Duque asume presidencia de Colombia en medio de aumento de tensiones con Venezuela
Iván Duque no duda en llamar a la administración Maduro como una “dictadura oprobiosa” que ha violado de forma sistemática los derechos humanos de los venezolanos
La situación no podría ser más convulsa en las relaciones binacionales entre Colombia y Venezuela. La asunción de Iván Duque a la presidencia de la hermana república la acusación de Nicolás Maduro en torno a que el supuesto atentado habría sido ordenado por la ‘oligarquía colombiana’, parecieran encaminar a los dos países a una especie de guerra fría.
Con este panorama de fondo asume Duque, a quien el régimen de Caracas acusa de ser un «lacayo» del imperio estadounidense y «títere» de su mentor político Álvaro Uribe, y quien ya ha anticipado que presionará diplomáticamente para que el país petrolero «haga una transición hacia elecciones libres» y se ponga fin a la «dictadura» chavista.
También ha pedido el apoyo de los países de la región para la denuncia que la OEA remitió a la Corte Penal Internacional (CPI) en contra de Venezuela, por supuestos delitos de lesa humanidad; además que haber advertido que las relaciones con su homólogo venezolano Nicolás Maduro, tendrán que ajustarse al carril democrático a partir de este 7 de agosto.
Entre las acusaciones del representante del Centro Democrático contra el “hijo de Chávez”, está la anuencia de Maduro en permitir la presunta presencia de guerrilleros en el país.
Este tema, que está siendo investigado en los tribunales colombianos tras la declaración de un desertor del Ejército de Liberación Nacional, llevó a Duque a señalar en mayo pasado que una de sus primeras acciones será denunciar ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la “violación del derecho internacional” por la presunta presencia de guerrilleros del ELN en Venezuela.
Además, el nuevo mandatario colombiano indicó que pedirá sanciones por ese tipo de prácticas “lesivas” y que “patrocinan el terrorismo contra los civiles”.
“No podemos seguir siendo indiferentes ante lo que está pasando en Venezuela. Hay que mostrar ante Naciones Unidas la actitud del presidente Nicolás Maduro, que es violatoria de las resoluciones de ese organismo internacional… el patrocinio y la protección de grupos armados es violar esas regulaciones”, expresó Duque en entrevista con RCN Radio.
El vecino incómodo
El presidente del Consejo Venezolanos de Relaciones Internacionales (Covri) Keneth Ramírez, indicó a TalCual que tras la victoria de Duque se desarrollará una «relación muy conflictiva», donde incluso se ha hablado de establecer sanciones a los funcionarios venezolanos y denuncias formales ante la Corte Penal basado en el informe del panel de expertos de la OEA, que al ser utilizado por un Estado contribuiría en la investigación.
«Va a ser un gobierno colombiano que aumentará la presión y medidas bastante contundentes frente al régimen de Maduro lo que azuzará la conflictividad», reitera Ramírez.
Por su parte, la internacionalista y doctora en Ciencias Políticas Elsa Cardozo, asevera que se puede esperar una continuación de los dos últimos años de la gestión de Juan Manuel Santos. «Esta será una continuidad con el Grupo de Lima, una actitud crítica con el régimen venezolano y el actuar inmediatamente».
Cardozo pone el enfásis en el tratamiento de la guerrilla que hace el púpilo de Uribe y que espera impedir el brote y rebrote de los movimientos insurgentes. «Esta posición tan dura en favor de la seguridad de los colombianos puede ocasionar conflictos con Maduro por lo sabido de la entrada y salida de insurgentes del territorio».
Uno de los anuncios a tomar en cuenta es la decisión de salir de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) y combatir a las organizaciones que mantienen al «castrochavismo», como denomina la retórica del uribismo a la influencia cubana en Venezuela.
«Su mensaje sobre Unasur fue claro. No quiere alianzas formada con criterio politizado, sino que está en búsqueda de oportunidades económicas para Colombia sin dejar de lado sus compromisos con el Grupo de Lima y la OEA», afirma la doctora en Ciencias Políticas.
Además, el internacionalista Ramírez destaca que hay que estar atentos a la presencia de Gustavo Petro y su relación con Venezuela, tras obtener una votación histórica para representantes de la izquierda colombiana con más del 40% de los votos.
Migración en la mira
A principios de junio, el colombiano se reunió con la dirigente opositora María Corina Machado en el puente Internacional Simón Bolívar, principal paso fronterizo entre los dos países y que conecta con la ciudad de Cúcuta, una de las zonas receptoras más importantes de la migración venezolana.
Cúcuta funciona como ciudad de paso y estadía, y por su proximidad con San Antonio del Táchira es usada por venezolanos para conseguir medicinas y alimentos. La alta afluencia de migrantes ha colapsado los servicios públicos de la ciudad. Aquí Iván Duque consiguió el 70% de los votos en la primera vuelta.
Sobre la crisis migratoria, Keneth Ramírez señala que la posición de Duque ha sido la de endurecer la vigilancia y pasos fronterizos, la regularización y necesidad de que la migración venezolana no desplace al trabajador colombiano.
Destaca que la posición del mandatario electo es la de crear un sistema de reparto equitativo de la migración venezolana en América Latina, situación parecida a la posición de la Unión Europea con los refugiados del Medio Oriente.
Cardozo por su parte espera ver cuál será el desarrollo de la política interna de Duque, aunque no duda que harán mucho uso del auxilio internacional para mejorar las condiciones de la migración y que sea de forma ordenada.
Un tercero entre los dos
El acercamiento de Duque a la administración del estadounidense Donald Trump también tendrá repercusiones en la relaciones con Venezuela, según el presidente del Covri. «Hay unos niveles importantes de sintonía política debido a las críticas a los acuerdos de paz con las FARC y con una aproximación similar al proceso venezolano».
A juicio de Ramírez, se pueden potenciar las investigaciones con respecto al narcotráfico. «Duque puede ser un pivote que la administración Trump utilice conjuntamente con otros países como China para fortalecer el accionar, incluso del Grupo de Lima, contra el régimen de Maduro».
Sin embargo, habrá que esperar unos meses antes de tener una visión clara de cuál será la actitud de Duque frente a su vecino más inmediato, una nación con la cual está obligada a mantener una relación indisoluble no solo por lazos históricos sino por la extensión de los connacionales que hacen vida en cada uno de los países limítrofes.
Pese a todo ello, los analistas descartan que la tensión pueda escalar a un enfrentamiento armado. «Eso está muy alejado. El gobierno venezolano está distraído en varias cosas y el colombiano ha sido hábil en manejar esta situación», sostuvo Javier Garay, internacionalista de la Universidad Externado de Bogotá en entrevista a la AFP.
Lo que no descartan es un aumento de las tensiones, de la diplomacia de micrófono y hasta una ruptura definitiva de relaciones diplomáticas, que podría agravar la situación de miles de venezolanos que a diario van Colombia para abastecerse de los productos que escasean de este lado, aparte de los miles que la usan para abandonar el país. Pero eso está por verse.