¿Quién le teme al RR?, por Teodoro Petkoff
Esperemos que con relación al RR no se cumpla la ley de Murphy, esa que dice que si una cosa tiene posibilidades de salir mal, sale mal. Pero la verdad es que ya a estas alturas, el relajo que hay en la Asamblea Nacional con la elección del CNE mueve a preguntarse si no vamos rumbo a que esto del RR salga mal.
¿Quién le teme al RR? Por lo visto no es solamente el gobierno. Que este no lo quiera se cae de maduro.
Ningún gobierno ve de buen grado que se le someta a la prueba de un RR y si puede hacer algo por evitarlo u obstaculizarlo, lo hará. Después que Chávez y Rangel se la pasaban aconsejando a los “impacientes” que esperaran el RR, variaron luego el discurso, poniendo siempre en duda la posibilidad de que el evento tenga lugar y burlándose de la capacidad de la oposición de recoger las firmas necesarias para la convocatoria, dando por sentado, sin que haya habido pronunciamiento alguno de los organismos jurisdiccionales, que las firmas ya recogidas no son válidas.
Pero en el campo de la oposición hay quienes tampoco tienen mayor interés en el RR. Para decirlo con toda claridad: más han hecho por obstaculizar la elección del CNE algunos partidos de oposición que el propio MVR y sus aliados. Todos hablan del RR pero a la hora de freír las ñemas, dando el primer e indispensable paso, que es la elección del CNE, se producen regateos muy curiosos entre los partidos de oposición por sus candidatos a ocupar los cargos rectores en el CNE, rechazándose mutuamente sus respectivas propuestas. Como si fuera poco, ahora se fueron todos, gobierno y oposición, a Boston, para seguir dándole largas al asunto.
Algunos partidos de oposición piensan que más les vale esperar las elecciones para gobernadores y alcaldes, a mediados del 2004, para mejorar sus actuales posiciones, pasar luego por las parlamentarias del 2005 y mejorar aún más y llegar así a las elecciones presidenciales del 2006 en situación candidatural considerablemente superior a la que hoy tienen. Este cálculo, al igual que el del gobierno, que actúa para demorar el RR, entra dentro de la lógica de la política, pero la pregunta es ¿donde quedaría entonces el RR y, sobre todo, donde quedaría el país? Sin embargo, una suerte de “mano invisible” de la política conjuga los egoísmos particulares y, a pesar de ellos, casi insensiblemente está encallejonando al país hacia el RR. Porque mientras en la AN juegan al palito mantequillero, están corriendo los lapsos que el TSJ se fijó a sí mismo para realizar la designación de los rectores del CNE. La semana próxima concluyen los diez días judiciales del primer lapso y comienzan los 30 días continuos dentro de los cuales el TSJ debe hacer los nombramientos.
Si tomara la decisión el último día, en la segunda semana de agosto habría CNE. Si fuere así, entonces el campo de maniobras se trasladará a este organismo. Pero, no crucemos este puente antes de llegar a él.