Qué es el Comando Vermelho de Brasil: su historia tiene similitudes con el Tren de Aragua
El Comando Vermelho, nacido en una cárcel de Río de Janeiro durante la dictadura militar, es hoy una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil. Su expansión y estructura recuerdan a la del Tren de Aragua, la banda venezolana que también surgió en prisión y se extendió por varios países de la región.
Río de Janeiro vivió esta semana uno de los mayores operativos policiales de su historia contra el Comando Vermelho (CV), la organización criminal más antigua y poderosa de Brasil. Más de 2.500 efectivos de la Policía Civil y Militar ingresaron en los complejos de favelas Penha y Alemão, en la zona norte de la ciudad, en un enfrentamiento que dejó al menos 64 muertos, incluidos cuatro agentes.
El operativo, descrito por las autoridades como el mayor jamás desplegado en el estado, buscaba golpear la estructura del CV, un grupo que nació en los años 70 dentro de una prisión de Río de Janeiro y que hoy se extiende por casi todo el país.
El Comando Vermelho surgió en la cárcel de Candido Mendes, en Ilha Grande, cuando presos comunes y militantes de izquierda compartían celda durante la dictadura militar. Aquella unión, inicialmente con motivaciones ideológicas y de apoyo mutuo, se transformó pronto en una organización criminal dedicada a los robos de bancos y, más tarde, al narcotráfico.
La relación con los cárteles colombianos permitió al CV consolidar su dominio en Río y expandir el tráfico de cocaína en el país. En paralelo, el grupo comenzó a ejercer control territorial sobre favelas y barrios populares, imponiendo un sistema propio de orden y ofreciendo empleo y protección a los habitantes.
Para los años 90, el CV se había convertido en la organización criminal dominante en Río de Janeiro y extendía su influencia a otros estados.
La expansión nacional
El fortalecimiento del grupo coincidió con la creación de prisiones federales de máxima seguridad, inauguradas en 2006. Uno de los primeros reclusos trasladados a esos centros fue Luis Fernando da Costa, alias Fernandinho Beira-Mar, capturado en Colombia en 2001.
Lejos de ser neutralizado, Beira-Mar reorganizó desde prisión la red del Comando Vermelho. Según documentos judiciales y reportes policiales, logró coordinar a traficantes de distintos estados, sentando las bases de una estructura nacional en competencia directa con el Primeiro Comando da Capital (PCC), surgido en São Paulo.
Hoy, el CV tiene presencia en 25 estados y el Distrito Federal. En las zonas bajo su dominio, las autoridades han identificado delincuentes provenientes de al menos una docena de estados distintos.
Además de su influencia en Brasil, el CV mantiene vínculos con redes narcotraficantes en Bolivia, Paraguay y Colombia. De acuerdo con el centro de investigación Insight Crime, en 2020 contaba con unos 30.000 miembros y la capacidad de traficar toneladas de cocaína desde el interior del continente hasta los puertos brasileños.
Su rivalidad con el PCC ha provocado enfrentamientos armados en distintos estados y ha contribuido a la violencia que caracteriza al crimen organizado brasileño.
Pese a casi dos décadas en cárceles de máxima seguridad, Beira-Mar sigue siendo señalado como cerebro operativo del grupo. Investigaciones de la Policía Federal han hallado pruebas de comunicación constante entre él y otros cabecillas mediante mensajes y llamadas clandestinas.
El fiscal Anderson Batista de Oliveira, del Grupo de Actuación Especial de Combate al Crimen Organizado de Rondônia, explicó que «el crimen se adaptó al trabajo remoto». Según dijo, «los jefes pueden mantenerse escondidos en Río y seguir tomando decisiones por videollamadas», lo que otorga seguridad y estabilidad a la organización.
«Doca», el acusado de más de 100 homicidios
Durante el operativo de este martes en Río de Janeiro, la Policía Civil y Militar confirmó la captura de Edgard Alves Andrade, alias “Doca” o “Urso”, de 55 años, considerado uno de los principales jefes del Comando Vermelho (CV). Su detención se produjo durante el operativo que dejó 64 muertos y 81 arrestos en los complejos de favelas Penha y Alemão.
“Doca” era buscado por más de 20 órdenes de arresto y señalado por la justicia brasileña como responsable de más de 100 homicidios, entre ellos el triple asesinato de médicos en 2023. También era investigado por el uso de drones lanzagranadas en operaciones del CV.
Las autoridades habían ofrecido una recompensa de 100.000 reales (unos 18.000 dólares) por información que condujera a su paradero, la misma cantidad ofrecida por el histórico líder del grupo, Fernandinho Beira-Mar, preso desde hace dos décadas.
El espejo venezolano
La historia del Comando Vermelho guarda similitudes con la del Tren de Aragua, la organización criminal más poderosa de Venezuela. También surgida en una prisión —la cárcel de Tocorón, en el estado Aragua—, esta banda comenzó como una red de extorsión y contrabando, y terminó extendiendo sus operaciones al tráfico de drogas, la trata de personas y la minería ilegal.
Como el CV, el Tren de Aragua aprovechó la debilidad institucional y el control carcelario para crecer, consolidando una estructura con presencia internacional. Investigaciones de Insight Crime y medios latinoamericanos han documentado su expansión hacia Colombia, Perú, Chile y Brasil, donde mantiene alianzas y disputas con facciones locales.
Ambos grupos comparten un rasgo común: su capacidad para operar desde las prisiones, mantener jerarquías criminales en libertad y proyectar su poder más allá de las fronteras nacionales.
EEUU también quiso designarlos como «terroristas»
Fuentes del Ministerio de Seguridad Pública de Brasil confirmaron en mayo de 2025 que Estados Unidos había expresado preocupación por el alcance del Comando Vermelho y del PCC, ambos con presencia detectada fuera del país. Según el secretario nacional de Seguridad, Mario Sarrubo, funcionarios estadounidenses plantearon en una reunión en Brasilia que ambas organizaciones fueran catalogadas como terroristas, solicitud que fue rechazada por el Gobierno brasileño.
El interés estadounidense responde a la expansión de estas bandas y su eventual conexión con redes criminales presentes en Norteamérica. Washington ya ha incluido en su lista de organizaciones terroristas a grupos como el venezolano Tren de Aragua, la salvadoreña MS-13, varios cárteles mexicanos y pandillas haitianas.
El subsecretario de la Policía Civil de Río, Carlos Antônio Luiz de Oliveira, lo resumió con preocupación: «Hoy, el CV disputa Brasil con el PCC. En poco tiempo, no estaremos hablando solo de seguridad pública, sino de soberanía nacional y de quién manda en el país».
*Lea también: Operativo policial contra el Comando Vermelho en Río de Janeiro deja más de 60 muertos
Con información de La Nación, AFP, O Globo, The Guardian, Insight Crime.
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