PSUV y alianzas opositoras ponen en desventaja a 13 de los 29 partidos regionales
El Consejo Nacional Electoral habilitó 53 organizaciones políticas regionales para el #6D, sin embargo, solo 29 (un poco más de la mitad) postularon candidatos de los cuales la mitad decidió aliarse con partidos nacionales para asegurarse un espacio en la Asamblea Nacional
Autor: Sammy Paola Martínez
No es David contra Goliat, pero los candidatos de 13 organizaciones regionales habilitadas en 9 estados del país se medirán el #6D con la maquinaria del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y con las alianzas de partidos opositores. En condiciones desiguales y sin contar con un aparato propagandístico intentarán llegar al Parlamento venezolano.
En julio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) autorizó a 53 partidos regionales a participar en las parlamentarias 2020, pero solo 29 de ellos (un poco más de la mitad) postularon candidatos. De acuerdo con un registro del #GuachimánElectoral, 16 de estas organizaciones pactaron con partidos, con el Psuv y sus aliados o con las plataformas que representan a la oposición minoritaria: Alianza Democrática y Alianza Venezuela Unida. Lo ven una vía que podría acercarlos a las curules de la Asamblea Nacional.
Jesús Castellanos, politólogo y experto electoral, señala que los partidos regionales están en una situación de minusvalía porque no tendrán oportunidad de ganar un cargo de los 48 que establece la lista de diputados nacionales, creada por el CNE sin argumentos jurídicos ni técnicos. Es decir, solo podrán aspirar a 226 cargos. Mientras que los partidos nacionales participarán para obtener 274 diputaciones.
“Los grandes beneficiados con el nuevo sistema electoral serán los partidos nacionales”, sentenció Castellanos.
El ejemplo se evidencia en el caso del circuito 2 del estado Sucre. Nuevo Pacto, partido independiente, y Demócratas Aliados de Libre Expresión, partido opositor, competirán con el GPP y las alianzas opositoras por un solo cargo nominal. Allí ganará el partido más votado debido a que se trata de un sistema mayoritario.
Nuevo Pacto, un partido cristiano fundado en 2008, no ve un sistema desigual, por el contrario, sus dirigentes consideran que, aún y cuando no tienen oportunidad de alcanzar una curul por la lista nacional, tienen ventaja respecto a los oficialistas y a los opositores porque los ciudadanos se sienten desilusionados con esas opciones.
Ellos prefirieron no hacer ninguna alianza, sino consolidar la estructura y presentarla como una opción. “Estamos haciendo grandes esfuerzos”, asegura Ray Martínez, candidato de Nuevo Pacto por el circuito 4 de Anzoátegui.
El mismo reto lo tienen en el circuito 2 de Delta Amacuro. Allí postularon 3 partidos regionales, de los cuales 2 se aliaron para competir con los partidos nacionales. Se trata del Partido Independiente Organizado y de Revolucionario Independiente Organizado Social. Alexis González, uno de los candidatos y exalcalde de Tucupita, declaró a El Periódico del Delta, el 10 de septiembre, que están convencidos de que lograrán 4 o 5 cargos de los 6.
Estos partidos nacieron luego de que varios dirigentes se separaron del PSUV. Allí milita el constituyente Jesús Hidalgo, el primero en la lista regional, quien se medirá con Pedro Carreño, también constituyente, diputado del GPP y candidato a la reelección.
En Delta Amacuro, Sucre y Amazonas reconocen la maquinaria del PSUV, pero advierten que esas estructuras nacionales se han debilitado porque no hay discusiones sino imposiciones y allí ven una oportunidad para ganarles. No obstante, el PSUV se blindó: en ambas listas, que abarcan 144 cargos, postularon a sus dirigentes más resonantes.
Partidos que no existen en la red
Mientras el GPP utiliza los recursos públicos para hacer actividades preelectorales extemporáneas y las plataformas digitales para promover a sus candidatos y viola la Ley Orgánica de Procesos Electorales (Lopre), los partidos regionales que no van en alianza no declaran, no tienen cuentas en redes sociales, no publican contenido desde hace varios años y sus autoridades son, en su mayoría, desconocidas.
Por ejemplo, el partido Juega Limpio de Carabobo no actualiza su cuenta en Twitter desde 2017, cuando se realizaron las elecciones de alcaldes. Lo mismo ocurre con Movimiento Renovación Socialista de Yaracuy: desde hace tres años no publica contenido en su cuenta de Facebook.
Los otros siete partidos que van con una fórmula única son Fuerza Vecinal y Visión Futuro de Miranda, Movimiento Regional de Avanzada de Nueva Esparta, Pueblo Unido Multiétnico de Amazonas, Todos Unidos por Amazonas, Partido de Acción Zuliana y Movimiento Prosperidad Democrática de Distrito Capital.
No obstante, en el tarjetón de Miranda está el Partido de Acción Mirandino que, según la data publicada en el CNE, no aparece como partido habilitado. Este hizo alianza con los otros dos de Miranda.
Eran de ellos y compiten contra ellos
El Movimiento Liberador Sucre Despierta simpatizó durante varios años con el oficialismo, pero en esta oportunidad postuló candidatos en alianza con el Movimiento Ecológico. “Somos conscientes de que luchamos contra un aparataje grande, que no tenemos un sistema convencional y ya el chavismo venció”, destaca Francisco Pino, candidato por el circuito 1 de Sucre.
Orinoco Sur, del estado Bolívar, también viene del chavismo. Las imposiciones dentro de la secretaría del Psuv lo impulsaron a retirarse y montar tienda aparte en 2014. Ahora va de la mano de UPP-89, del excandidato presidencial Reinaldo Quijada, con el objetivo de que se respeten los derechos de los pueblos indígenas, que en esta oportunidad votarán de forma indirecta y 3 días después.
Todos los partidos consultados por el #GuachimánElectoral aseguran que este #6D es una oportunidad para generar un cambio desde el Parlamento y no le dan importancia al sistema de sobrerrepresentación que impuso el CNE cuando aprobó las normas especiales que rigen las elecciones de la Asamblea Nacional.
Al respecto, Castellanos puntualiza que el Poder Electoral ha marginado a las organizaciones políticas regionales, al punto de no invitarlas a las auditorías y de promover un sistema que destruye el pluralismo político local.