¿Qué es manipulación?, por Gisela Ortega
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Se entiende por manipulación un ejercicio velado, sinuoso y abusivo del poder. Se presenta en cualquier relación social o campo de la actividad humana, donde la parte dominante se impone a otras en virtud de que éstas carecen de control, conciencia o conocimiento sobre las condiciones de la situación en que se encuentran.
Manipular es gobernar los asuntos propios o ajenos. De la misma manera, intervenir de forma poco escrupulosa, en la política, la sociedad, etc., para influir en los demás en propio provecho. También significa operar con las manos especialmente ciertas sustancias, para obtener algún resultado. Palpar es tocar con las manos o con los dedos para examinar o reconocer algo o a alguien. Regir, se refiere a dirigir, mandar con autoridad. Tantear es explorar el ánimo o la intención de uno sobre un asunto. Maniobrar es ejecutar operaciones o movimientos, cuya finalidad es poner en funcionamiento y dirigir el manejo de una máquina o instrumento.
De acuerdo a textos, el término manipulación está ligado a muchos actos de nuestra existencia, se puede referir a:
-Manipulación mental, una práctica destinada a influir en la voluntad o libre albedrío, por ejemplo el lavado de cerebro y el control mental.
-Manipulación de la información: manipulación mediática (desinformación), manipulación política (propaganda) y sesgo de información científica.
-Manipulación del clima, acto de alterar el medio ambiente para producir cambios en el clima.
-Manipulación fotográfica, edición de imágenes con el fin de crear una ilusión óptica o truco.
-Manipulación genética, transferencia de ADN de un organismo a otro.
-Manipulación de genes humanos, alteración del genotipo de un individuo.
-Manipulación del mercado, un intento deliberado de interferir con el funcionamiento libre y justo del mercado.
-Manipulación de marionetas, el oficio del titiritero.
-Manipulación, cualquier acción en las que se utilice las manos o un manipulador.
En informática:
-Manipulación directa, interacción persona-computador que incluye la continua representación de los objetos de interés y acciones.
-Lenguaje de manipulación de datos, lenguaje proporcionado por el sistema de gestión de bases de datos para llevar a cabo tareas de consulta.
Consulta de conocimientos y lenguaje de manipulación, protocolo para la comunicación entre los agentes de software y sistemas basados en conocimiento.
-Programa de manipulación de imágenes de GNU, programa libre de multiplataforma de edición de imágenes en forma de mapa de bits.
*Lea también: «Rashômon» (1950) de Akira Kurosawa, por Ángel R. Lombardi Boscán
La manipulación es frecuente en todas las sociedades, en el plano profesional, conyugal o familiar, porque desde que existe la mentira, negligencia o deformación voluntaria de la verdad, se está en presencia de tentativas de manipulación.
Aunque la imposición de cualquier curso de acción tiene siempre consecuencias reales, lo cierto es que, dentro del campo de la interacción social manipulada, no hay manera que las partes afectadas puedan vislumbrarlas anticipadamente, tampoco analizarlas y menos impedirlas: solo queda afrontarlas como hechos consumados.
Los manipuladores son esas personas que desfilan por nuestra vida imponiendo su visión, su forma de hacer y sentir. Individuos que se aprovechan de una relación estrecha y afectuosa para satisfacer sus necesidades sin importarle en absoluto los sentimientos de la otra persona.
Originariamente, la palabra manipulación ha tenido desde siempre un significado concreto y bien preciso: manipular es tratar o elaborar algo con las manos. En nuestro mundo animal, sólo el hombre es el sujeto propio y típicamente manipulador ya que, con su capacidad productora y el dominio que su inteligencia le proporciona sobre el entorno, es capaz de manipular los objetos para transformarlos y convertirlos en instrumentos adecuados a los fines que se propone. En un plano más subjetivo, también actúa en forma similar con las personas.
En mayor o menor grado, todos somos manipuladores, y hemos empleado estas estrategias bajo formas diversas más o menos causales, en el curso de nuestra vida. Pero cuando nos damos cuenta de que estas prácticas se convierten en el modo predominante de relacionarse con las otras personas a través de una relación de pareja, de una amistad o, simplemente, de un intercambio comercial, uno termina preguntándose si este actuar no irá más allá de ser una táctica casual.
Para que haya manipulación es necesaria una relación asimétrica, entre dos personas, porque una da y la otra recibe, uno gana y el otro pierde. Las tácticas que se emplean son simples: se apoyan en la mentira o la seducción, la coacción, la amenaza o fuerza, la crítica, el miedo, la culpa o la vergüenza, la necesidad de amor, y son capaces de movilizar prácticamente a todos los seres humanos en la dirección requerida por el manipulador.
Cuando la manipulación es exitosa, se vuelve una variante eficaz del maquiavelismo, filosofía política según la cual los fines justifican los medios, ante la imperiosa necesidad de que el príncipe mantenga su dominio sobre el súbdito, el fuerte sobre el débil, el líder sobre los seguidores. Esa es la razón por la que se dice que todo manipulador es también un prestidigitador.
Por ello es que el manipulador y, en general, la política oculta y reservada –entendida como ejercicio velado, sinuoso y abusivo del poder- tiene ventajas inmediatas insuperables en comparación a otros ejercicios racionalizados del poder o de la influencia.
Gisela Ortega es periodista.
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