¿Qué le preocupa a la gente?, por Griselda Reyes
Twitter: @griseldareyesq
El mundo cambia, avanza, evoluciona… Mientras todo eso ocurre, Venezuela sigue presa en un círculo vicioso donde la inmensa mayoría, los ciudadanos de a pie, poco o nada ven más allá de cómo sobrevivir día a día, en medio de la crisis económica y social que nos golpea.
Mientras el planeta muta y nos llegan noticias de viajes espaciales, o multimillonarias adquisiciones de redes sociales, nuestros jubilados y pensionados no pueden más que pensar en cómo hacer para estirar la pobre pensión; y las amas de casa no logran conciliar el sueño por la preocupación que les supone la nevera vacía.
Nosotros no apostamos, ni apostaremos jamás, a la antipolítica, pero no podemos tapar el sol con un dedo. La realidad que hoy recogemos en la calle, en el ir y venir diario, es que a la ciudadanía no le interesa lo que pase en esta materia. Estudios de opinión revelan que cerca de 80% del país no ve con buenos ojos a los actores políticos, y esto lo atribuyen a la falta de soluciones a los problemas reales de los venezolanos.
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Es un drama en lo que se convirtió nuestro país con una dualidad de poderes que solo significó corrupción de un lado y del otro. Esto estimuló, de manera importante, a que el grueso de la gente marcará distancia de los liderazgos de todos los extremos.
¿Y ahora qué debemos hacer?El 2024 está a la vuelta de la esquina, y llegar a ese escenario en las actuales condiciones solo garantizará el indiscutible triunfo del madurismo en las urnas. Por ello es importante recobrar la confianza de la gente. No podemos seguir viéndolos solo como un voto, son personas que esperan de nosotros el trabajo constante, la responsabilidad de sacar a este país adelante.
Es momento de asumir costos, por muy altos que sean. Hay una dirigencia política opositora que debe reflexionar, reconocer ante la ciudadanía sus errores y trabajar codo a codo. Los barrios no son solo para recorrerlos en los días que los cronogramas electorales los anuncian como campaña oficial.
La gente está sola, se siente desasistida en medio de un terrible caos social. Así nos lo dicen constantemente los vecinos de Baruta y habitantes de Miranda con quienes mantenemos contacto directo. Ahora vemos a centenares de familias desde Zulia hasta Caracas en la calle producto de las fuertes lluvias que azotan al país.
Esas masas que en algún momento creyeron en nosotros hoy han vuelto a ser apolíticos buscando su propio porvenir. Son, como hemos retratado antes en este y otros espacios de opinión, esos emprendedores que montan su bodeguita en la puerta de su casa, mujeres que hacen uñas o preparan tortas, hombres que arreglan carros en sus comunidades.
Son venezolanos que no se quedaron esperando por el Estado, que no quieren depender de más nadie que de ellos mismos. Sí, es cierto que mal acostumbraron a la ciudadanía a depender de una bolsa, pero hoy son una ínfima mayoría.
Si el país se está arreglando, o no, cada quién está remando para salir adelante sin que la ola se lo lleve. Nosotros seguimos poniendo nuestro grano de arena, tendiendo la mano a esa gente que quiere un mejor país, pero es responsabilidad del Ejecutivo brindar la estabilidad que todos ellos requieren para poder dejar atrás los años de hambre que nos trajeron este descrédito a la clase política entre la ciudadanía.
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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