Qué cosas suceden con el apagón, por Marisa Iturriza
El extenso, intermitente y prolongado apagón del martes 31-7 le acentuó el ansia de emigrar. Y eso que no está en capacidad de sentir la sensación de desidia que ello aumentó a quienes deambulaban esa tarde por el centro y sus alrededores ante la suma de más “santamarías” bajadas, esta vez, por el apagón. Más “santamarías” bajadas= Más desempleo. Antes, por lo menos la ciudadanía podía ver la mercancía expuesta en las vitrinas de los comercios. Ahora no; eso también está prohibido. Con exquisito mal gusto, en vez de vitrinas, imponen las horrorosas “santamarías” actuales coincidiendo con Bernard Shaw cuando afirma que “En un mundo feo no puede producirse sino fealdad”
Ciertamente cada día lo que hay es más escasez de la fea. “Disfrutamos” de una abundante carencia de agua, electricidad, combustible, transporte, salud, vivienda, educación, y eso para no entrar en sutilezas como calidad de vida, seguridad, libertad, justicia, respeto, decencia, qué sé yo. De verdad es devastador pero… Pero eso podría impulsar a la unión de quienes aspiren permanecer y prosperar aquí, tomando en consideración que, según Nolte “…sin una división tajante de la oposición, Hitler jamás habría accedido al poder” y, en vez de imitar políticas de sufrimiento y humillación, ir a un proceso endógeno y eficiente en el cual toda la ciudadanía se incluya y esté bien representada por los servidores y no amos que elija para la coordinación hacia el progreso gracias a… La Gramática ¿La Gramática? Claro. Es cosa de letras. Revolución lo que ahorita significa es involución pero, si le quitamos la erre queda en Evolución, más atractiva y positiva.
Si es por palabras, el Eclesiastés dice “Todo tiene su tiempo”. Hay “tiempo de destruir”, que ojalá pase ya para que llegue el “Tiempo de Construir”. No más piense en la cantidad de prosperidad general y empleo bien remunerado que surgirá si se arreglan producción petrolera, electricidad, construcción, etc. y se incursiona en fuentes de energía eólica, hidráulica, solar, agua potable, desalinización de agua de mar, nuevas industrias actualizadas, inversión privada (y pública) modernización de agricultura y ganadería, salud y educación de primera en todos los niveles, investigación y creatividad, y mucho más…
Mientras eso llega, junto con otros electrodomésticos ahorita imposible de reemplazar, nuestra fiel refrigeradora protesta ruidosamente contra los apagones e insiste en que quiere emigrar…