoria y no definitiva
Autor: Ronald Uribe
El presidente de la C.A. El Impulso, Carlos Carmona, espera que la crisis de papel periódico -que obliga a la paralización de actividades del medio de comunicación- sea pasajera y que la misma no represente el cierre definitivo del diario, que tiene 114 años de fundado y es el más longevo de Venezuela.
Carmona manifestó sentir «dolor» por la decisión de la Corporación Maneiro porque «no hay forma de que nos quieran hacer llegar una cotización, ninguna venta de papel«, al tiempo que alertó que otros medios de comunicación padecen por la falta de planchas para imprimir.
Dijo que la actual situación con el medio y la carencia de las bobinas para producir la publicación, «hacen que se refugien en las trincheras de las redes sociales». Afirmó que desde hace cuatro o cinco años han venido teniendo problemas con el suministro de papel y que de alguna forma, han estado paliando la situación a través de préstamos de otras compañías extranjeras y «cosas bachaqueadas».
Para el director del diario, esta situación representó una «alarma», por lo que la adaptación a las redes sociales fue de alguna forma obligada y se logró el posicionamiento de la marca en Instagram, Telegram e incluso en Twitter, pero alertó que a pesar de tener estas herramientas, no se le llega a la gente de la misma forma y corresponde a un nuevo modelo de negocio.
«Yo espero a imprimir nuevamente. Aspiro a poder sacar un semanario. Aspiro a que Venezuela sea libre. Aspiro a que Venezuela libere los controles de cambio (…) pero no se qué tan rápido sea eso y lamentablemente en este momento tenemos que ser varios los que vamos cayendo en el camino para que la gente se percate de lo que está sucediendo», subrayó.
Resaltó que se han hecho las diligencias pertinentes, como enviar una nueva comunicación a la Sociedad Interamericana de Prensa y a otras entidades internacionales, pero según su opinión, desde fuera no se puede hacer mucho. Dijo que el caso de El Impulso ha tenido repercusión en otras latitudes y de alguna forma crea conciencia en el exterior de la «grave situación» de la libertad de expresión en Venezuela.
«Es una señal muy clara de que los medios que son incómodos para el Gobierno los van borrando del mapa», puntualizó.
Respecto a los trabajadores de la compañía, Carmona dijo que han estado paliando la situación al permitir a los trabajadores, en primera instancia, llegar un poco más tarde, poder trabajar medios turnos, que puedan tener varios empleos y que la situación económica pueda ser más llevadera, pero con la actual situación, se consideran otras opciones.
«Al principio se pensó dar vacaciones colectivas obligadas. Ahorita tenemos entrevistas cara a cara para explicar la situación a cada uno de los empleados. Si no podemos producir, a partir de la semana que viene, que se llama por motivos de fuerza mayor (…) Lo más triste es que vemos que hay gente que no está dispuesta a esperar mucho. Se están haciendo arreglos con los que se quieren ir (…) Los pasivos están garantizados», agregó.
Manifestó no haberse replanteado de forma inmediata la repotenciación y relanzamiento de las herramientas web. Aunque sí tienen previsto realizarlo, pero indicó que su prioridad ahora es salvaguardar el patrimonio de los trabajadores, por lo que no puede aventurarse por el momento en nuevos proyectos para optimizar el servicio.
Aseguró que el futuro de El Impulso es incierto y recalcó que «le cuesta protestar» por lo que le corresponde, cuando ve el padecimiento de personas con hambre y con falta de medicinas, es imperativo que la gente sobreviva.
«Pasen ustedes primero porque yo estoy de último en la cola (…) prefiero que la gente sobreviva a que me den a mí papel», finalizó.
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