¿Qué pasa con el Fútbol Club Barcelona?, por Gustavo Franco
Twitter: @GusFrancoH
En los últimos tres años, las salidas de la Champions League por parte del Fútbol Club Barcelona de manera humillante han sido la norma. Primero, fue en contra de la Roma en 2018. El equipo de la capital italiana remontó un 4-1 sufrido en Barcelona, para llevarse la llave en el partido de vuelta. El Liverpool logró remontar un 3-0, también en Barcelona, en el partido de vuelta con una remontada para la historia que agrandó la leyenda del estadio del Liverpool, Anfield.
Este año, el Bayern Munich aplastó al Barsa en unos cuartos de final a partido único por el covid-19, con un 8-2 incontestable. El conjunto bávaro superó al equipo catalán en cada departamento que a uno se le puede ocurrir para evaluar a un equipo. Intensidad, fortaleza física, interpretación de la visión del entrenador, acierto frente a la portería rival, inteligencia táctica, rapidez mental. ¿Por qué el equipo que tiene a Lionel Messi tiene que llevarse semejantes humillaciones?
Hay que recordar que antes de lo ocurrido con la Roma, con Luis Enrique en el banquillo y cuando Neymar todavía estaba en el equipo, el Barcelona tuvo dos episodios en Liga de Campeones que bien deben ser recordados.
En unos octavos de final en el año 2017, el Barcelona remontó en casa un 4-0 ante el París Saint-Germain. Si bien es cierto que es una hazaña para la historia, las palizas fuera del Camp Nou en fases de eliminación directa se han vuelto más comunes, y ese 4-0 en el Parc des Princes fue el inicio.
Los cuartos de final de esa edición de la ‘Champions’ fueron la instancia en el que los ‘culés’ cayeron eliminados. En esta ocasión, la Juventus goleó 3-0 al Barsa en Turín. Luego, en el Camp Nou, el equipo de Messi y compañía no fue capaz romper la defensa italiana, y el partido terminó 0-0. El equipo resolvió con no renovarle a Luis Enrique, y trajeron a Ernesto Valverde. En el interín perdieron a Neymar, quien fichó por el PSG.
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Desde entonces, habiendo ingresado una enorme cantidad de dinero por el brasileño, no pudieron reemplazar al jugador. Primero trajeron a Ousmane Dembelé por 105 millones de euros más variables. Luego, fue Coutinho quien también superó los 100 millones de euros. Por último, llegó Antoine Griezmann por 120 millones. En el partido de la catástrofe ante el Bayern, los tres jugadores empezaron en la banca. Coutinho, de hecho, vistió los colores del Bayern ya que se encuentra cedido debido a su mal rendimiento en el Fútbol Club Barcelona. El jugador brasileño puso sal en la herida cuando entró al campo para hacer dos goles y una asistencia, y poner su sello en lo que ha sido la peor derrota en Liga de Campeones del Barsa.
De ello, se obtienen dos conclusiones: una, el equipo ya venía en una dinámica decadente. Y dos, las soluciones fueron apostar por grandes nombres, que no necesariamente iban a aportar demasiado.
Esto, sumado a los rumores de que en el equipo habían jugadores que acumulaban poder, ante los cuales el entrenador de turno no lograba hacer que entrenaran de acuerdo a sus exigencias. El talento de la plantilla permitió maquillar el rendimiento colectivo. Incluso, siguieron ganando trofeos, lo cual prolongó el ciclo de plantilla.
Pero, con el 8-2 ante el Bayern, sumado a las humillaciones de los últimos años, ya nadie puede esconderse. El cambio parece inminente. El Barcelona termina una temporada sin títulos por primera vez desde la 2007-2008. La plantilla con la que salió al campo es la de mayor edad de su historia en Champions (29 años con 329 días). La masa salarial de sus jugadores es la más grande de Europa.
Salir de muchos de los jugadores que dieron al Barsa una época dorada se antoja duro, pero necesario. Contratar jugadores jóvenes, con ganas de “comerse al mundo”, y que estos sean guiados por los veteranos que permanezcan en el club parece que será el camino a seguir.
Y los que se queden, no pueden esperar que jugarán lo mismo que cuando estaban en el pico de su carrera.
La contratación de Ronald Koeman como nuevo entrenador del equipo azulgrana no dice mucho, ya que el presidente de la entidad barcelonesa, Josep María Bartomeu, se rehúsa a dimitir. Lo que sí puede ser revelador es la existencia o no de una nueva estrategia para confeccionar la plantilla. Salida de jugadores, algunos con estatus de súper estrellas. Si Koeman recibe el respaldo de su directiva, entonces a lo mejor será él quien empiece a enderezar el rumbo.
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