Provea alerta sobre deterioro de las condiciones de vida de pueblos indígenas
La organización no gubernamental Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) calificó de «crítica» la situación de los pueblos indígenas de Venezuela. Afirmó que los derechos fundamentales de estas comunidades son violados de forma sistemática y las condiciones de vida se deterioran rápidamente
El Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) alertó que las condiciones de vida de los pueblos indígenas en Venezuela siguen deteriorándose. La organización no gubernamental (ONG) dijo que la falta de políticas públicas, la presión de los proyectos extractivos y la presencia de gobernanzas híbridas «criminales en los territorios ancestrales» recrudecen la situación.
A través de un informe divulgado en su página web a propósito del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, calificó de «crítica» la situación de los pueblos indígenas de Venezuela. Afirmó que los derechos fundamentales de estas comunidades son violados de forma sistemática y las condiciones de vida se deterioran rápidamente.
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Urgió al Estado tomar medidas para garantizar la vida y la seguridad de estos pueblos. Indicó que hay un conjunto de factores que afectan a sus condiciones de vida, entre ellos la «deforestación acelerada, ríos contaminados, explosión demográfica, invasión de territorios, colapso de los servicios, aumento de la pobreza y consolidación del control de las minas por parte de los grupos armados».
Provea enfatizó que desde que el Gobierno promulgó el decreto Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, en 2016, se profundizaron las consecuencias de la minería en la vida de los indígenas. Agregó que en los estados Bolívar y Amazonas se evidenció una mayor hegemonía de la minería, a través del auge de grupos criminales que controlan la actividad, dejando saldos mortales».
La ONG aseguró que el año pasado se registró migración forzada de los indígenas warao hacia Brasil y Guyana en el estado Delta Amacuro, mientras que, en la región petrolera de Zulia, «se incrementaron los conflictos territoriales» entre indígenas y «grupos irregulares».