Protestas en Washington: pacíficas de día, violentas de noche
Washington DC, capital de Estados Unidos, epicentro de la política mundial. Por tercer día consecutivo cientos de manifestantes han tomado las calles para protestar luego del asesinato George Floyd producto del abuso policial de Derek Chauvin en Minneapolis
«Black lives matters; Fuck white supremacy; No justice, no peace», son algunas de las consignas que se leen en los carteles de quienes protestan a escasas cuadras de la Casa Blanca, donde se encuentra el presidente Donald Trump.
Sin importar el llamado a mantener el distanciamiento social, americanos y extranjeros han salido a manifestar su rechazo. No es la primera vez que en Estados Unidos muere un afroamericano a manos de funcionarios policiales.
De hecho, un estudio de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences publicado en 2019 estableció que las agresiones de la policía eran una de las principales causas de muerte de hombres jóvenes negros.
Según la publicación, uno de cada 1000 hombres afroamericanos pueden esperar morir a manos de las fuerzas de seguridad.
Máscaras, guantes y carteles es lo que los manifestantes utilizan para salir a protestar. De día. Solo de día. En las noches, las protestas pacíficas en las que participan hasta padres con sus hijos pequeños en sus brazos, cambia.
Saqueos, destrozos y quema de edificios han sido la constante a pocos metros de la Casa Blanca cuando se oculta el sol. La iglesia Saint John’s icono religioso de la ciudad desde 1800 fue quemada y vandalizada la noche del domingo 31 de mayo.
Pequeños y medianos negocios también han sido afectados. Durante las protestas violentas han saqueado licorerías y destrozado edificios.
Amit Singh, encargado de una pequeña licorería ubicada en el centro de Washington DC que fue víctima del saqueo de su negocio, asegura que las pérdidas están calculadas en más de 25 mil dólares. «Cuando saquearon el negocio yo estaba durmiendo, me enteré temprano en la mañana del día siguiente. Apenas llegué al local junto con el resto de los empleados nos pusimos a arreglar todo. Es muy doloroso todo esto», aseguró.
Gracias a este trabajo, 15 horas después del saqueo, el local ya estaba limpio y recogido, como si nada hubiese pasado. La policía también ha estado pendiente y patrulla para chequear si todo está bien. De igual forma, Sigh asegura que «nos estamos preparando porque pueden venir otra vez esta noche», agrega.
A pocos metros de esta licorería, se encuentra un reconocido restaurante venezolano llamado Arepa Zone, que por esta vez se salvó del destrozo.
Por su parte, un vigilante de un edificio cercano a la Casa Blanca asegura estar molesto por todo el vandalismo. «Quienes salen en las noches no son de Washington DC, vienen de Baltimore y saquean para aprovecharse de la situación y alimentarse».
La policía mientras tanto hace lo que puede. Unos vigilan las calles montados en caballos, otros desde sus patrullas. Pero ante la furia y violencia de las protestas, la Guardia Nacional está en la calle con sus tanquetas, y los helicopteros sobre vuelan la ciudad. Nada de esto es común en EEUU.
Por su parte, Donald Trump sale al paso con su verbo encendido y le echa leña al fuego. Vía Twitter felicitó al Servicio Secreto por su gran trabajo de defender la Casa Blanca y aseguró que en caso de que los manifestantes pasaran tenía unos perros y armas siniestras esperándolos.
En medio de todo esto, también aprovechó para lanzar, desde la sede de la NASA en Florida, el primer cohete en alianza con un billonario. Lo que quiere decir que cada vez, está más cerca que personas comúnes y corrientes conozcan el espacio. Todo esto mientras el país arde por los cuatro costados. Así son los contrastes que se viven en Estados Unidos. A esto le falta agregar el dolor en los últimos meses por la muerte de más de 100 mil personas por el Covid-19.
En medio de este contexto, la alcaldesa de Washigton DC, Muriel Bowser, decretó toque de queda desde las 11:00 pm hasta las 6:00 am. Una medida que no está siendo acatada ni respetada. Justo en la madrugada es cuando se pone más violenta la situación. «¿Quién está detrás de esta situación?», se preguntan analistas por la televisión.
Ese es otro punto: la televisión. La libertad de información. Los habitantes de EEUU pueden seguir de cerca, minuto a minuto, todo lo que está pasando porque en este país se transmite todo: la quema de iglesias, represión por parte de la policia, manifestantes furiosos destrozando lo que encuentren a su paso, saqueos a locales. Todo se transmite, en vivo.