Prueba superada, por Teodoro Petkoff
«Un Nuevo Tiempo», el único partido que faltaba, despejó su propio bosque de candidaturas y, con base en encuestas y acuerdos consensuales, designó sus candidatos para 314 cargos, entre gobernaciones y alcaldías. No todos del propio partido, por cierto; hay varios de otras fuerzas a los cuales dio respaldo, así como a figuras independientes.
Solo en un caso, en Chacao, se presentó una situación enojosa, pero la lógica de los medios (incluyendo a TalCual), ya se sabe, es que noticia es el hombre que muerde al perro y no al revés, de modo que lo de Chacao ha ocupado todo el espacio que debía merecer el logro principal, que no fue otro que la selección ejemplar de sus propios candidatos por parte de UNT.
Con esto, ya todas las fuerzas políticas de la oposición tienen listos sus respectivos line ups, con un candidato por cargo, para llevar adelante, en junio, las encuestas con base en las cuales se tomarán las decisiones definitivas sobre candidaturas. Por supuesto, encuestas solo en el caso en que no sea posible llegar a soluciones por consenso, que no deberían ser pocas. No está demás, sin embargo, advertir que no se debe descartar la posibilidad de algunas fricciones, frente a las cuales deben privar los intereses del conjunto, el tacto y la prudencia.
Queremos insistir en una idea que ya lanzamos. Tendrían que ser contratadas por lo menos tres encuestadoras calificadas. Si dos de tres, por lo menos, coinciden en una persona, los revires se hacen casi imposibles. Por supuesto, es de suponer que se trataría de tres empresas con las cuales todas las organizaciones políticas estén de acuerdo.
Si esta segunda fase del proceso de selección de candidaturas se hace tan eficientemente como la primera, la perspectiva de ganar entre seis y nueve gobernaciones (varias de ellas entre las más importantes), y más de un centenar de alcaldías, se abre anchurosa ante el país. Desde luego, no hay que contar los pollos antes de que nazcan, sobre todo porque en el oficialismo se notan signos cercanos a la desesperación y eso puede empujarlo a acciones indeseables. Cosa que no sería de extrañar porque si en lo que queda de año, el oficialismo (desde su jefe hasta sus paniaguados) sigue cosechando sopapos como los que le han dado en su primera mitad, la erosión que viene experimentando no hará otra cosa que acentuarse. De esto se sigue que hay que estar muy atento a las provocaciones, para sacarles el cuerpo y por último, pero no por ello menos importante: la maquinaria electoral. En nuestro país sigue siendo verdad que partido que no tiene testigos en una mesa pierde los votos –mejor dicho, se los regala a los que sí tienen, que se los reparten entre ellos, cuando no es uno solo el que se los chorea todos, para el caso, el PSUV.