¿Qué tan lejos queda Venezuela?, por Griselda Reyes
Twitter: @griseldareyesq
Los venezolanos, dentro y fuera del país, soñamos –así sea a raticos– con el país próspero que fuimos, pero más con el país de oportunidades y desarrollo que podemos llegar a ser. No creo equivocarme cuando digo que todos, sin importar ideologías, añoramos tener a la familia completa sentada en nuestra mesa y compartir otras muchas tradiciones que se han ido quedado en el olvido por la situación del país.
¿Es rescatable Venezuela? Siempre. Los países no se acaban, pero vaya tarea titánica la que supone volver a construir lo que fue derrumbado en escasos 22 años.
En días pasados recorrí Petare y esa parroquia me confirmó cómo, desde el amor, se puede empezar a trabajar en este sentido. Nuestra muy querida amiga Betty con su comedor popular para los niños más vulnerables de la zona de El Carmen, en esta populosa parroquia, es fiel reflejo de esto. Sé que como ella hay cientos de hombres y mujeres en todo el país, pregonando el afecto que tanto necesitamos para reencontrarnos.
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Venezuela es su gente, y será lo que hagamos de las generaciones futuras. Nos negamos a ceder al chantaje y a la ofensa; a ser desmedidos en el irrespeto y en lo absurdo. Y aquí vuelvo a Petare, mi muy querido Petare, donde nuestros niños nos dieron el ejemplo de que no debemos estigmatizar a nadie por el lugar donde se nace.
Si bien la comunidad pasa muchísimas necesidades, vivir ahí no los hace malandros ni gente miserable. La gratitud de cada sonrisa me reconfirma lo que digo en cada espacio al que acudo: con amor, respeto y tolerancia podremos llegar muy lejos como país.
También a manera de reflexión, y a propósito de la reciente celebración del Día del Orgullo Gay, estoy convencida de que reconocer como iguales a quienes forman parte de la comunidad LGTB+, es la mayor demostración de amor y de concientización que podemos regalarnos nosotros mismos.
Venezuela es una tierra de gracia, no hay duda. Hemos tocado fondo en algunas ocasiones, pero con el potencial de nuestra gente y las bendiciones que Dios nos regaló con cada recurso natural saldremos adelante.
Según importantes índices de agencias internacionales, nuestra tierra proyecta algunos índices de crecimiento macroeconómico para este año. Y eso es una buena noticia.
Pongamos entonces a disposición del país nuestra mayor vocación de servicio para sumar y escalar peldaños que nos conduzcan a salir del hoyo en que cada uno se encuentra.
No me cansaré de decirlo: somos nosotros, más allá de cualquier clase gobernante, los responsables de rescatar a Venezuela. Y el primer paso empieza por casa.
Que el revanchismo quede atrás, solo con amor al prójimo y al país podremos avanzar en esta bonita tarea de construir el país bueno que queremos y soñamos y que aspiramos heredar a nuestros hijos.
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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